Un aceite de la Alcarria de Cuenca distinguido entre los mejores ecológicos de España

Cuenca

En la localidad de Vellisca, en la Alcarria de Cuenca, hemos conocido las instalaciones de la almazara Olivares de Altomira. Esta empresa cultiva olivares de variedad verdeja en este pueblo y elabora un aceite de oliva de gran calidad que acaba de ser reconocido por la prestigiosa Guía Iberoleum con la quinta mejor nota de los aceites ecológicos de España, premio que se suma a otros conseguidos con anterioridad como el de la feria Biofach 2019. Nos han acompañado en este reportaje Jesús Pastor, encargado del cultivo del olivar, y Begoña González, maestra de almazara. Lo hemos emitido en Hoy por Hoy Cuenca y lo podéis escuchar a continuación:

Si uno llega a Vellisca por la carretera desde Carrascosa del Campo o por el camino asfaltado que viene desde Huete, verá extensos campos de cereal o de girasol. Sin embargo, este también es un pueblo de olivos, muchos de ellos centenarios. Los olivares crecen por las laderas de la Sierra de Altomira, la franja montañosa que se extiende recta, de norte a sur, en este extremo noroeste de la provincia de Cuenca. Si tomamos la carretera que une Vellisca con Saceda-Trasierra, pueblo más allá de estas montañas, o si seguimos hacia Mazarulleque, nos adentramos entonces en campos de olivos, árboles cultivados desde antiguo por estas gentes alcarreñas.

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Ahora muchos de estos olivos, unos 18.000, son trabajados cada año por la empresa Olivares de Altomira, en un esfuerzo llevado a cabo desde 2010 cuando decidieron empezar por los árboles de su familia. Esta empresa familiar se propuso recuperar la producción de aceituna volviendo a cultivar los olivares que estaban de añojal. Y apostó por una variedad autóctona de estas tierras de Cuenca, la verdeja o castellana. En estos años han puesto en marcha una almazara en las antiguas instalaciones de una refinería de aceite de oliva que existió en Vellisca y de la que aún se conserva la antigua chimenea de ladrillos donde se calentaban los huesos de aceitunas en busca de unas últimas gotas oleosas.

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Mucho ha cambiado en el proceso de extracción del aceite de oliva desde entonces hasta las modernas instalaciones de esta empresa familiar de los hermanos Pastor. Ahora muelen hasta medio millón de kilos de aceituna, propios y de otros olivareros del pueblo, como contabilizaron en la campaña de 2020. Toda verdeja, cultivada en ecológico y con una recolección temprana, en verde, desde mediados de octubre, para aprovechar la máxima calidad del fruto. Su objetivo es la calidad por encima de la rentabilidad.

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Las aceitunas se miman en el árbol y en las fases de elaboración del aceite a través de modernos procesos de prensado y filtrado en frío. Al final consiguen un aceite ecológico “fresco y limpio”, explica Begoña González, “quien lo prueba identifica rápidamente matices a tomate y campo”.

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La mitad de su producción se destina al canal de HORECA (acrónimo de HOteles, REstaurantes y Cafeterías), a la restauración de alta calidad, sobre todo al sector ecológico, y la otra mitad se vende online por plataformas como Amazon donde lo piden clientes de Francia, Italia, Alemania o Reino Unido.

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La empresa Olivares de Altomira está acogida a la Denominación Aceite de la Alcarria y comercializa tres variedades con las marcas Olivares de Altomira, ValdeVellisca y Noviembre.

Uno de los próximos proyectos de la empresa es habilitar una sala de catas y potenciar el turismo asociado al aceite de oliva.