De Astrud a Ojete Calor: cuando el estribillo de la canción es un chiste
La música española está plagada de ironías, payasadas y juegos de palabras
La muestra 'Humor absurdo: una constelación del disparate en España' incluye obras de Los Ganglios o Hidrogenesse
Madrid
Una canción es buena cuando emociona, pero eso no pasa necesariamente por la nostalgia de un baladón, la rabia de un fraseo, la euforia de un tema bailable o la excitación del perreo. Hay letras graciosas. Muy graciosas. Tanto que incluso pueden acabar desatando carcajadas. La cuestión es que el humor, tal y como sostienen Carlos Ballesteros y Genís Segarra, de Hidrogenesse, se valora poco. ¿Será que, a la hora de escuchar música, nos gusta más el drama?
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En la historia reciente del pop español abundan los ejemplos: No Me Pises Que Llevo Chanclas, Los Toreros Muertos, Mojinos Escozíos… ¡Incluso el estribillo del Aserejé! La canción de Las Ketchup quizá sea el chiste más exitoso de la música española, aunque medio mundo se riese sin siquiera llegar a entenderlo.
En la escena indie también han proliferado la ironía y los juegos de palabras: Astrud, La Costa Brava, Love Of Lesbian, Los Punsetes… Hasta hay dos exmiembros de Muchachada Nui que cantan —Carlos Areces, en Ojete Calor, e Ignatius Farray, en Petróleo)— y últimamente hasta nos hemos reído con hits como Cayetano (Carolina Durante) o Kitt y los coches del pasado (Ladilla Rusa).
La banda catalana, de hecho, actúa este jueves en la inauguración de la retrospectiva Humor absurdo: una constelación del disparate en España, que puede verse del 31 de enero al 28 de junio en el Centro de Arte 2 de Mayo (CA2M) de Móstoles (Madrid). Y aunque el grueso de la muestra se basa en obras de pintura, cómic y televisión, su comisaria, Mery Cuesta, también ha incluido a grupos como Los Ganglios, Las Bistecs o Hidrogenesse.
“Hay dos grandes bandas que han vinculado el absurdo a su imagen: Los Toreros Muertos y Orquesta Mondragón. Ambas tendían a buscar el dislate y la ruptura de la lógica”, explica Cuesta. “A Hidrogenesse les hice un encargo bastante difícil: cerrar el recorrido con una especie de resumen… ¡Y han sabido condensarlo! En la última instalación hay tres fragmentos sonoros y uno de ellos, De qué se ríen los españoles, es una adaptación de El pasodoble de los esqueletos, sacado de un cortometraje de humor absurdo de los años 30”.
El monologuista Edgar Hita, que también lleva tiempo triunfando con su faceta musical gracias al proyecto Petardjs, asegura que “el binomio humor/música está poco valorado” y, aunque él reivindica a Juan Abarca (Mamá Ladilla), Los Inhumanos o "estrellas olvidadas" como Jesulín de Ubrique, cree que “tanto Ladilla Rusa como Ojete Calor están marcando un punto de inflexión” porque, entre otras cosas, ya pinchan sus temas “en cualquier discoteca normal”. Si quieres profundizar en el tema puedes suscribirte a nuestra lista 50 canciones para reírse en Spotify. Pero ahí va una selección comentada de algunas de nuestras preferidas:
El vertedero de São Paulo (Astrud)
Manolo Martínez canta en El vertedro de São Paulo que hay cuatro ejemplares de la biblia catalana interconfesional y que uno está un poco mordido, pero que los otros tres están en buen estado. También varias pruebas de evaluación de Windows Vista, filtros de carbón activo para el grifo y varias cepas de carbunclo empapando fotos de Natalia de Operación Triunfo. Especifica, además, que el vertedero de São Paulo "no es una metáfora". Imposible no reírse. ¡Obra maestra!
Señoras bien (Las Bistecs)
Distinguido con el Premio MIN al mejor videoclip de 2016, Señoras bien es el gran hit del electrodisgusting. Una crítica ácida y certera a esas mujeres del PP que "tienen poder pero siguen con la caspa encima y no pretenden cambiar nada sino vivir bien tomando té y acariciando un caniche". Una zasca épico (Capitalistas, chochocentristas [...] Neobaratas, antidemócratas / En el salón de belleza no tienen miedo a nada y si les dices algo, te mean en la cara) que Alba Rihe y Carla Moreno decidieron ilustrar disfrazándose en un decadente hotel de Acapulco. La crítica humorística, de todas formas, fue una constante en sus letras. En Caminante, por ejemplo, cantaban: "Caminante no hay camino sino autónomos que pagar".
Opinión de Mierda (Los Punsetes)
Los Punsetes son los reyes de la ironía, aunque esto es solo una opinión de mierda, claro. Sus estrofas están llenas de afirmaciones políticamente incorrectas, precisamente porque son los contrario a lo que la opinión pública dice desear, aunque la verdad esté más cerca de lo otro. Así, dándole la vuelta a las frases, sus canciones son puñetazos de realidad. Lo malo es que, una vez conoces sus temas, cuando te enfrentas a una de esas situaciones de las que hablan, en tu cabeza empieza a sonar el ritmo que toque en cada ocasión. Prueba con esta canción. No podrás escuchar ninguna opinión gratuita (y de mierda) sin oírla de fondo. Nos alegra mucho que no hayan dejado de tocarla en sus conciertos.
