La era del pago inmediato despega en tiempos de COVID-19: así se reinventan los comercios por la crisis

Madrid

La pandemia de la COVID-19 se ha llevado a muchos comercios por delante. Después de meses y meses sin poder abrir de cara al público para evitar la propagación del virus, gerentes de miles de negocios de todo el país se han visto obligados a bajar la persiana antes de tiempo ante la imposibilidad de seguir adelante por falta de ingresos. Una situación que también ha provocado el nacimiento de nuevas ideas, la creación de nuevos negocios e incluso la reinvención de algunos comercios que han explotado nuevas ideas para salvar la debacle. 

Entre ellas la de Miguel Justo, quien decidía poner en marcha una iniciativa hace aproximadamente un año para salvar a su restaurante de la quiebra. Tras la decisión del Gobierno de cerrar la hostelería para evitar la propagación de la COVID-19, y después de un mes y medio de cierre sin recibir ningún tipo de ingreso, Miguel se veía obligado a cerrar el restaurante LAR de Bilbao. Fue entonces cuando decidió poner en marcha una iniciativa que le permitiría salir adelante y hacerse viral hasta el punto de llegar a medios de carácter internacional.

El pago instantáneo como respuesta a rescatar un restaurante al borde de la quiebra 

Una iniciativa que consistía en ofrecer un bono prepago de menús a sus clientes habituales para disfrutarlos cuando el restaurante pudiese volver a la actividad.  De esta manera, podrían adquirir cinco menús por 200 euros y diez menús por 300 a canjear tras la reapertura del local. Después de mandar un mensaje a través de WhatsApp a quienes frecuentan habitualmente el restaurante, el gerente del local comenzó a recibir el apoyo de todas aquellas personas a las que ha ido sirviendo durante todos estos años en forma de ingresos a través de plataformas como Bizum. Y es que, en una época en la que el dinero físico ha quedado relegado a un segundo nivel, plataformas como Bizum se han convertido en una alternativa real al pago tradicional. 

En cuestión de días, Miguel comenzó a recibir ingresos a través de Bizum hasta superar la barrera de los 28.500 euros. Una situación atípica que llamaba la atención de la plataforma de pago instantáneo, quien le advertía a través de un mensaje que había superado el límite de transferencias diarias: "La persona a la que intentas enviar una transferencia debe ser muy querida porque no puede recibir más dinero".

"Fue un refuerzo a la autoestima", recuerda. Una autoestima que volvía a caer meses más tarde después de un segundo cierre. Una vez más, las medidas para hacer frente a la COVID-19 llevaban a Miguel a un segundo cierre y a ver nuevamente con incertidumbre el futuro de su restaurante. Una vez más, Miguel volvía con una segunda iniciativa con el objetivo de rescatar su local. Y, una vez más, el pago instantáneo volvía a ser fundamental para salvar la situación. En esta ocasión, el dueño del local ponía en marcha una nueva iniciativa mediante la que pretendía vender mil tortillas. Y volvió a conseguirlo. Un reto que se cumplía el último día, cuando un cliente compró las 200 tortillas que quedaban para conseguir el objetivo.

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La historia del restaurante LAR un año después: esta es su situación tras tres cierres

Un año más tarde, y después de superar tres cierres para hacer frente a la COVID-19, el restaurante LAR continúa sobreviviendo al vendaval. Sin embargo, Miguel nos explica que cada vez está siendo complicado: "La situación ha ido a peor. Del primer KO te levantas normalmente antes de que termine la cuenta atrás, del segundo puedes levantarte o no y del tercero ya cuesta más. En Euskadi nos están dando muy duro". El gerente del local recuerda que tiene que seguir manteniendo las cargas sociales y que las reservas han caído a un 25%. No obstante, sigue remando a contracorriente ofreciendo nuevos servicios como los menús para llevar.

Mientras tanto, y sin hacer mucho ruido, el pago instantáneo se ha instaurado en su restaurante. También en cada vez más comercios, quienes han comenzado a ofrecer esta opción de pago por distintos motivos. Mientras que algunos lo hacen por no tener que pagar la cuota mensual del datáfono y la comisión basada en el volumen de pagos recibidos otros, como Miguel, lo han hecho ante la demanda de una sociedad que ha ido dejado el pago tradicional a un lado para darle una oportunidad al electrónico.

Desde las iglesias hasta los comercios electrónicos

En declaraciones a la Cadena SER, el director de Desarrollo de Negocio de Bizum, Fernando Rodríguez, explica que a raíz de la pandemia han surgido dos nuevos casos de uso de la plataforma que hasta entonces no habían explotado. Por una parte las donaciones a ONGs y, por la otra, el comercio electrónico. Respecto al primero, Rodríguez nos explica que actualmente trabajan con 3.500 organizaciones de las cuales 1.000 son parroquias: "Las parroquias han visto la posibilidad de instaurar el cepillo electrónico para que, aquellas personas que no lleven dinero encima, puedan pagar".

Sobre el ecommerce, Rodríguez cuenta que cada vez son más los comercios que deciden abrir una opción para vender online. Algunos ante la imposibilidad de mantener el alquiler del local y otros para facilitar la vida a una sociedad que cada vez piensa más en el comercio electrónico: "Hemos notado un interés muy grande por parte de este sector". 

El pago electrónico se dispara en España durante la pandemia

Después de ser la gran economía del euro en donde más dinero en efectivo se utilizó en 2019, la sociedad española decidía dar un salto a lo digital tras lo acontecido a lo largo de 2020. Según un estudio publicado por el Banco Central Europeo el pasado mes de diciembre, el pago electrónico en nuestro país se ha disparado durante estos últimos 12 meses. A pesar de que sigue siendo una de las economías que más utiliza el pago convencional (83% por el 73% de la media europea), España ha sido uno de los países en los que se ha presenciado un mayor incremento de estas nuevas vías de pago.

En el informe Pulso Digital desarrollado por Adevinta, se extrae que uno de cada tres los españoles y españolas que realizan compras a través de internet cada semana. No solo por la comodidad que supone adquirir productos desde casa, sino para evitar un posible contagio por la COVID-19. En definitiva, la pandemia ha acelerado la implementación del pago digital e instantáneo en la sociedad española. A pesar de que el dinero en efectivo no esté destinado a desaparecer, el digital ha llegado para quedarse y para convertirse en una herramienta social que nos permitirá reformar el comercio tal y como lo conocíamos.