La infanta Cristina ha acudido este jueves a la a la misa conmemorativa del centenario del nacimiento de su abuelo, don Juan de Borbón, tras la polémica suscitada por el informe supuestamente erróneo de la Agencia Tributaria y un mes y medio después de que el juez que instruye el «caso Nóos» decidiera imputarla. Cristina de Borbón ha asistido este jueves a la misa que se ha celebrado en el Palacio Real para recordar que se cumplen cien años del nacimiento de su abuelo, don Juan de Borbón. La infanta ha entrado en la capilla del Palacio Real donde se ha celebrado la misa tras su hermana, la Infanta Elena, y el primogénito de ésta, Felipe Juan Froilán de Todos los Santos. Es la primera vez desde 2011 que hija del rey acude a un acto oficial y con un semblante sonriente, ha saludado al arzobispo castrense, Juan del Río y ha entrado en el templo. A las hijas del rey les han seguido los Príncipes de Asturias. El rostro serio de la princesa Letizia ha contrastado con la sonrisa de la infanta Cristina, semblantes que se han repetido a la salida de la capilla, tras la misa. Los últimos en entrar y los primeros en abandonar la capilla han sido los reyes. Don Juan Carlos, aunque ha caminado con ayuda de dos muletas, ha presentado un aspecto más ágil, fruto de sus horas de rehabilitación. Los reyes han presidido la ceremonia desde un dosel litúrgico, mientras que los príncipes han permanecido en dos sillas situadas a su derecha. Mientras tanto, las hijas de los monarcas se han situado en la primera fila de bancos, la más cercana al dosel, frente al altar, en la que también estaban las hermanas de Don Juan Carlos, las infantas Pilar y Margarita. Cristina de Borbón ha acudido sin su marido, Iñaki Urdangarin, apartado de la actividad de la Casa Real por su conducta «no ejemplar» y sin ninguno de sus cuatro hijos y ha ocupado un sitio entre la infanta Pilar y su sobrino, Felipe Juan Froilán de Todos los Santos, que ha sido el único de los nietos de los reyes que ha acudido a la misa por su bisabuelo. Finalizada la misa, la infanta Cristina se ha sumado al refrigerio organizado por el Palacio Real en las salas de María Cristina del Palacio Real para permitir que los invitados pudieran saludarse y conversar. La reaparición de la hija del rey, 20 meses después de su última actividad oficial, se ha producido en medio de la polémica por el informe supuestamente erróneo de la Agencia Tributaria sobre ventas de fincas y tierras que la infanta niega haber realizado. El ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, pidió este miércoles disculpas a la Casa Real por algo que calificó de «error». Un año después de la última presencia del matrimonio Urdangarin-Borbón en un acto oficial, la Casa Real anunció que, desde ese día, el «núcleo central» de la Familia Real quedaba restringido a los reyes y los príncipes. Esa decisión se visualizó con la ausencia de la Infanta Elena de la tribuna presidencial desde la que los monarcas y los Príncipes de Asturias siguieron el desfile militar. Doña Cristina ha vuelto a un acto oficial un mes y medio después de que el juez que instruye el «caso Nóos» decidiera imputarla, el 4 de abril, por su supuesta «cooperación necesaria» en los delitos que habría cometido su marido. La Audiencia de Palma levantó esta imputación el 8 de mayo.