El azote 'indie' del vino

Madrid

"Para disfrutar del vino no hace falta saber de vino". Esa es la premisa de la que parte Cristina V. Miranda, la directora del Enofestival, que este año, coincidiendo con su quinta edición, crece y estrena nueva sede (o al revés). "Tampoco hace falta saber de flamenco o de pop para disfrutar de un concierto de Soleá Morente", remata la promotora gallega.

Ampliar

La hija indie de Enrique Morente encabeza el cartel de este año junto a Joe Crepúsculo, pero por el Teatro Goya también van a pasar Luis Brea, Lorena Álvarez, Trajano! y, sobre todo, un nutrido grupo de expertos del mundo del vino. Algunos muy ortodoxos, pero otros no tanto. "Queremos que estos dos sectores estén juntos, aunque a veces no les resulte cómodo, y que hablen entre ellos", explica Miranda por teléfono.

El Enofestival lleva años divulgando la cultura del vino, pero siempre ha huido de las catas excesivamente técnicas para tratar de cautivar a un público joven que, por lo general, es bastante fiel a la cerveza y a los destilados. ¿Su secreto? Una mezcla de apariencia indie y actitud (eno)punk: "En el mundo del vino hace falta mucho humor. Es un sector muy serio y tenemos que reírnos de nosotros mismos".

Santiago Rivas (Colectivo Decantado), Alberto Fernández Bombín (Equipo Navazos), Cecilia Camacho (La Chica del Flequillo), Sole G. Insúa (Vinomics)... Ninguno de los dos enotalks programados para este sábado 1 de octubre cuenta, como suele pasar en otros encuentros, con ponentes de esos que dejan postgusto a pedantería. ¡Al contrario!

Catas en las que nadie escupe el vino

Una de las mesas redondas estará dedicada a la "tradición renovada" y otra a las "nuevas estrategias de comunicación aplicadas al sector", pero además de teoría, también hay práctica: una cata de vermuts dirigida por François Monti, otra de vinos de Jerez liderada por el equipo de González Byass y hasta un monográfico sobre la garnacha.

Únete al canal de WhatsApp de la SER

Codorníu presentará su gama de frizzantes CodorNew, pero también se podrán probar productos tan curiosos como el vino azul, Pompita, Iglup o Kopita (copas de vino con tapa de yogur). Y es que, para los que montan el Enofestival, estos pequeños proyectos son fundamentales para la regeneración y el rejuvenecimiento del sector.

"Lo que menos me gusta del sector del vino es el miedo a entrar en lugares diferentes, a que nos consuma gente diferente o a mezclarnos con música diferente", explica Miranda. Pero el precio de llegar a cierto público pasa por asumir algunas de sus reglas: "Nosotros defendemos el consumo moderado y por eso hacemos las catas dirigias, porque es una forma de beber con conocimiento, pero quien quiera beber para emborracharse lo va a tener fácil por la graduación del Jerez y porque nosotros siempre apostamos por precios asequibles".