La embajada de Marruecos: "Hay actos que tienen consecuencias y se tienen que asumir"
La embajadora de Marruecos en España ha hecho referencia a la decisión de España de prestar atención médica al líder del Frente Polisario, Brahim Ghali
Madrid
La embajadora de Marruecos en España, Karima Benyaich, ha asegurado este martes que en las relaciones entre países hay actos que tienen consecuencias, "y se tienen que asumir", en velada referencia a la decisión de España de prestar atención médica al líder del Frente Polisario, Brahim Ghali.
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En declaraciones a Europa Press, antes de acudir a la convocatoria realizada por la ministra de Asuntos Exteriores, Unión Europea y Cooperación, Arancha González Laya, la embajadora de Marruecos ha insistido en que hay "actitudes que no se pueden aceptar". Ha añadido que las relaciones entre países vecinos y amigos se tiene que basar en "la confianza mutua, que se tiene que trabajar y nutrir". Por último, ha calificado de "inusual" la rapidez con la que ha sido convocada por la ministra española de Exteriores y ha señalado que no descarta que su Gobierno la llame a consultas en las próximas horas.
Reunión de Exteriores con la embajada
El Ministerio de Asuntos Exteriores, UE y Cooperación ha convocado este martes a la embajadora de Marruecos en España, Karima Benyaich, tras la llegada masiva de migrantes registrada en las últimas horas a Ceuta. Más de 8.000 migrantes han cruzado desde Marruecos hacia Ceuta en las últimas 24 horas, entre ellos unos 1.500 menores, de los que 4.000 ya han sido devueltos al país vecino, según el ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska. Además, otros 86 migrantes han conseguido entrar a primera hora de este martes en Melilla.
La crisis migratoria se produce en plena crisis diplomática entre el Gobierno y el reino alauí a cuenta de la acogida en España del líder del Frente Polisario, Brahim Ghali, quien está hospitalizado en Logroño para recibir tratamiento contra la COVID-19. El Ejecutivo ha alegado razones estrictamente humanitarias pero las explicaciones no han satisfecho a Rabat, que ya el pasado 8 de mayo avisó de que extraería "consecuencias" y afeó el que no se le hubiera avisado de antemano de la decisión, un gesto que consideró "premeditado" y que no corresponde en una relación entre buenos vecinos. Por el momento las autoridades marroquíes han guardado silencio respecto a los últimos acontecimientos.