Durante la pandemia, mejor en restaurantes con terraza: aquí comen los expertos gastronómicos de Madrid
Un repaso a algunos de los mejores restaurantes de la capital con oferta al aire libre
Madrid
Para disfrutar de una buena comida al aire libre en pleno mes de diciembre no hace falta ser un valiente. Años ha bastaba con tener un buen amigo que fumase, pero ahora el bien es aún mayor: basta con con estar bien informado, asumir esa responsabilidad individual a la que siempre apelan los que más saben de COVID y, por supuesto, abrigarse bien. Esto no quiere decir, por supuesto, que comer en el interior de un local sea algo irresponsable. La normativa de Sanidad está diseñada para reducir el riesgo de contagio. Pero está claro que, si se puede elegir, mejor hacerlo en una terraza. Y lo cierto es que en Madrid hay mucha oferta para elegir...
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El cierre perimetral de la Comunidad, de hecho, se ha convertido en una buena oportunidad para muchos hosteleros, felices porque al retener al público local están pudiendo compensar —en parte— la caída del turismo.
Alfonso Hurtado, uno de los responsables de la Guía Macarfi, asegura que el 70% de los restaurantes que aparecen en su publicación tienen terraza, la han pedido o la están montando. "Yo creo que lo más importante es la salud y a mí me gustan porque no tengo ningún problema con el frío, pero la verdad es que se han acondicionado mucho mejor. No es una moda, se van a quedar".
Una de las mayores virtudes de esta guía es que, más allá de reseñar 500 de los restaurantes más interesantes de Madrid y Barcelona, propone multitud de ránkings por categorías: el barrio, la decoración, la relación calidad/precio, el tipo de cocina, los mejores platos de cuchara... y también los restaurantes con terraza.
Los tres mejores restaurante con terraza de Madrid, según la Guía Macarfi 2021, son Sacha (9), Lakasa (9) y La Bien Aparecida (8+). Pero Sacha, por ejemplo, no la abre en invierno. "¡Para comer con abrigo están las acampadas!", ironiza el chef.
Por suerte, otros muchos sí permiten que sus platos vean el cielo de Madrid. Los que mencionamos a continuación son los que últimamente más frecuentan Natalia Martínez (Tapas), Raquel Castillo (Metrópoli), Abraham Rivera (El País), Pilar Salas (Agencia EFE), David Maldonado (Con el Morro Fino) y el arriba firmante.
Lakasa
El restaurante del chef César Martín se ha convertido en uno de los grandes templos de la capital. Uno de esos restaurantes a los que cualquier chef del resto de España quiere ir cuando viene a Madrid. Dejando al margen su mítico solomillo Wellington, la carta de Lakasa se renueva constantemente, pero siempre con platos basados en el mejor producto de temporada —en los meses de frío nunca faltan las setas y la carne de caza, por ejemplo— y, últimamente, con los refuerzos italianos de Fokacha, el local que han estrenado al otro lado de la plaza. Al tener la cocina abierta de forma ininterrumpida, es ideal para una buena merienda-cena. Para comer o cenar en horarios estándar, lo mejor es reservar con tiempo.
La Bien Aparecida
"Me encanta cómo se come y además tiene una terraza calefactada en la calle", señala la periodista Raquel Castilllo (Metrópoli). "Me parece que José Manuel de Dios es un cocinero elegante, técnico, con las ideas muy claras y que sabe perfectamente como tratar el producto. Respeta el producto, lo mima y maneja perfectamente las armonías culinarias. Me gusta cómo trabaja los platos de verduras y los pescados. Es un valor seguro, un cocinero que nunca falla. Me encanta lo que hace con el bonito, por ejemplo. Un pescado que domina como pocos —difícil de tratar, por otra parte—. Como buen cántabro, sé que le gusta mucho trabajarlo. Ah, y su purrusalda, un 10".
Iztac
Situado en la Plaza del Ecuador, "donde estuvo el primer restaurante mexicano que hubo en Madrid", Iztac se ha convertido en uno de los restaurantes favoritos de la experta gastronómica de la Agencia EFE, Pilar Salas, que además vivió durante dos años en el DF, por lo que habla con conocimiento de causa. "Tienen platos que no son los habituales de un mexicano en Madrid", explica. "Hacen las cosas muy bien y tienen pan de cazón de Campeche, gambas petroleras, mole poblano, tacos al pastor o de pescado maya, especialidades de Veracruz o de Oaxaca... ¡Platos muy ricos, precios asequibles y una terraza muy bien acondicionada!".
