"Jugosidad, textura y aroma": así es el ganador del Campeonato Mejor Roscón Artesano de Madrid

Tres siglos después de que Felipe V importara el gâteau des rois que se hacía en Versalles, el roscón de Reyes sigue siendo uno de los productos estrella de la Navidad en España. La quinta edición del Campeonato al Mejor Roscón Artesano de Madrid, además, ha vuelto a dejar claro que en las pastelerías de la capital hay mucho nivel. Según el presidente del jurado, Paco Torreblanca, más que en ningún otro lugar porque Madrid, más allá de haber sido la puerta de entrada, también es el único sitio en el que se producen y se consumen roscones antes y después de Navidad. Como ganar este certamen —organizado por Gastroactitud— se ha convertido en un sinónimo de éxito comercial, el nivel de los aspirantes mejora año tras año. Pero en 2022 se ha impuesto el roscón de Panod, elaborado por Elena Campal. «Un buen roscón tiene que destacar por la masa, que ha de ser húmeda, blanda y equilibrada, pero también por el aroma y la presencia de la mantequilla», ha explicado Torreblanca. «El de Panod nos ha convencido por la jugosidad, por la textura y por el aroma», añade la pastelera Estela Gutiérrez, que también ha formado parte del jurado. «Panod lleva abierta seis años», explica Campal, quien llegó a la panadería después de haber trabajado como nutricionista. «Cogimos un local en el centro de Madrid y hasta aquí hemos llegado. El año pasado quedamos segundos en este mismo certamen y ahora estamos contentísimos». El precio de los roscones de Panod, que acepta encargos por teléfono, se sitúa entre los 24,95 (500 gramos sin relleno) y los 70,50 (un kilo, relleno de nata). «También tenemos muchas variedades de pan, focaccia, tartas, pastas hojaldradas... Pero el roscón es muy básico. Solo lleva agua, harina, mantequilla, huevo, agua de azahar, azúcar, sal y levadura. Eso sí, llevamos semanas intentando dar con el baremo perfecto». La segunda posición, muy cerca de Panod, según ha detallado Paco Torreblanca, la ha ocupado todo un clásico del certamen: el roscón de Isabel Maestre. «Nos hemos presentado todos los años y siempre hemos quedado finalistas», explica Marta Maestre. «Usamos una masa clásica, elaborada con masa madre, y siempre con masa madre, agua de azahar, buen limón y buena naranja. Pero el rey y el haba, que es algo que lleva usándose 2.000 años, tampoco pueden faltar. No podemos olvidarnos del componente infantil». En tercera posición ha quedado Doble Uve Obrador, pero también han sido seleccionados como finalistas Obrador Joaquín González (Campo Real), Balbisiana, Obrador Cientotreinta Grados, El Riojano, Chusko Obrador, Marea Bread y Obrador Abantos (San Lorenzo de El Escorial). A pesar de que en los últimos años la popularidad del panettone ha igualdado (si no superado) al roscón, muchos artesanos siguen optando por este dulce tradicional. «Un panettone te puede durar toda la Navidad, mientras que el roscón hay que comérselo, como mucho, un par de días después de hacerlo», señala Isabel Maestre. «Aunque hay panettones artesanos buenísimos, porque los de supermercado no me gustan nada,yo sigo prefiriendo el roscón... y en mi tienda es lo que más se vende», añade Estela Gutiérrez.

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El mejor roscón de Madrid no llega a 25 euros

Carlos G. Cano

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