El Supremo vuelve a respaldar a Manos Limpias en su ofensiva para sentar en el banquillo a Garzón

Nuevo guiño del magistrado del Tribunal Supremo Luciano Varela a los querellantes que quieren sentar en el banquillo a Garzón por haber investigado los crímenes del franquismo. Varela ha aceptado los argumentos de Manos Limpias para que la Falange Española de las JONS cuente con un abogado propio, distinto del que comparten este pseudosindicato y la Asociación Libertad e Identidad. Además le impone una fianza de 6.000 euros.

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La doctrina del Supremo siempre ha sido que los querellantes vayan bajo una única dirección letrada porque, según ha venido reiterando el Alto Tribunal, "la actuación de cada querellante con su propia representación supone un sacrificio injustificado del derecho a una rápida respuesta judicial" Sin embargo, Luciano Varela sostiene que en el estado actual en el que se encuentra la causa contra Garzón se conjura este riesgo.

En su auto justifica esta decisión en el hecho de que los intereses que mueven a la Falange Española de las JONS y a las otras dos asociaciones no son los mismos. En concreto, Varela asegura que hay "una diversidad de planteamientos entre los que han mostrado las partes ya personadas y los de la ahora admitida"

Doble vara de medir

El Supremo admitió a trámite la querella que presentó Manos Limpias contra el Juez Garzón por un presunto delito de prevaricación cometido al haber investigado los crímenes de la guerra civil y el franquismo. El Alto Tribunal le impuso una fianza de 6.000 euros. Después fue el turno de la asociación Libertad e Identidad. El Supremo acumuló la querella porque reflejaba unos hechos idénticos a los de la ya aceptada. Le impuso una fianza de 3.000 euros porque ambos colectivos acudirían al proceso con el mismo abogado. Nadie contaba con que la Falange Española de las JONS presentara otra querella idéntica, pero lo hizo. El Supremo no tuvo más remedio que admitirla a trámite pero ha preferido evitar que la Falange Española de las JONS vaya de la mano del mismo abogado que Manos Limpias y Libertad e Identidad. Así lo pidió Manos Limpias, al entender que a la Falange le movían intereses ideológicos y políticos, mientras que a ellos no.

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