Asturianos
Abraham Rivera (El País) asegura que esta taberna asturiana de Chamberí, célebre por el buen trato de la familia que lo regenta, es el local que más ha frecuentado desde que estalló la pandemia de COVID. "Voy a tomar el menú, a comer la carrillera y a disfrutar del fino que tienen de Navazos, a un precio que es la bomba", explica. Pero tampoco conviene perderse su fabada o el flan de queso.
Lúa
David Maldonado, de la web especializada Con El Morro Fino, recomienda la terraza del restaurante Lúa, un lugar en el que "se come del carajo", tanto en su formato barra como en el más gastronómico (que, por cierto, cuenta con una estrella Michelin). La especialidad del gallego Manuel Domínguez son los mariscos, pero en la carta también destacan platos como la carrillera con curry rojo y parmentier, el cochinillo confitado a baja temperatura o la caballa escabechada.
Cachivache
Natalia Martínez (Tapas) celebra que Cachivache acabe de estrenar "una terraza acogedora donde pasar a gusto el invierno en compañía de sus míticos torreznos y entrar aún más en calor con sus platos de cuchara de aquí y de allí, como las verdinas o sus maravillosos curris".
Arzábal (Reina Sofía)
La terraza de El Jardín de Arzábal, situado en el recinto del Museo Reina Sofía, ocupa un pequeño oasis de tranquilidad en medio del asfalto del centro de Madrid y además ofrece dos espacios: uno de mesas altas, con una gran selección de picoteo (patatas bravas, torreznos, mejillones tigre o ensaladilla rusa), y también un comedor convencional en el que ofrecen los grandes clásicos de la casa, como las pochas con almejas o las albóndigas de merluza.
Barbillón (Valdemarín)
Raquel Castillo también frecuenta Barbillón porque lo tiene "cerca de casa"(pertenece a Aravaca, pero está al lado de Pozuelo). Un sitio que, según precisa, cuenta con "una terraza muy bonita y acondicionada, una zona de transición, a caballo entre el exterior y el interior, y un comedor dentro, grande y perfectamente ventilado". En su opinión, "la cocina es correcta, de corte tradicional, con un toque actual y ciertos platos que no faltan en este tipo de espacios, donde va mucha gente de la zona" porque, entre otras virtudes, es "bonito, agradable, sin complicaciones y no cierra nunca".
La Guisandera de Piñera
David Maldonado recomienda también este lugar en el que, según su artículo publicado en Con El Morro Fino, cocina un chef que recrea los guisos tradicionales de las abuelas asturianas. "Tiene una terraza nueva, es bastante grande y se come de lujo", asegura. Entre lo más destacado de la carta, las croquetas de picadillo, las alcachofas con jamón, el arroz con pitu de caleya y, por supuesto, la fabada.
Lima Limón
Aún no ha entrado en el radar de la mayoría de los gastrónomos de Madrid, pero aunque en la capital hay una amplia y variada oferta de restaurantes peruanos, este local situado en una calle escondida próxima al Parque del Retiro cuenta con una amplia terraza y una carta repleta de clásicos: ceviche, tiradito, anticuchos, ají de gallina, seco de cordero... ¡Y todo rico! Los postres, también muy recomendables. Y la relación calidad/precio, de las mejores de Madrid.
La Ancha
Hay restaurantes que son historia viva de Madrid y La Ancha es, sin duda, uno de ellos. Célebre por su escalope Armando (del tamaño de una oreja de elefante), lo cierto es que su amplia carta es un sinfín de pequeños placeres apoyados en la tradición y el buen producto: croquetas de jamón, tortilla española guisada con almejas a la marinera, berenjenas rebozadas rellenas de plátano, pisto con huevo...
La Mina
Natalia Martínez también recomienda La Mina "porque es la pausa que necesitas el fin de semana". La periodista de Tapas la describe como "una taberna molona con una terraza donde no falta el ambiente y se sirve buen producto, desde sus gambas o navajas a la plancha o esas mollejas que te obligan a querer repetir".
La Malaje
El traslado a la amplísima (e inclinada) Plaza de la Paja, en pleno barrio de La Latina, le ha sentado fenomenal al restaurante del chef Manuel Urbano. Especializado en cocina tradicional andaluza, es obligatorio probar sus guisos de cuchara y también su pescado frito (siempre hay algo rico fuera de carta), pero con cualquier plato de la carta entran ganas de repetir: tortelloni de berza y chicharrón con su jugo esparragao, bienmesabe de cazón a la andaluza, berberechos en curry verde de amontillado y café... Dispone, además, de vinos del sur muy interesantes.
Carlos G. Cano
Periodista de Barcelona especializado en gastronomía y música. Responsable de 'Gastro SER' y parte del...