La Fiscalía mantendrá la acusación por rebelión contra los líderes independentistas
Fuentes del Ministerio Público aseguran que no tienen intención de rebajar la acusación contra los encausados del procés
En sus conclusiones provisonales la Fiscalía pedía hasta 25 años de cárcel para Oriol Junqueras por rebelión
Oriol Junqueras attends the first session of parliament / POOL (Reuters)
Madrid
La Fiscalía no renunciará a acusar de forma definitiva por rebelión a los líderes independentistas que se sientan en el banquillo del Tribunal Supremo. Fuentes del caso aseguran a la Cadena SER que la intención del Ministerio Público es no modificar la acusación por este delito que ha impulsado desde el comienzo del proceso y a lo largo del juicio al procés independentista.
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Después de casi cincuenta sesiones y ya en la fase final del juicio - con sólo la fase documental, los informes y las últimas palabras por celebrar - en la Fiscalía consideran que la rebelión ha quedado probada junto con la malversación de caudales públicos y la desobediencia. Considera el Ministerio Público que ha quedado acreditada la existencia de una violencia que los líderes soberanistas, según su criterio, permitieron e instrumentalizaron para presionar y conseguir la independencia de Catalunya.
Los cuatro fiscales del caso - Consuelo Madrigal, Javier Zaragoza, Fidel Cadena y Jaime Moreno - todavía tienen pendiente mantener una reunión para fijar los detalles de su informe final y de sus calificaciones definitivas, por ejemplo en torno a posibles modificaciones de peticiones de prisión o inhabilitación pero en cualquier caso sin modificar la acusación por rebelión contra los principales acusados.
Ayer por la tarde fue el presidente del tribunal que juzga el procés, Manuel Marchena, el que anunció a las partes que una vez finalizada la fase documental se les pedirá "sin solución de continuidad" que eleven sus conclusiones "provisionales a definitivas", pidiendo que si hay cambios que se presenten "por escrito".
Veinticinco años de cárcel
En su escrito de calificación provisional, presentado el pasado mes de noviembre antes del comienzo del juicio, la Fiscalía decidió acusar de un delito de rebelión y otro más de malversación a los exmiembros del Govern de Carles Puigdemont por entender que en 2017 se produjo "un levantamiento generalizado" en Catalunya "salpicado de actos de fuerza, agresión y violencia", algo que los líderes independentistas habrían intentado instrumentalizar para buscar la independencia.
Los acusados en el banquillo del Tribunal Supremo / Tribunal Supremo
La petición más alta de cárcel por estos dos delitos fue para Oriol Junqueras (25 años), seguido de Jordi Sànchez, Jordi Cuixart y Carme Forcadell (17 años sólo por rebelión, después Joaquim Forn, Jordi Turull, Dolors Bassa, Raül Romeva y Josep Rull (16 años de cárcel) y finalmente siete años de cárcel para los acusados de desobediencia y malversación: Santi Vila, Carles Mundó y Meritxell Borràs.
