Pedro Sánchez, investido presidente con 179 apoyos: todo el Congreso menos PP, Vox y UPN
El candidato socialista ha logrado ser investido en primera vuelta con mayoría absoluta en un pleno en el que Feijóo y Abascal se han quedado prácticamente solos en su rechazo a la amnistía
Pedro Sánchez siguiendo el pleno de su investidura desde su escaño del Congreso / Europa Press
Madrid
Pedro Sánchez ha sido investido presidente del Gobierno con 179 votos a favor, por lo que ha superado en tres la mayoría absoluta del Congreso de los Diputados. Como estaba previsto después de semanas de negociaciones del PSOE con las distintas formaciones, todo el arco parlamentario excepto PP, Vox y UPN le ha dado su apoyo. La ley de amnistía ha protagonizado los dos días de pleno pero también en eso se han quedado prácticamente solas esas tres fuerzas, que han sido las únicas que la han criticado con dureza. Así, este viernes a las 10 de la mañana está previsto que Sánchez prometa su cargo ante el rey Felipe VI.
En su discurso de investidura, Sánchez defendió la amnistía "en nombre de España y en defensa de la concordia entre españoles" y expuso todos los compromisos del futuro gobierno de coalición, incluidos algunos anuncios como la gratuidad del transporte para menores, jóvenes y desempleados y la extensión de la rebaja de IVA a alimentos hasta junio de 2024.
El candidato a la investidura cargó contra "la derecha reaccionaria" en numerosas ocasiones pero cuando les tocó el turno al líder del PP, Alberto Núñez Feijóo, y al de Vox, Santiago Abascal, su tono fue mucho más bronco. El primero acusó a Sánchez de "corrupción política" e insistió en la repetición electoral argumentando que lo que se había llevado al Congreso "no se votó en las urnas". El líder de la ultraderecha fue todavía un paso más allá comparando al candidato con Hitler y acusándole de dar un "golpe de Estado". Ya este jueves, el diputado de UPN Alberto Catalán, que también ha votado en contra de la investidura, también ha sido muy crítico con la amnistía y ha señalado que "España no puede ser gobernada por aquellos que quieren acabar con ella".
Todos los partidos nacionalistas han sido muy críticos con la derecha, especialmente, con el PP. Han tirado de hemeroteca para recordar pactos en el pasado con catalanes y vascos y el portavoz de ERC en el Congreso, Gabriel Rufián, leyó declaraciones de líderes populares como Aznar, Casado o Rajoy, en las que ya aseguraban que "España se rompe". El diputado cree que siempre han dicho esto "cuando han perdido". El PNV también está convencido que "la amnistía es una excusa para convocar unas nuevas elecciones".
Junts finalmente no ha dado ninguna sorpresa a la hora de votar pero este miércoles sembraba las dudas tras manifestar su descontento con el discurso de Sánchez: "Con nosotros, no tiente la suerte porque no le servirá. Su discurso no ha sido valiente", espetó a Sánchez la portavoz del partido, Míriam Nogueras, al comienzo de su intervención.
Este jueves, en contraposición a Junts, la portavoz de EH-Bildu, Mertxe Aizpurua, anunciaba el apoyo de la formación a la investidura "sin juegos, especulaciones, amagos y advertencias" pero le ha recordado a Sánchez que su apoyo "no es un cheque en blanco" y que exigen más avances en el soberanismo y los derechos sociales.
Mientras, Coalición Canaria y el BNG han preferido centrarse en destacar los beneficios que sus acuerdos con el nuevo gobierno les traerá a sus comunidades. La diputada canaria, Cristina Valido, ha hecho una escueta mención a la amnistía —de la que su partido es contrario a pesar del voto a favor de la investidura— para lanzar un deseo: "Ojalá volvamos a la senda de la convivencia y el entendimiento. Ojalá todo lo que usted está haciendo sirva para ello", ha dicho mirando a Sánchez. Antes de despedirse, expresaba otro anhelo: "Les voy a pedir un favor a todos, fundamentalmente a los dos grandes partidos: bajen la crispación. No pongan en peligro la libertad y la democracia que tanto nos costó conseguir, porque normalmente los monstruos vienen despacito y sin que nadie los vea", ha sentenciado.
De la "fruta" de Ayuso al misterio de Aitor Esteban: los momentos que quedarán para el recuerdo
Esta investidura va a ser recordada por varios motivos. Este miércoles, alrededor de medio millar de personas se concentraron a las puertas del Congreso en protesta por la amnistía y este jueves la zona estaba más tranquila pero un grupo de diputados del PSOE han denunciado un ataque con huevos cuando se dirigían a la Cámara Baja. "No es tolerable... ¡no nos van a callar!", decía horas después Patxi López desde la tribuna y la bancada socialista dedicaba un aplauso al diputado por Teruel Herminio Sancho, una de las víctimas de esa agresión.
También hay varias frases de estos dos días de pleno que van a quedar para el recuerdo. Desde la cita que Feijóo atribuyó a Machado que en realidad era de Ismael Serrano hasta la misteriosa frase con la que Aitor Esteban dejaba caer las fuertes presiones del PP para que el PNV votara a favor de la investidura de Feijóo: "Algún día contaré lo que nos llegaron a ofrecer".
Pero sin duda uno de los momentos más comentados ha sido el insulto de la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, a Pedro Sánchez. El candidato a la investidura la mencionó durante su discurso: "Evacuar al señor Casado en un golpe de mano y echar por tierra a ese caso de corrupción de la señora Ayuso", dijo y las cámaras enfocaron a la presidenta. Todo el mundo coincidía en lo mismo: le había llamado "hijo de puta". En un primer momento, su equipo lo desmintió. Aseguraban a El País que había dicho "me gusta la fruta" pero más tarde reconocían a la Cadena SER que sí le había insultado: "Es lo mínimo que se merece", incidían. Este jueves, ella misma, lejos de pedir disculpas acusaba a Sánchez de "difamación" y se permitía hacer bromas en la Asamblea de Madrid: "Para mis adentros dije 'me gusta la fruta'".
Elisa Muñoz
Periodista en Cadena SER desde 2008. Primero en programas como 'La Ventana', 'Hoy por Hoy Madrid' o...