Arrobas de ibérico
Con el cerdo ibérico como reclamo, el restaurante del Grupo Montesierra reabre con nueva gestión y estilo
Jerez de la Frontera
Quince Arrobas está de vuelta. La empresa responsable, el Grupo Montesierra, ha aprovechado los largos meses del confinamiento para darle un giro al restaurante de la avenida Duque de Abrantes, que hace ahora dos meses iniciaba otra etapa con nueva gestión y bastantes novedades tanto en el fondo como en la forma.
Con el cerdo ibérico en el centro, el establecimiento se ha reinventado para que la excelente materia prima habitual de la firma luzca como nunca. Esa transformación incluía inevitablemente un giro en la decoración. El estilo austero y excesivamente simple ha dado paso a un espacio más formal y acogedor. Hay una zona de tapas, que además de la barra incluye un espacio con mesas altas con taburetes y otro con mesas bajas. En la parte reservada a comidas las mesas están vestidas con mantel blanco y la presencia de jardineras con plantas aporta a la estancia alegría y frescura. El local está bien insonorizado gracias a unos paneles de techo tapizado con motivos florales que contrastan con el color negro del techo y le da un toque desenfadado.
El arranque de esta nueva etapa para Quince Arrobas no está siendo sencillo. Desde su apertura se ha nutrido de muchos de los visitantes que acuden a la Real Escuela, pero la caída del turismo internacional y la reducción a la mitad del aforo para los espectáculos están pasando factura. En plena reinvención, tratan de sacar mayor provecho de la terraza exterior, sobre todo por las noches cuando el tiempo lo permite.
La carta es muy similar la que ya conocíamos. La llegada de Fermin Anguita a la dirección ha potenciado la presencia de pescado, pero en un 80% está formada por productos de Montesierra, a los que en la cocina el inglés Robert da un tratamiento bastante óptimo. Además, ahora en otoño, habrá algunas novedades, con la vuelta de los guisos del día, la recuperación el arroz negro que hacían antes o la llegada de la temporada de alcachofas.
Los entrantes lo forman una decena de chacinas de Montesierra, que van desde el jamón ibérico de la gama alta de Martín Hierro hasta la caña de lomo de bellota, el lomito ibérico, salchichón, chorizo, butifarra, morcón. De la carta de verano permanecerán todo el año las ensaladillas de gambas y la de ibéricos, el tartar de salchichón, un carpaccio de presa ibérica o el steak tartar de solomillo ibérico. Desconozco si al tartar de atún le darán descanso, pero deben estar orgullosos porque aparece por duplicado en la carta plastificada que tengo en mis manos.
De los entrantes calientes me llaman la atención las mollejas a la plancha, el pan bao con estofado ibérico, el brick de carrillada o el San Jacobo de bellota. Además, tienen cuatro entrantes de pescado: boquerones fritos, tartar de atún, anchoa y lomo limpio de bacalao en aceite de oliva.
Hay una interesante selección de las excelentes carnes de bellota de Montesierra que trabajan de manera notable en horno de leña. Ofrecen también arroces. Con costillas, con aves de caza en temporada o risotto con champiñones y carrillada. Por encargo es posible disfrutar también de cochinillo y cabrito. Más de medio docena de montaditos y tostas y una interesante gama de postres caseros elaborados por Pilar Benítez completan la oferta del restaurante.
Me apetece acompañar el almuerzo con un amontillado de Cayetano del Pino, que en relación calidad-precio es de lo mejor que encontramos últimamente. Es dífiicil equivocarse si comenzamos con media ración de jamón ibérico de bellota de la gama alta de la casa cortado a cuchillo y acompañado de regañás, y con otra media de lomito ibérico servido en un plato de pizarra con papel de estraza.
Continuamos con un steak tartar de solomillo ibérico potente de aliño y equilibrado de sabor. Sorprendente el resultado. Bastante bueno también un carpaccio de presa ibérica perfectamente ejecutado y correctamente acompañado por virutas de queso viejo y brotes. Fuera de carta han improvisado unas taarrieras, muy típicas de Puente Genil, de donde es Eugenia, una de las cuatro personas que forman parte del equipo de cocina. Son una patatas cocidas con gambas al ajillo, salsa alioli y pimentón. Interesantes y firmes candidatas a ingresar en la carta de otoño-invierno, aunque si se mejora la calidad del marisco el resultado final lo agradecerá más aún.
La excelente materia prima de las carnes de bellota de la casa y el buen tratamiento que le dan quedan fuera de toda discusión con sendas piezas de pluma y de presa ibéricas. Buenos cortes de unas carnes jgosas y muy sabrosas con un punto ideal de horno y de sal en escamas. Acompañamienot clásico con patatas, pimientos de cuerno de cabra y tomates con un golpe de horno.
quince arrobas (puntuación: 6,5)
— Avenida Duque de Abrantes, (Urb. Divina Pastora) blq 2 Local derecha 11407 Jerez (Cádiz). Horario: Martes a jueves de 8:00 a 17 y de 20:30 a 23:00. Viernes y sábado de 8:00 a 17:00 y de 20:30 a 00:30. Domingos, de 8 a 17 y de 20.30 a 23.30. Teléfono: 956 33 48 66. Web: las15arrobas.com Precio medio por persona: 20-35 euros.
Cerramos con un merengue de limón muy untuoso y un café solo Mocay sin azúcar. Contar con un producto de primera categoría va a seguir siendo el principal aval de Quince Arrobas en su nueva etapa. A poco que la nueva dirección vaya dando con la tecla, el restaurante debe ir dando mucho más de sí.