Cayetano (Carolina Durante)
Casi con la primera piedra de su proyecto, Carolina Durante se sacó de la manga el ya archiconocido Cayetano: una mueca directa a los pijos de muchos apellidos compuestos y con pegatinas de España en el casco de la motillo. Quizás pocas veces se ha pensado que este tema pueda compararse con otros de Las Bistecs u Ojete Calor, pero el humor no está reñido con escribir canciones que, en el fondo, pueden contar cosas muy serias (sino que se lo cuenten a La Costa Brava, que se marcó aquel icónico Adoro a las pijas de mi ciudad). Esta banda madrileña, que ya se ha recorrido toda la Península en dos años, coge el testigo irónico de Los Punsetes (apadrinados por su bajista Luis, alma mater del sello que les edita) y utiliza a Cayetano para explicar cómo es parte de la juventud que se sitúa en el espectro de la derecha. Por cierto, una canción que, con los últimos resultados electorales, ha mutado al "ahora votan a Vox, antes a Ciudadanos".
Viejoven (Ojete Calor)
Carlos Areces y Aníbal Gómez –Ojete y Calor, en ese orden– bien podrían tener en su despacho colgado el título de mejor banda de humor indie absurdo. Si aún no lo tienen... se pueden poner en contacto con nosotros y les hacemos una copia compulsada con el sello oficial de Fuego y Chinchetas. Ojete Calor tiene una sarta de temazos tronchantes pero a la vez necesarios. Tan necesarios como para gritar a los cuatro vientos, de la forma más sincera y ocurrente, tus sentimientos a esa persona que es Tonta gilipó o a aquellos que son unos bocachanclas con Opino de que (un tema que podría ser la versión 2.0 de Opinión de mierda de Los Punsetes). Nuestra preferida es Viejoven –término que más tarde los chanantes Joaquín Reyes y Ernesto Sevilla lo usaron para su show Viejóvenes– y que hasta el mismísimo Benjamin Button llegó a pedir como banda sonora de su película... bueno, de esto no estamos del todo seguros, pero molaría. Lo que sí que es cierto es que la RAE se frota las manos con los términos que se pueden sacar de esta cancion: viejoven, feapa, delgorda...
Ojo por diente (Klaus & Kinski)
Hace siete años que dejaron de subirse a los escenarios, pero Klaus & Kinski han dejado un legado difícil de superar si hablamos de humor negro indie, de hecho, solo hace falta mirar los títulos de algunas de sus canciones: Lo que no cura mata, Crucifixión, la solución, Mengele y el amor o Daño cerebral. Ingeniosos hasta para cantar una frase que seguro que todos hemos dicho alguna vez en la vida: Mamá, no quiero ir al colegio. Sin duda, la voz aterciopelada de Marina choca con las irascibles letras que escribía Alejandro. “Aunque te corten una pierna te querré / aunque te falte algún ojo, te querré / aunque gestes en tu vientre al hijo de Satán / te querría igual”, con esta retranca amorosa empieza una de nuestras canciones preferidas de la banda: Ojo por diente. Klaus & Kinski fue tan especial que incluso su despedida pareció una broma. Lo anunciaron en medio de un concierto en Madrid, mientras afinaban las guitarras entre canción y canción. Fue la última vez que les vimos. Pese a las bromas, iban muy en serio.
KITT y los coches del pasado (Ladilla Rusa)
KITT ha sido uno de los hits de 2019 y eso tiene una explicación clara: va directo a la patata. Las menciones a El Coche Fantástico, al bote de Brumel, al cassette de Junco y los míticos forros de bolas de los coches conectan con todos los que vivieron esa época loca que fueron los finales de los 80, principios de los 90. El humor hace el resto. Ese giro en mitad de la canción, que cambia toda la historia, es el cóctel perfecto para que este tema se haya hecho viral. Jose María (o Mariví) ya es uno más en cualquier grupo de amigos de este país. Como dicen ellos, Ladilla Rusa "está triunfando como los Chichos".
Disfraz de tigre (Hidrogenesse)
Hidrogenesse no podía faltar en la exposición de humor absurdo ni en esta lista de música para reír porque no han parado de hacer otra cosa desde hace 20 años. Podríamos elegir muchas de sus canciones pero Disfraz de tigre quizá es la que más puede descolocar tras una primera escucha. En una entrevista reciente a Fuego y Chinchetas nos contaban lo que se divirtieron componiéndola y cuál fue su fuente de inspiración, que no es otra cosa que la ingenuidad de un niño. A lo mejor ese es el secreto del humor absurdo: que es capaz de reconectar con esa parte infantil que no hemos perdido.
Es feo (Manos de Topo)
La voz llorosa de Miguel Ángel Blanca quería ser tan triste que, al final, hacía gracia (o resultaba insoportable). Un efecto que lograba también con sus hiperbólicas letras de amor y desamor (Prefiero irte a buscar a que vuelvas sola en metro / y besarte al despertar sin que importe tu aliento), y que encima remataba con doble ración de autoparodia en sus magistrales videoclips. De todos los caminos que llevan a la sonrisa, Manos de Topo optó por el del rubor y la estridencia, pero aunque hay quien siempre se los tomó a broma no hay duda de que acabaron siendo una de las bandas más destacadas de la pasada década. A su segundo disco, por cierto, le pusieron por título El primero era mejor. No está claro si eso también era broma.