Teror

Hay asuntos más trascendentes sobre la mesa en lo político y en lo económico, pero no en lo social. Porque vivimos en unas Islas en las que (afortunadamente) son las emociones las que nos dan el impulso necesario para afrontar el día a día. Caminar hasta Teror cada 8 de septiembre o gritar un gol en las gradas del Heliodoro (en los tiempos que corren) son dos de esas emociones que tocan de lleno el corazón... Corazones que verán alterados sus ritmos esta semana también son los de los 240.000 escolares que volverán a madrugar, porque se acabaron las vacaciones y es hora del reencuentro con compañeros, profesores y libros. Corazones rotos nos encontramos en los dirigentes del PSOE de La Gomera, que por mucho apoyo que hayan recibido de toda su ejecutiva regional durante las fiestas colombinas, saben que frente al rey Curbelo, ellos poco o nada tienen que hacer. Y corazones que saben que no hay batalla perdida hasta que no hay sangre en la piel, son los de los dirigentes de Comisiones Obreras y UGT, que volverán a salir el miércoles a las calles de estas Islas para pedir que la reducción de la jornada laboral a 37 horas y media semanales se haga de una vez por todas y (además) se haga por ley. Por lo demás, un poquito más de lo mismo: debate absurdo sobre los beneficios de la condonación de la deuda (absurdo, porque lo único que se hace es vestir un machango para que Cataluña salga ganando); cabreo monumental de los movimientos ecologistas por el inicio de las obras del circuito del motor en Tenerife después de 35 años de batalla y la aparición en escena de un decreto ‘omnibus’ canario. Cuando le preguntan a Ángel Víctor Torres por el asunto, Torres aparca su canariedad, se viste de ministro y le recuerda a Clavijo que es el Gobierno de España quien tiene la sartén por el mango.