¿Escasez de mantequilla en Francia o guerra comercial?
No faltarán las "milhojas de nata", los "croissants" o el "brioche" para Navidad
París
"Francia tendrá que hacer sus croissants con margarina", "peligra la pastelería francesa por la penuria en mantequilla"… Títulos como estos han aparecido desde hace semanas en la prensa nacional e internacional.
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Es verdad que las fotos que corren por las redes sociales con las estanterías semivacías podrían hacer pensar que, el campeón mundial en consumo de mantequilla se quedará sin milhojas de nata o el brioche para Navidad.
¿Falta de mantequilla?
Es cierto que los precios de la mantequilla se hundieron en un primer momento tras la desaparición de las cuotas lecheras de la Unión Europea, pero se doblaron después. El consumo de mantequilla en China y en EEUU -McDonald's ha incluido este producto lácteo en sus croissants- ha contribuido a aumentar la demanda mundial. Sin duda. Pero no hay una escasez real de mantequilla en Francia.
Si no llega al consumidor francés en las cantidades acostumbradas, es debido a una guerra entre industriales y comerciantes. "No, los chinos no se han comido toda la mantequilla de Francia", escribe Le Point; "Francia no tiene una penuria en mantequilla" concluye el diario Le Monde que ha investigado la cadena comercial de este producto lácteo.
Francia sigue exportando esta materia preciosa para la repostería y ningún país de la UE tiene un problema similar porque han aumentado los precios al consumidor. Como los supermercados en el hexágono no repercuten el aumento de precio de producción ( en Alemania se ha incrementado el 72% según el Centro nacional Interprofesional lechero), los distribuidores franceses se niegan a suministrar y prefieren acumular o vender en el extranjero.
Mediación para acabar con esta situación
El ministro de Agricultura, Stéphane Travert, ha pedido una mediación entre industriales y distribuidores para acabar con esta circunstancia inédita. "La situación se explica por una rigidez de la cadena alimentaria típicamente francesa" , explica Jean –Marie Séronie, economista agrario en el vespertino francés.
Pese a que el precio de la leche ha bajado en los dos últimos meses ( de 6.000 euros a 5.000 euros la tonelada) la escasez relativa para el consumidor se podría prolongar. "Porque el acaparamiento mantiene los precios altos y aumenta el beneficio", sostiene Séronine que reclama "un cambio de este sistema arcaico de fijación de precios" en nuestro vecino del norte.