"Ya lo habéis profanado, ya da igual": las palabras de la familia Franco con los operarios en presencia de la ministra

Madrid

Los familiares de Francisco Franco que asistieron en privado al acto de exhumación del cadáver, que ha tenido este jueves en el Valle de los Caídos, reprocharon a las autoridades presentes que "habían profanado la tumba".

El único momento de cierta tensión fue abortado porque las autoridades no respondieron a los comentarios de la familia se produjo cuando se les preguntó si les parecía apropiado que se sujetara el ataúd con unas cinchas color naranja para evitar que se pudiera romper.

La respuesta de la Merry Martínez Bordiú, que estaba acompañada por José Cristobal Martínez Bordiú fue un explicito “da igual que se vea la cinta, ya habéis profanado la tumba”. La ministra Dolores Delgado y todos los presentes escucharon con claridad el comentario, que también se repitió en otro momento.

Ataúd abombado

El ataúd de Franco estaba intacto, pero había perdido el color y la pátina que lustra este tipo de féretros. Para evitar cualquier tipo de infortunio, ya que al extraerlo se observó cierto abombamiento en el fondo debido probablemente a la humedad del foso y el deterioro del cadáver, los responsables de la funeraria aseguraron el féretro con unas cinchas color naranja y una tabla de madera para evitar que se pudiera desfondar. El responsable de la funeraria sugirió que se tapara el féretro con una cubierta de lona de color púrpura que se había traído expresamente para cubrir el féretro de repuesto.

Los familiares en pleno (incluso el abogado) fueron consultados por si les parecía bien como había quedado estéticamente el ataúd y dieron su consentimiento después de señalar que iban a cubrirlo con el escudo de armas de la familia.

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Sin ver el cuerpo

Dentro de la carpa de acceso restringido, los dos familiares de Franco fueron preguntados si querían ver el interior del féretro a lo que contestaron con rotundidad que no. Una vez acondicionado el sarcófago, el prior de la Basílica dirigió un rezo de responso y el ataúd fue trasportado a hombros hasta la salida de la Basílica.

Los médicos forenses que asistieron a la ceremonia no tuvieron que intervenir, salvo para confirmar la necesidad de que el féretro estuviera bien sujeto para evitar que se desfondara.

La ceremonia no ha sido grabada en ningún formato audiovisual, por lo que no quedara constancia gráfica del suceso histórico.