Más allá del pulgón verde del melocotonero: un día con agricultores de Aniñón
Problemas y preocupaciones a pie de campo de los agricultores y cooperativistas de un pueblo de la comarca de Calatayud rodeado de cerezos, melocotoneros, cieruelos, almendros, olivos y vides.
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Aniñón
En el pueblo de Aniñón, en la comarca aragonesa de Calatayud, viven alrededor de 700 personas, más o menos. Presume de templo gótico-mudejar, la iglesia de Nuestra Señora del Castillo. Desde lo alto, pueden contemplarse los barrancos y arroyos que bajan de la Sierra de la Virgen hasta el Ribota cuando hay nieves. Y este año las ha habido.
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Las lomas y desniveles están plantados de viñedos, almendros, olivos y frutales ahora deshojados. Es tiempo para preparar las tierras y la poda y, desde el amanecer, hombres solos suben hilo arriba y bajan, arboleda abajo por minifundios salpicados de ramaje y flores silvestres.
En la Cooperativa 'Niño Jesús', cuidan del vino, denominación de origen Calatayud y del aceite de oliva virgen extra, mientras esperan que el tiempo y los agricultores hagan su trabajo hasta la próxima recolección de frutas. Mueven una media de seis millones de kilos de cerezas, melocotones, ciruelas, manzanas por España, Reino Unido, Francia, Italia, Holanda y Alemania.
Así se ven y exteriorizan los problemas de la agricultura desde aquí.
Severino Donate
Llegó a la SER en 1989. Ahora hace reportajes.