Los hábitos de vida saludables ahorran miles de millones de euros

Madrid

Estas enfermedades son la diabetes tipo 2, las isquémicas del corazón y la osteoporosis. En concreto, el coste social atribuible al conjunto de las tres es de 26.489 millones de euros al año, lo que representa el 3,15% del PIB. Según el doctor Angel de Benito, se trata de patologías que podrían evitarse por lo que si los españoles cuidaran más su alimentación, hicieran más ejercicio, dejaran de fumar y de consumir alcohol y drogas la sociedad podría ahorrar hasta el 62% de ese coste. Si hacemos números estamos hablando de más de 16.000 millones de euros de ahorro anual, una cifra cercana al presupuesto de becas y ayudas al estudio previstas para los próximos diez años.

Los hábitos de alimentación influyen de forma decisiva en el aumento de casos de diabetes 2 y de infartos y anginas de pecho. Beatriz González, catedrática de Métodos Cuantitativos en Economía y Gestión de la Universidad de las Palmas, no ha dudado en afirmar que “la dieta es la gran asesina”. Hay que mantener, añadía, la dieta mediterránea, evitar los alimentos procesados y volver a los productos naturales. Además, concluía, hay que comer menos porque la cantidad sí que importa y, por lo general, comemos más de la cuenta. En el caso de la osteoporosis el hábito que más se relaciona con la enfermedad es el sedentarismo. Según la Organización Mundial de la salud caminar 30 minutos cada día es suficiente para mantener el nivel de ejercicio necesario en una vida saludable.

Este estudio de la Fundación Mapfre ha desglosado el coste que representa cada uno de los factores de riesgo más importantes vinculados a estas tres enfermedades. Una alimentación inadecuada, según los investigadores, implica un coste social anual de casi 10.000 millones de euros. La baja actividad física representaría un coste de más de 5.000 millones y el tabaco algo más de 1.500. Hay que tener en cuenta que este coste no se refiere sólo al gasto sanitario, en el que se incluye el coste de los tratamientos, la hospitalización, etc, sino que también evalúa las pérdidas económicas derivadas de las muertes prematuras y los distintos grados de dependencia que tendrán estos enfermos a lo largo de su vida.