25 años de la DOP Pimentón de la Vera
El polvo rojo del Norte de Extremadura conquistado los paladares y las cocinas de medio mundo
Cuacos de Yuste
El Real Monasterio Jerónimo de Yuste ha sido el lugar elegido para celebrar las bodas de plata de la creación de la Denominación de Origen Protegida Pimentón de la Vera. Una elección porque fueron los monjes de la orden de San Jerónimo los primeros en cultivar en la comarca de la Vera los pimientos traídos de las américas de los cuales se obtine el pimentón de la Vera.
A lo largo de estos 25 años se ha conseguido mejorar la calidad de este producto del Norte de Extremadura ya que como recordaba Bonifacio Sánchez, secretario del Consejo Regulador de la DOP Pimentón de la Vera, en sus inicios "era un producto que estaba desapareciendo" y que se "mezclaban pimientos de Marruecos y de otros países con los de la Vera para hacer el pimentón". En los primeros años eran poco más de 300 hectáreas las cultivadas y hoy son más de 1.500 hectáreas las que se dedican al cultivo.
Este aumento exponencial de la extensión de cultivo hace que la producción haya aumentado a los 3,5 millones de kilos producidos en la pasada campaña.
Un producto del que el 18% se exporta a medio mundo y que ha conquistado los paladares más exigentes por su sabor ahumado, fruto del proceso tradicional de elaboración del Pimentón.
Durante el acto de celebración el presidente de la Junta de Extremadura, Guillermo Fernández Vara, ha valorado el hecho de que se reconozca el trabajo bien hecho y ha subrayado que la historia del pimentón es una “história de éxito”, porque muchas personas han hecho bien las cosas y han trabajado para hacerla posible.
Fernández Vara ha abogado por trabajar en proyectos comunes en todos los ámbitos y también en el agrario, donde la atomización ha sido constante y en algunos momentos se ha puesto incluso en duda el modelo cooperativo, un modelo, ha sentenciado, de éxito que hay que defender siempre.
El presidente de la Junta de Extremadura ha apuntado que el pimentón es una de las marcas más consolidadas de la región, al igual que la cereza o la torta. “Son marcas que representan ya al conjunto de Extremadura junto con la ternera, el cordero, los productos ibéricos, el vino o el aceite”, ha señalado Fernández Vara, quien ha asegurado que son ejemplos de que antes la región solo era agrícola y ahora es agrícola y capaz de transformar sus productos.