Preferentes y deuda subordinada: el dolor de cabeza de miles de ahorradores
Los clientes de cajas nacionalizadas acumulan más de 8.000 millones de euros en estos productos financieros complejos
Mientras los afectados exigen una solución colectiva sin éxito, avanzan las reclamaciones individuales por la vía del arbitraje o acudiendo directamente a los juzgados.
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Para quitarse de encima esos títulos los clientes tienen básicamente tres opciones, aunque casi siempre con un coste asociado. La primera es el canje que han ofrecido muchas entidades. Básicamente consiste en cambiar preferentes y subordinada sin salida por otros productos financieros como bonos, depósitos o acciones corrientes, pero generalmente a cambio de perder parte de lo invertido. Es una alternativa en las entidades sin ayudas públicas, pero una obligación exigida por Bruselas en el caso de las nacionalizadas: Bankia, CatalunyaCaixa y NovaCaixaGalicia; y que los afectados quieren parar en la Audiencia Nacional. Estos tres grupos bancarios acumulan casi cuatro de cada diez euros invertidos estos títulos -8.397 millones de euros-, según el informe de la comisión de seguimiento que ha creado el Gobierno.
La segunda alternativa es el arbitraje. Es el mecanismo que se puso en marcha para encauzar las reclamaciones por irregularidades -intentando también evitar un colapso en los juzgados- y que en todo caso no supone renunciar a la vía judicial. Por esta opción se han decantado 130.272 clientes de los bancos nacionalizados. De esas reclamaciones una de cada cinco ha sido admitida y 18.101 han concluido con un laudo favorable a los tenedores.
Y luego está el pleito, la opción más lenta. Los bancos controlados por el Estado se enfrentaban en abril a 2.366 reclamaciones judiciales. De ellas el 93% están pendientes de resolución. En las 59 que ya tienen sentencia, los jueces han dado la razón mayoritariamente a los clientes -55 recibieron sentencias favorables-. Es decir solo 4 litigantes han perdido el juicio, a los que hay que sumar los 3 casos en los que el juez decidió archivar el caso.
Pero la resolución individualizada de cada conflicto está dando lugar también a casos curiosos. El último ayer mismo en la provincia de Cádiz. Allí seis afectados optaron por denunciar los hechos ante la Guardia Civil. Reclamaban 240.000 euros y bastó la apertura de diligencias por un delito de estafa para que CaixaBank aceptara reembolsar toda la inversión a los ahorradores. Tenían baja formación financiera, un perfil inversor conservador y edad avanzada.
El contraste lo ofrecen los preferentistas de Bankia, la entidad que acumula uno de cada cinco euros invertidos en estos productos llamados híbridos -o mejor dicho que acumulaba-. En este caso participaciones preferente y deuda subordinada que ya han sido canjeados por acciones. Un proceso en el que ya tuvieron que asumir una quita. Ahora, si quieren hacer líquidos sus menoscabados ahorros de forma inmediata, tendrán que volver a perder. El motivo: el desplome del precio de la acción en la bolsa y que ya investiga la Comisión Nacional del Mercado de Valores.
Javier Alonso
Periodista. Licenciado por la Facultad de Ciencias de la Información de la Univesidad Complutense de...