Un recorrido por la vida y la música de Chris Isaak, el alquimista del rocanrol
Programa especial sobre el músico y actor californiano con el profesor Eugenio Cortés
Cuenca
En Hoy por Hoy Cuenca dedicamos un nuevo espacio a un músico en concreto, esta vez al californiano Chris Isaak y lo hacemos de la mano de Eugenio Cortés, profesor de Literatura y Cultura Inglesa y Comparada en la facultad de Ciencias de la Educación, Humanidades y Ciencias Sociales, y director académico de Internacionalización para Reino Unido, Norteamérica y Commonwealth, y de Movilidad del campus de la Universidad de Castilla-La Mancha en Cuenca. Con anterioridad hemos realizado con este experto musical programas monográficos dedicados Leonard Cohen, John Lennon, Bruce Springsteen, Bee Gees, Luis Eduardo Aute, Patxi Andión, Bob Dylan, Paco Ibáñez, Elvis Presley o Joan Manuel Serrat.
Un recorrido por la vida y la música de Chris Isaak, el alquimista del rocanrol
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EUGENIO CORTÉS. Tras la denominada British Invasion (Invasión Británica) a principios de los años sesenta, su impacto en la música popular norteamericana no fue ajeno, ni a sus autores, ni tampoco a sus intérpretes, ni por supuesto, a sus oyentes. Uno de ellos, era un niño que creció en un ambiente muy influido por toda esta corriente musical que nació en los años cincuenta, cuando el joven Elvis Aaron Presley (1935 – 1977) les regaló aquel elixir musical, derivado del Rockabilly una vez que había sido fusionado con el Rhythm & Blues. Esta fusión, más conocida como Rock’n’Roll, hizo tomar conciencia a aquella nueva juventud estadounidense, veterana de la Segunda Guerra Mundial, de que su frescura, alegría de vivir, iniciativa, y mensaje no había sido aniquilado en aquellos frentes.
Este niño era hijo del matrimonio formado por una de estas parejas jóvenes, y había nacido en la ciudad de Stockton, en la Baja California, un 26 de Junio de 1956. Se trata de Christopher Joseph Isaak, hijo de Joe, un obrero de la construcción de origen alemán, y de Dorothy Vignolo, nacida en la ciudad de Génova (Italia), y operaria en una fábrica de patatas fritas de la localidad. Cuenta Chris Isaak que sus primeros recuerdos fueron la gran colección de discos que su padre tenía en casa, como su tesoro y patrimonio más codiciado. Todas estas canciones le han acompañado a lo largo de su vida. La mayoría de todas ellas fueron impregnadas más tarde por el toque británico de la invasión.
Lo cierto es que Chris siempre tuvo clara una idea: ese elemento británico no era otro que el resultado de la influencia norteamericana que había recibido la música popular británica a través no sólo de la radio, sino también de los grandes puertos de Liverpool y de Manchester, donde sus marineros no dejaban de abastecer de discos a la población británica a cambio de quien sabe qué.
Toda esta tradición retornada acompañó a Chris durante su adolescencia y primera juventud, cuando asistió a los últimos conciertos de Elvis, y conoció a dos de sus compañeros de carretera, con quienes entabló una gran amistad: Roy Orbison (1936 – 1988) y Johnny Cash (1932 – 2003). Tal fue la influencia de estos tres astros en su canción, que algunos de los críticos definieron a Chris Isaak como el Roy Orbison de los Noventa.
Aquí empezó su labor como alquimista: quiso devolver al Rock’n’Roll su esencia natural, pero no eliminando su especia británica añadida, sino logrando que ese ingrediente recuperase su sabor americano originario. Estamos hablando de nuevas esencia y sabores desempolvados en el corazón de sus canciones, que latía en la sangre del pueblo norteamericano. Así lo fue descubriendo Chris Isaak tras su paso por el Delta College, la Universidad del Pacífico de California, desde donde como alumno viajó a Japón, y tras haber desempeñado los oficios de techador, guía turístico, y boxeador. Pero su verdadera pasión, que nunca le abandonó, fue la música. Siguiendo los consejos de Roy Orbison, compuso Wicked Game, que aparece en su disco Heart Shaped World (1989), abriéndole la puerta, no sólo al mundo de la canción, sino también al de la interpretación, donde desempeñó roles secundarios en algunas películas y series.
