"¿Nos estamos volviendo locos?": la perspicaz reflexión sobre la comida vegana para perros y la "verdura" de los colegios

El humor de Juan Luis Cano y Guillermo Fesser, integrantes de Gomaespuma, se ha basado siempre en la observación de lo cotidiano. Pequeños detalles de la vida que para mucha gente pasan desapercibidos y que ellos, apoyándose en la ironía, convierten en una especie de espejo mágico que nos hace reír y reflexionar. Más allá de recomendar restaurantes en Madrid y Nuevo York, de hecho, en la entrevista concedida a Gastro 25 han recordado varias anécdotas con la comida como protagonista: el cocodrilo que amenaza a los niños del orfanato que la Fundación Gomaespuma apoya en Sri Lanka, la diplomacia gastronómica que ayudó a reconciliar a musulmanes y ortodoxos en los Balcanes... A ambos les gusta cocinar y, por lo que cuentan, también les interesa la faceta más sociológica de los alimentos. Guillermo Fesser, por ejemplo, apunta que cuando se trasladó de España a EEUU aún no se había popularizado el delivery y que ahora, en cambio, ve a repartidores de Glovo a todas horas y en todas partes. Un cambio de hábitos que, sin embargo, no ha alterado lo básico porque a los españoles les sigue gustando salir. «Todos mis amigos extranjeros me dicen que, a pesar de llevar muchos años en España, no conocen las casas porque aquí rara vez invitamos a comer en casa. En EEUU, en cambio, sucede todo lo contrario. Por eso, si eres turista en España, te gusta porque ves que en la calle pasan muchas cosas. Allí no: las cosas están pasando en las casas y necesitas que te conecten». Pero, ¿el auge de la comida para llevar está haciendo que cocinemos cada vez menos? «Yo creo que no», responde Juan Luis Cano. «Es cierto que el estilo de vida urbano nos lleva a tener menos tiempo y que antes solo podíamos bajar al bar de enfrente y pedir un bocadillo, mientras que ahora el delivery es muy visible, pero el hombre se ha incorporado a la cocina de forma bastante real. ¡Yo hago la comida y la cena todos los días!». Guillermo Fesser añade que, en EEUU, tanto los millenials como la generación Z cocinan cada vez más, pero reconoce que «al americano medio le da miedo una alcachofa o una berenjena» y apunta que, de hecho, «en sitios como Whole Foods hay una charcutería de verdura» en la que te la cortan a rebanadas y te explican cómo puedes cocinarla. «Hay empresas, como Blue Apron, que te mandan los productos frescos y la receta cada día. La cocina empieza a entrar, pero cuesta porque es un país de 400 millones de habitantes». Al poder comparar la relación de la gente con la cocina a ambos lados del charco, Guillermo Fesser ha llegado a la conclusión de que «la gran diferencia cultural entre España y EEUU es que allí la gastronomía no es un destino, sino un lugar de paso», mientras que en España «vas a comer y punto», lo cual predispone a disfrutar de la comida de otra manera. En lo que ambos coinciden es en el hecho de vincular sus recuerdos gastronómicos más entrañables a la cocina de sus madres. El plato preferido de Guillermo Fesser, por ejemplo, es la coliflor con bechamel. Juan Luis Cano, por su parte, mantiene muy vivo el recuerdo de un pequeño (e hilarante) ritual que presenciaba en casa todas las noches: «Mi madre era la primera que se acostaba y, antes de irse a la cama, se asomaba al salón y preguntaba: Luis, ¿mañana qué hago para comer?. Y mi padre contestaba: ¡Cocido!. Y entonces mi madre se acostaba y al día siguiente hacía lo que le daba la gana, claro. Pero eso, ¡todos los días». Al preguntarles por la relación entre la gastronomía y la política, un asunto que suele ignorarse en las campañas electorales, Juan Luis Cano ironiza con los menús con pizza promovidos por la presidenta madrileña, Isabel Díaz Ayuso, y Guillermo Fesser recuerda que «hace 12 años el Congreso de EEUU votó que la pizza, como lleva tomate, es verdura», por lo que la dieta de muchos menores se basa en «la mierda que les dan» y, como verdura, «pizza precongelada y con preservantes de los que luego te dejan el pelo rubio». Frente a la escasa preocupación por la alimentación de los niños, sin embargo, ambos critican el auge de la cocina gourmet para perros. «Es uno de los nichos de mercado que están creciendo más deprisa», señala Guillermo Fesser. «¡Empiezas a ver tiendas así! No les importa que la verdura del niño sea una pizza, pero el perro come carne de bisonte criado en Montana. Pero bueno, ¿señores?». «Yo vi una tienda el otro día de cocina vegana para perros. ¡Cocina vegana para perros! ¿Nos estamos volviendo locos? ¿Qué gilipollez es esa?», responde Juan Luis Cano. «Si tú tienes líderes absurdos, al final tu vida es absurda», señala Guillermo Fesser. «Y si tienes líderes con sentido común, en tu vida habrá sentido común. EEUU no es igual con Obama que con Trump. De la misma manera que España no es lo mismo con Franco que sin Franco. ¡Es que no es igual! Dependiendo de los que estén arriba, los de abajo reaccionamos. Es así».

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Juan Luis Cano y Guillermo Fesser, de Gomaespuma, ponen en evidencias nuestras contradicciones gastronómicas

Carlos G. Cano

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