Rajoy exigía a Villarejo los avances de la investigación por SMS
El comisario jubilado afirma que el presidente del Gobierno tomó la iniciativa de reclamarle novedades sobre el espionaje y destrucción de pruebas a Bárcenas, y que le pedía la confirmación de las pesquisas ejecutadas por Interior y el CNI
José Manuel Villarejo involucra a Rajoy, Soraya Sáenz de Santamaría, Jorge Fernández Díaz, María Dolores de Cospedal, Francisco Martínez e Ignacio Cosidó
El comisario jubilado José Manuel Villarejo a su llegada a la Audiencia Nacional de Madrid para declarar por la ‘Kitchen’. / Alberto Ortega (EUROPA PRESS)
El comisario jubilado José Manuel Villarejo ha afirmado este viernes ante el juez que instruye el supuesto operativo ilícito para la destrucción de pruebas sobre la caja b del PP que tuviera Luis Bárcenas, que era “imposible” llevar a cabo una operación como esta sin la orden directa del entonces presidente del Gobierno, Mariano Rajoy. Afirma que, en su experiencia en tareas de inteligencia, siempre ha sido así: este tipo de operativos no solo son conocidos por el presidente del Ejecutivo, sino autorizados.
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El comisario jubilado ha relatado que le dieron dos teléfonos para estar en contacto directo con Rajoy, y que era el propio presidente del Gobierno quien le escribía mensajes SMS para pedirle que le contara los avances de la investigación sobre el espionaje a Bárcenas, o para que confirmase las líneas de investigación que le trasladaban o el Ministerio del Interior o el Centro Nacional de Inteligencia.
Villarejo se ha comprometido a aportar esos números de teléfono. Siempre ha afirmado que, entre sus efectos intervenidos por los agentes, se encuentran encriptados los mensajes del presidente, que podrá mostrar cuando pueda acceder.
Villarejo ha insistido también en la implicación de Ignacio Cosidó, que fue quien le captó al inicio de la operación por “interés” del presidente, y de Soraya Sáenz de Santamaría, con ascendencia en el CNI, involucrado de lleno en la Kitchen.
También ha confirmado las reuniones con Cospedal en la sede del PP, a las que llegaba desde la acera de enfrente y por el garaje, con el coche oficial de la propia Cospedal.
