La espectacular maniobra de un cocinero para dar la vuelta en el aire a una tortilla de 80 huevos
Eduardo Pérez ya ha encargado una sartén más grande para batir su propio récord
Madrid
Todo empezó un día en el que Eduardo Pérez (67 años) tenía que preparar tortillas de patata para 30 o 40 personas y pensó que, en vez de ponerse con 4 o 5 de un tamaño más o menos normal, podía hacer una sola, pero muy grande. "La primera salió bien”, explica a Gastro SER el propietario de la Brasería Avenida de Calanda (Teruel). “Así que decidimos repetir”...
La segunda vez no tuvo tanta suerte y se vio obligado a activar el plan B (huevos revueltos). Pero su afición por las supertortillas se ha acabado haciendo viral gracias a un artefacto de 80 huevos, 10 kilos de patatas y 2 kilos de cebollas —cocinado a la brasa con leña de olivo— al que él mismo le dio la vuelta en el aire con una sartén de hierro que, según cuenta, ya pesa 6 o 7 kilos por sí misma.
Lo más difícil, según dice, no fue voltearla, sino sacarla de la sartén. Pero el vídeo de su pequeña gran hazaña se ha compartido tantas veces que hasta ha recibido visitas de la televisión. Algo que le tiene sorprendido porque, al parecer, ya había hecho tortillas parecidas. “Lo que pasa es que mis clientes ya están acostumbrados y la mitad de las veces no le dan importancia”.
De Cazorla a Calanda
La suya no es la tortilla de patatas más grande que se ha hecho en España: en agosto de 2014, en Vitoria, Senén González preparó una de más de 5 metros de diámetro que, contra todo pronóstico, no consiguió batir el récord Guinness y que le valió muchas críticas al entonces alcalde de la ciudad, Javier Maroto. Pero a esa tortilla no le dieron la vuelta en el aire.
Eduardo Pérez lleva más de 40 años en Calanda, pero en realidad es de El Molar, una aldea que pertenece a Cazorla. Al preguntarle cómo consigue darle la vuelta a una tortilla tan pesada, de hecho, tira de recuerdos: “En Jaén hacemos migas de harina y hay que moverlas en la sartén de forma parecida, tirándolas para arriba. Pero es que, menos ir a la escuela, he hecho de todo. ¡Y de pequeño cogí muchas olivas! Soy un tío fuerte, de los de antes”.
La famosa tortilla la hizo el pasado viernes por la noche y en un par de horas ya se había acabado porque decidió repartirla entre los clientes que estaban en el local. “Los negocios son así. Un día ganas más y otro día ganas menos”, asegura. “Pero quería hacer algo diferente”.
Que siga el espectáculo
Ahora, de hecho, quiere batir su propio récord con una tortilla de más de 100 huevos. Para conseguirlo, eso sí, necesitará que le hagan —por encargo— una sartén de mayores dimensiones. Ganas, no le faltan porque lo de la hostelería, de hecho, es una vocación tardía, consecuencia de la pandemia.
“En el 88 monté una agencia de espectáculos. También organizo fiestas y soy promotor de conciertos. Ahora quiero traer a Ana Mena a Alcañiz”, explica. “Pero con lo del COVID no teníamos ni para bocadillos de mortadela y, como ya había trabajado en el comedor de la central térmica `[de Andorra], decidí coger el restaurante”.
Ahora compagina su trabajo como promotor y empresario (también tiene una fábrica de hielo) con su trabajo en la cocina, donde prepara “platos de la abuela”, siempre a la brasa: callos, pulpo, arroz con bogavante, lentejas... ¡Hasta la tortilla de patatas!
Carlos G. Cano
Periodista de Barcelona especializado en gastronomía y música. Responsable de 'Gastro SER' y parte del...