Wicked Game ha sido banda sonora de películas como Wild At Heart (1990) de David Lynch, y la comedia de Brett Ratner, The Family Man (2000), una adaptación de It´s a Wonderful Life (Qué bello es vivir) que realizó Frank Capra en 1946. Little Buddha (1993) de Bernardo Bertolucci, Twin Peaks: Fire Walk With Me (1992), de David Lynch, The Silence of the Lambs (El silencio de los corderos, 1991) de Jonathan Demme, con quien ya había trabajado en 1988, en su película Married to the Mob (Casada con todos), incluso su papel como Uncle Bob (Tío Bob) en That Thing You Do (Los Wonders, 1996) la primera película de Tom Hanks, merecen también ser recordados.
Su aparición en vídeos musicales también es brillante, como en su archiconocido Wicked Game, protagonizado junto con la modelo Helena Christensen y dirigido por Herb Ritts en 1991. Otra aparición suya fue en el vídeo sobre su canción Baby Did a Bad, Bad Thing, de su disco Forever Blue (1995), también dirigido por Herb Ritts, pero esta vez junto a la modelo francesa Laetitia Casta, en 1999. Este tema es empleado por Stanley Kubrick en su última película, Eyes Wide Shut (1999). En el film True Romance (Amor a quemarropa, 1993) de Tony Scott, su tema Two Hearts, de su álbum San Francisco Days (1993), aparece en sus créditos finales.
Más tarde, en 1997, Andy Tennant incorpora su canción I Wonder (de su disco Baja Sessions, 1996) a la banda sonora de su película Fools Rush In (Sólo los tontos se enamoran). Ya en 2004, su tema Life Will Go On fue utilizado por Andy Cadiff en la banda sonora de su película Chasing Liberty (Disfrutando de mi libertad).
La cadena de televisión Showtime le ofreció realizar su propio programa de televisión y así lo hizo. Entre los meses de Marzo de 2001 y 2004, presentó su programa The Chris Isaak Show.
Aunque como cantante se dio a conocer con Wicked Game en 1989, su carrera había comenzado en 1984 con su álbum de estudio Silverstone, siguiendo en 1987 su LP homónimo Chris Isaac. En 1989 le seguiría Heart Shaped World, San Francisco Days (1993), Forever Blue (1995), Baja Sessions (1996), Speak to the Devil (1998), Always Got Tonight (2002), Christmas (2004), Best of Chris Isaak (2006), Mr. Lucky (2009), Beyond the Sun (2011). Mención especial es este álbum donde homenajea a Elvis Presley, Johnny Cash, Roy Orbison, Carl Perkins (1932 – 1998), y Jerry Lee Lewis (1935), y a otros artistas que grabaron en los míticos estudios de Sam Philips (1923 – 2003) en Memphis (Tennessee) bajo el sello de Sun Records.
Para Chris Isaak, la vida es arte. Vivir el arte es aceptar su compromiso con la estética y, por tanto, con la verdad, porque para Isaak, no hay ética sin estética ni viceversa. La ficción es el espejo de la verdad que no deja de destellar reflejos. De este modo, el verdadero artista se convierte en alquimista de sabores, sonidos, y visiones en cada arte que haya elegido como medio de expresión y de comunicación con el público.
Así es Chris Isaak, el alquimista del Rock’n’Roll, que sigue actuando en vivo con su misma banda con la que empezó a principio de los ochenta, incluso en tiempos de pandemia, con quienes compuso Pandemic Blues (2021).
Esperemos volver a verle pronto una vez que reanude sus conciertos en Vitoria, Ourense, Granada, o Barcelona, o en otros lugares de nuestra geografía.
Paco Auñón
Director y presentador del programa Hoy por Hoy Cuenca. Periodista y locutor conquense que ha desarrollado...