Olvidados de la mano de Dios: la iglesia en ruinas de un pueblo de Cuenca

Cuenca

Poyatos es un pueblecito de la provincia de Cuenca con 74 habitantes censados (Padrón INE 2023) pero en el que viven unos 50. Enclavado en plena comarca de la Serranía Alta, está rodeado de montes de pinos, de un paisaje en el que la naturaleza lo ocupa todo. Las casas se apiñan en torno a la plaza que preside la iglesia, un edificio monumental, quizás demasiado grande para una localidad tan pequeña. Pero es su joya. Y está en ruinas.

La iglesia del obispo Muñoz

La iglesia de la Magdalena se erigió sobre un anterior templo románico. El edificio actual es del siglo XVI y lo mandó construir así de grande el obispo de Cuenca Miguel Muñoz “que era nativo de aquí, de Poyatos”, dice el actual alcalde Francisco García Molinero. Aquella reedificación en gótico tardío incluía también una capilla del obispo. Ya en el siglo XVIII se llevó a cabo una reedificación de la iglesia que fue expoliada en la Guerra Civil Española.

“Desde entonces apenas se ha restaurado”, como leemos en la web de Hispania Nostra, organización que ha incluido a este templo en su Lista Roja “una voz de alarma que se da para que las administraciones se movilicen para evitar ese riesgo que hay sobre el patrimonio, acometan las obras de rehabilitación o eliminen los riesgos que existen”, apunta Alfonso Muñoz Cosme, miembro del comité científico de la Lista Roja de Hispania Nostra.

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Lista Roja de Cuenca

En ese listado aparecen otros monumentos o elementos patrimoniales de Cuenca: el arco de Jamete de la catedral, la iglesia de la Virgen de la Luz o los depósitos de agua de la vieja estación de tren, en Cuenca; las minas romanas de sal de Salinas del Manzano; el palacio Tello de Meneses o Casa Sandoval en Pozoamargo; la iglesia del colegio de los Jesuitas o la Casa de los Linajes de Salcedo en Huete; el hospital de San Andrés de Belmonte, el palacio de los Gosálvez de Casas de Benítez; el convento del Rosal de Priego; el castillo de Haro de Villaescusa de Haro o el castillejo de Luján, en Saelices, son algunos de ellos.

Una iglesia en ruinas

“Exteriormente, la fábrica de la iglesia de Poyatos, en mampostería con sillares en las esquinas, se encuentra aparentemente en relativo buen estado, pero el interior se encuentra con un deterioro muy grande”, explica Muñoz Cosme.

“Ha perdido gran parte del revestimiento, ha tenido humedades que han ocasionado desprendimiento de las bóvedas y del revoco de los muros. La situación es bastante deteriorada. Habría que tomar medidas pronto porque si no puede amenazar ruina”.

El alcalde de Poyatos va más allá y dice que está “prácticamente en ruinas, directamente para no entrar en ella. Amenaza ruinas por todos sitios. Se dice misa pero no está para ello”. Ya antes de la pandemia del covid de 2020, los vecinos de Poyatos decidieron que la misa se dijera en un edificio municipal, pero las medidas de distancia social frente al virus les obligaron a volver a ese gran templo de la Magdalena.

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Goteras

La primer alarma fue “las goteras que caían incluso estando la gente en misa”, dice el alcalde. “Pero se consiguió arreglar el tejado y ahora mismo goteras no hay. Sí se ven algunos agujeros en el tejado, pero no cae agua. Pero esto no quiere decir que la iglesia esté en condiciones para usarla”.

El agua que caía afectó “a la bóveda que se hundió”, dice García Molinero. Otro elemento afectado fue el suelo “que se consiguió arreglar, se quitó el entarimado deteriorado y se le echó cemento gracias a la colaboración de los vecinos. El suelo ahora se puede pisar”, explica el alcalde. También se desmontó un retablo de piedra porque estaba en ruinas.

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Convenio Obispado-Diputación

¿Y a quién pueden pedir ayuda? El alcalde lo tiene claro: “al Obispado que es el propietario y a la Diputación que colabora en el arreglo de las iglesias”.

Desde el año 2000, la Diputación y el Obispado de Cuenca renuevan año a año un convenio de colaboración para el arreglo de iglesias. En 2024 se van a invertir a partes iguales 700.000 euros para rehabilitar 26 edificios religiosos en toda la provincia. Horcajo de Santiago, Priego y San Clemente son las localidades que más dinero recibirán, 50.000 euros cada una, para rehabilitar sus iglesias parroquiales.

El presidente de la institución provincial, Álvaro Martínez Chana, subrayó tras la renovación del convenio el pasado mes de mayo “que Cuenca tiene un numeroso patrimonio eclesiástico que requiere de una gran inversión”, y resaltó que “no se trata únicamente de un culto religioso, sino que incluye también una faceta turística e incluso emocional para los habitantes de los pueblos”.

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El cura no quiere

Es probable, sí, como dice el presidente de la Diputación de Cuenca, que los vecinos de Poyatos valoren también la faceta emocional de su iglesia que, sin embargo, no ha sido incluida en el convenio de este año ni en ninguno anterior. “En realidad quien tiene que pedir las ayudas es el sacerdote del pueblo”, apunta el alcalde, “y ha dicho que él no las va a pedir porque luego no llegan, dice. El caso es que no las ha pedido”.

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Financiación vecinal

A la espera de mayores inversiones, el Ayuntamiento de Poyatos abrió a finales de junio una cuenta “directamente para quien quiera aportar algún donativo para la iglesia”, dice el alcalde. “Si en varios años se consigue algo de dinero, a ver si el Ayuntamiento pudiera arreglar algo. De hecho una familia que tiene tierras en el pueblo ha donado ya mil euros. Como no consigamos nosotros el dinero, el Obispado no está por la labor”.

El próximo 22 de julio es la fiesta de la Magdalena y Poyatos celebrará la fiesta mayor en esa iglesia tan grande que preside la plaza. Sus vecinos se aventurarán, una vez más, a oír misa bajo una iglesia casi en ruinas.