Así es la quesería riojana preparada para el fin del mundo en la que vive una Kardashian

La ganadora del premio al Mejor Proyecto Emprendedor Femenino en el Mundo Rural reivindica el invisibilizado papel de las mujeres y critica que se está "sobrelegislando"

Quesos de Roca de Cabra, en la cámara de maduración.

Cadena SER22/02/2023 - 17:44 UTC

Madrid

Sus quesos no se pueden comprar on line y tampoco se encuentran en las mejores tiendas gourmet de Madrid o Barcelona, así que el que quiera probar los productos de Roca de Cabra no va a tener más remedio que acercarse a Ortigosa de Cameros (La Rioja). El viaje, de todas formas, valdrá la pena porque, más allá de la gran oferta gastronómica y enoturísitca de la zona, esta pequeña quesería —que también se puede visitar— está a 1.200 metros de altura, en el paraje de La Roncea, en plena naturaleza.

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"Somos la única quesería de La Rioja con ganadería propia", explica Alicia Fernández, quien acaba de recibir el premio al Mejor Proyecto Emprendedor Femenino en el Mundo Rural, dotado con 5.000 euros y concedido por la Federación de Asociaciones de Mujeres Rurales (Fademur) en la colaboración con el Proyecto Clea de la Bodega Bardos (Vintae).

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Roca de Cabra cuenta con un rebaño de unas 200 cabras que pastan en libertad y a las que ordeñan cada día antes de que salga el sol. Con su leche elaboran queso fresco, curado y semicurado (con cava o vino de Jerez, entre otras variedades), cremas untables y también yogures naturales. Hasta ahí, todo normal. Pero resulta que, además de estar equipada con placas solares y un molino de viento, esta empresa riojana es la única del sector agroalimentario español autorizada para utilizar agua de lluvia. "Podríamos sobrevivir al fin del mundo!", bromea Alicia Fernández, en Gastro 25.

"Siempre ha sido muy tetona"

Algunas de las cabras tienen nombre. "Kardashian siempre ha sido muy tetona", explica la quesera riojana. "Tenemos jefas, estrellitas... El nombre suele depender una mancha o de su carácter. A Malaleche, por ejemplo, a veces la tenemos que apartar porque pega a todas las demás. Pero Matías, mi compañero, se pone a ordeñar y sabe de inmediato qué cabra es".

Entre los clientes de la quesería figuran dos de los grandes referentes de la gastronomía riojana: el restaurante Venta Moncalvillo (una estrella Michelin) y la heladería Dellasera. Pero el proyecto empezó desde cero hace apenas 16 años: "Estábamos hartos de Barcelona y, después de unas vacaciones de Navidad, decidimos quedarnos a vivir ahí", explica Alicia Fernández. "Nos dieron algo de leche de cabra y empezamos a hacer queso por probar, como una afición".

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Las cabras de la quesería, pastando en libertad (Roca de Cabra).

La dedicación, como suele suceder en muchas explotaciones familiares, es casi absoluta: "Trabajamos 17 horas al día, pero te lo tomas de otra forma. No tenemos el estrés de la ciudad. Al estar al aire libre, es otra cosa. Y a veces tienes cierta sensación de vacaciones porque, realmente, si es época de moras te puedes ir a coger moras. O setas... La vida se confunde con el trabajo, pero disfrutas de todo ello".

"Se está sobrelegislando"

"El mundo rural es complicado porque se está sobrelegislando y ese es un gran problema. ¡Ya no se puede hacer nada! Todo son papeles y permisos... ¡Parece que estemos montando centrales nucleares! La Administración quiere tener todo controlado, pero nos pasa a nosotros todo ese trabajo, y nosotros nos dedicamos a hacer queso, no a rellenar papeles".

La ganadora del Premio del Proyecto Clea también reivindica el papel de las mujeres en el mundo rural. "Siempre ha sido el hilo conductor. Siempre han estado ahí, pero siempre detrás. Los que hacían negocios eran los hombres, pero sin su mujer no podían hacer nada porque eran ellas las que se encargaban de los papeles, de la casa, de los hijos... y tenían menos visibilidad. Algo que, por suerte, está cambiando".