De 'La Que Se Avecina' a 'Sin Gluten': así funciona la receta del humor en serie

Madrid

Sin Gluten cuenta la historia de Ricardo (Diego Martín), un chef alcohólico que pierde su trabajo —y casi todo lo demás— por increpar a una clienta. "¡Que mal te ha sentado la estrella Michelin!", le dicen. Para redimirse, acaba dando clases de cocina para celiacos en una escuela a la que acuden chavales en riesgo de inclusión social.

El planteamiento inicial puede recordar a la película Campeones o a la serie Hit, y también comparte algunos códigos con La vida padre o con Enganchado, la biografía de Raül Balam Ruscalleda. Pero en su ADN también hay algo de La Que Se Avecina porque dos de sus creadores fueron guionistas de la exitosa serie de los hermanos Caballero. Sea como sea, Sin Gluten lo está petando, tanto en TVE como en Amazon.

"No somos presumidas, pero la audiencia en TVE ha sido brutal y en Amazon, un día después del estreno, ya éramos los número 1", explica en Gastro SER la guionista Araceli Álvarez de Sotomayor.

"La alergia al gluten es un mito"

La idea del proyecto, de hecho, se le ocurrió a ella: "Iba en taxi por Marbella y, pasando la zona de Puente Romano, vi que en un escaparate ponía 'Gluten Free' y me pareció un nombre buenísimo para una serie, así que lamé a Javi [Javier Aguayo]". El resto, ya es historia...

Una de las primeras frases que pronuncia el protagonista, de hecho, es que "la alergia al gluten es un mito". Algo que, seguramente, no le habrá hecho mucha gracia a los cientos de miles de celiacos que viven en España. Pero al chef, finalmente, no le queda más remedio que cambiar por completo de opinión. Lo mismo que Araceli Álvarez de Sotomayor...

"Yo antes era muy reacia a creerme las alergias alimentarias", reconoce. "Pensaba que tenía que ser algo psicológico. Pero vi un caso muy cercano, en el trabajo. Una compañera que estaba enferma y, realmente, cuando empezó a comer sin gluten le cambió el color y ganó peso".

Ego, solidaridad y postureo

La guionista cordobesa asegura que "la cocina da mucho juego" en la ficción porque se puede describir a un personaje mostrando "lo que come, lo que cocina o lo que disfruta". Pero, en el caso de Sin Gluten, su objetivo principal era entretener y divertir, mostrando cómo, a menudo, el estrés del día a día convive con las adicciones.

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También aparecen otras cosas. El actor Adam Jezierski, por ejemplo, encarna a Fred, un cocinero muy vanidoso que vive por y para el like, incluso a costa de instrumentalizar la solidaridad. ¿Una crítica velada al prototipo de chef estrella del siglo XXI?

"A veces escribes sin darte cuenta y acabas lanzando una crítica sin darte cuenta", responde Araceli Álvarez de Sotomayor. "La verdad es que no lo había ni pensado, pero es algo que pasa a veces... Yo, en realidad, a quien sí quería criticar era a los influencers. Vivir tanto hacia fuera es enfermizo. Las redes son el gran enemigo de la juventud y Fred no está por encima de nadie. Al revés, ¡es un pringao!".

Defectos y diversidad

Otro de los grandes aciertos de la serie es que, valiéndose de los códigos de la comedia, retrata nuestra diversidad y expone nuestros defectos. A la actriz Najwa Khliwa, que interpreta a Amina en la serie, por ejemplo, le gustaría ver en televisión más platos de otras cocinas ya muy presentes en España. Algo que ya ha pasado Sin Gluten, donde Jacinto (Antonio Resines), por ejemplo, prueba unos bananitos calados colombianos.

De padre marroquí y madre vasca, Najwa Khliwa explica que sus amigos le llaman morita, igual que al personaje de Sin Gluten, pero que lo hacen sin ninguna connotación racista: "Es la realidad y punto". Una situación que recuerda a la de otro personaje de ficción muy vinculado con la hostelería: el Machupichu de Aída, interpretado por Óscar Reyes. ¿Racismo en prime time o integración a través de lo cotidiano?

Araceli Álvarez de Sotomayor es partidaria de llamar a las cosas por su nombre y mostrar la realidad tal y como es. "Intentar obviar lo que hay fuera no funciona. Blanquear las cosas y hacer como si no pasara nada no hará que los problemas desaparezcan, al contrario. Yo soy partidaria de que se puede hablar de todo y aceptar que seguimos siendo muchas cosas malas: racistas, xenófobos... Todo el mundo tiene un punto chungo y creo que se sana a través de cosas como la ficción".

Esa misma filosofía, de hecho, ha sido una de las claves del éxito de La Que Se Avecina. "Todos tenemos un lado oscuro y de repente te puedes identificar en algo miserable con Antonio Recio. El secreto de la serie es que nunca nos censuraron. Hoy en día hay más censura que antes, a la hora de escribir humor. Ahora hay temas que no se pueden tocar o palabras que no se pueden decir. Eso, allí, no lo vivimos nunca y creo que la gente puede oler esa libertad y se divierte.