Emoción en los colectivos de la Memoria Histórica por la decisión del Supremo de exhumar a Franco
Más de 100 organizaciones de la Memoria Histórica se habían concentrado a las puertas del tribunal a la espera de una decisión que ha sido recibida con alegría
La decisión del Tribunal Supremo sobre la exhumación de los restos del dictador Francisco Franco del Valle de los Caídos había generado una gran expectación e incertidumbre en este monumento.
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Durante la deliberación de los magistrados más de 100 organizaciones de la Memoria Histórica habían convocado una concentración a la puertas del alto tribunal bajo el lema NiValleNiAlmudena, mientras que la Asociación para la Recuperación de la Memoria Histórica (ARMH) había emitido un comunicado en el que advierte que procederá contra el Estado si los restos del dictador continúan en suelo público, ya sea éste el Valle de los Caídos o en Mingorrubio.
La decisión del Supremo ha sido recibida con entusiasmo y satisfacción contenida por parte de estos colectivos porque no quieren a Franco en Mingorrubio ni que esté en suelo público. Entre las demandas de estos colectivos figura la idea de que en el caso de que fuese enterrado en Mingorrubio se coloque un tríptico que explique quién era el dictador. Tras la decisión del Tribunal Supremo la alegría ha sido en mucho casos contenida, había felicidad porque los restos de Franco abandonan el Valle de los Caídos pero también preocupación porque su inhumación en El Pardo no sea históricamente explicada.
Desde la suspensión judicial de la exhumación, el monumento, con un coste de 9 euros por entrada, ha rebajado sus cifras de visitantes, que subieron de forma considerable desde el anuncio del Gobierno de su intención de exhumar los restos del dictador.
La nueva decisión del Supremo de este martes puede generar un nuevo contexto en el monumento que ha ido variando sus cifras al paso de la actualidad.
Durante el pasado mes de agosto, las visitas se redujeron en agosto en un 33,6 %, hasta 39.839 visitantes, que suponen una reducción de 20.185 personas según los datos facilitados por Patrimonio Nacional. Sin embargo, en el acumulado de los primeros 8 meses del año los asistentes crecieron en un 13,84 % hasta los 243.278, 29.577 más que en el mismo período de 2018.
El primer descenso desde que hace un año el Gobierno anunciara su intención de exhumar los restos del dictador se produjo en julio, cuando la afluencia se redujo en un 31,19 % menos.
La tumba del dictador es uno de los grandes reclamos del monumento, donde también se encuentra el cuerpo del fundador de la Falange, José Antonio Primo de Rivera, y sólo los lunes, por cierre, se evitan los atascos en la carretera de acceso al mismo.
Los cuerpos del Valle
Según las estimaciones del Ministerio de Justicia en el interior yacen los restos de 33.833 personas, 21.423 identificados y 12.410 sin identificar, que fueron llevados allí entre 1959 y 1983 en 491 traslados.
El coste de la zona para Patrimonio Nacional es de 1,8 millones de euros anuales, según una respuesta del Gobierno en junio de 2017, cifra en la que se incluye la subvención de la abadía benedictina, que este año aún no se ha entregado ya que se encuentra paralizadas hasta que los monjes entreguen el desglose de sus ingresos y gastos.
El Ejecutivo quiere que los restos se reinhumen en el cementerio de El Pardo-Mingorrubio y alude a motivos de seguridad para oponerse al deseo de los nietos del dictador de hacerlo en la cripta de la catedral de la Almudena, donde su hija, Carmen Franco, compró en 1987 una sepultura a perpetuidad con espacio para varios cuerpos.
El informe de la Comisión de Expertos para el futuro del Valle de los Caídos elaborado en el año 2011 reclamaba la exhumación del dictador del monumento pero reconocía la dificultad que entrañaba la conversión de la zona en un memorial a las víctimas.