Recetas, viajes y puñetazos: ocho libros gastronómicos para un Sant Jordi aliñado al gusto
Con el Día del Libro a la vuelta de la esquina, repasamos algunas de las novedades más interesantes de la sección de cocina
Madrid
Cocinamos cada vez menos, pero el interés por los libros gastronómicos no ha decaído y, por suerte, la oferta tiende a ser más rica y más diversa porque las editoriales ya se están fijando en formatos como el ensayo, la autobiografía, la crónica de viajes o la narración mixta. Ahí brillan autores como Maria Nicolau, Claudia Polo, Mercedes Cebrián o Albert Molins. ¡Buenísimos los cuatro!
Los libros de recetas también tienen su público, claro. Pero la coexistencia de Joan Roca, Elías Dosunmu o Eva Espallargas garantiza una buena oferta para todos los gustos. ¿Platos sencillos con aroma mediterráneo, una hamburguesa que aparte de las pantallas al más bajito de la casa... o una buena idea con la que sorprender a los amigos de morro fino a los que has invitado a cenar?
Algunos libros son pequeñitos y ligeros, ideales para el transporte público (Letonia hasta en la sopa). Otros, objetos de gran formato que piden a gritos un papel de regalo y un lacito (Via Veneto). Y entre una cosa y otra, volúmenes de todos los colores con los que seguir profundizando en una de las disciplinas más vivas y transversales del mundo. Que cada uno se aliñe su Sant Jordi (o su Día dle Libro) al gusto.
¡Quemo! (Maria Nicolau)
El éxito de ¡Cocina! O barbarie no fue casual: Maria Nicolau ha escrito (otra vez) el libro del año. ¡Quemo! es una autobiografía plagada de anécdotas tristes, divertidas o indignantes. El Phoskitos que su madre le puso en la mochila el día después de un accidente, la crueldad de la alta cocina con sus trabajadores (y cómo la prensa hizo la vista gorda), su experiencia en una escuela del Opus (que le llevó hasta el Vaticano), el despliegue de superpoderes de algunos de los currantes anónimos con los que ha compartido cocina a lo largo de más de 20 años... Maria Nicolau ha dejado de ser una cocinera que escribe para convertirse en una escritora (brillante) que cocina... y, de vez en cuando, suelta puñetazos.
Entorno (Claudia Polo)
Cada generación tiene sus propios referentes y la hiperactiva Claudia Polo (25 años), conocida como @soulinthekitchen, está llamada a convertirse en una intérprete imprescindible para entender las claves de un mundo en el que parece que todo sigue igual, pero en el que todo cambia sin parar. Ella está convencida de que no hay mejor profesor que YouTube ("cocinar era, junto a ver música en directo, el único momento en el que podía estar tres horas sin mirar el móvil") y, sin embargo, cree que es necesario contemplar lo que está a punto de desaparecer. Eso sí, como urbanita que, además, ha visto a cocinar más a su padre que a sus abuelas, huye de falsas melancolías y nos insta a conocer nuestro propio entorno porque, vivamos donde vivamos, todos tenemos uno. La cocina, además, para ella es —ante todo— una herramienta política y emocional. Por eso todas sus reflexiones desembocan en un recetario que no se centra en los ingredientes o el paso a paso, sino en el sentido común: arroz cremoso hecho con las sobras de un puré, una sopa con cualquier cosa, tortitas de verdura con lo que hay por la nevera...
Comer sin pedir permiso (Albert Molins)
Albert Molins suele decir que no se considera "periodista gastronómico" y, ciertamente, no frecuenta congresos, ni tampoco acostumbra a entrevistar a cocineros. Pero su trabajo (jefe de Sociedad en La Vanguardia) le hace estar en contacto permanente con la alimentación como fenómeno cotidiano. Algo en lo que intervienen factores culturales, religiosos o científicos y que, por lo tanto, resulta mucho más complejo que el análisis de un menú de alta cocina. Sea como sea, Molins lleva años escribiendo sobre el tema (del blog a la newsletter) y lo ha hecho siempre combinando su experiencia personal —del bar de barrio al restaurante con estrella— con su talento para ordenar ideas y también, por qué no decirlo, con la gasolina argumental que extrae de su gruñonismo transitorio. Todo ese rodaje cobra sentido, de repente, en su primer libro: Comer sin permiso. Un ensayo plagado de citas y reflexiones en el que destripa todo lo que nos condiciona con la comida y la bebida y que, a la postre, nos ayuda a entender cómo somos y por qué. "La cocina es, sobre todo, un acto político y revolucionario y quizás sea el último con estas características que nos queda", escribe. "Por eso no podemos dejar de cocinar, aunque cada vez lo hagamos menos".
Letonia hasta en la sopa (Mercedes Cebrián)
La colección Hojas de Col, editada por Lakshmi Aguirre, se ha convertido —para los amantes de la gastronomía— en una de las grandes noticias literarias del último año. Tras los dos primeros volúmenes (Desde mi escritorio, de Alicia Kennedy; y Mejor oler a mar, de Ana María Islas), la escritora Mercedes Cebrián aporta una crónica de su estancia en Letonia —con excursiones al supermercado y una cocina compartida con otros escritores, siempre con la sopa como hilo conductor— que, como suele suceder en todas sus obras, se convierte también en una charla frente al espejo que sirve para retratarnos como sociedad. "Tomar algo es, sin duda, el deporte nacional en el que ganaríamos medallas olímpicas sin esfuerzo", escribe a orilla del Báltico. "Lo que más nos gusta de ir a tomar algo es que nos lo sirvan. Los propios camareros, en sus ratos libres, van a otros bares a ser servidos ellos también. Es un derecho humano que alguien alguna vez nos traiga a la mesa la comida y la bebida".
Cocinar el Mediterráneo (Joan Roca)
El chef Joan Roca, considerado por muchos como el mejor del mundo, acaba de publicar Cocinar el Mediterráneo (Planeta Gastro) junto a su colega Salvador Brugués. El libro —cuya filosofía bebe abiertamente del gran himno de Joan Manel Serrat— incluye varios hits del recetario catalán, griego, italiano, andaluz, murciano, turco, sirio, marroquí, egipcio, francés o balear. Pero no se limita a reproducir fórmulas ortodoxas, sino que, basándose en la despensa local, también propone algunas divertidas adaptaciones, como el guacamole de guisantes ("tan untuoso como el original", pero más equilibrado y sostenible), la ensalada de sandía asada, la vichyssoise de calçots o los espaguetis de calabacín al pesto. Un libro ideal para quien quiera renovar su repertorio de cocina casera... y poco más.
Via Veneto (Trinitat Gilbert)
Inaugurado en 1967, el Via Veneto es el gran clásico de Barcelona ("un restaurante excepcional donde comerás cada día") y la periodista Trinitat Gilbert se ha pasado cientos de horas conversando y contemplando para poder contar su historia (y su buen estado de forma). Una especie de autobiografía coral (y muy bien ilustrada) que, más allá de las recetas y de un paseo por su impresionante bodega, retrata a la perfección su "trabajo constante", su "espíritu de servicio" y su "absoluta discreción": tres virtudes por las que velan Pere Monje (hijo de José Monje) y, desde hace unos años, también el chef David Andrés. Los clientes del Via Veneto disfrutarán pasando páginas... y quienes aún no hayan ido, ¡también! El Via Veneto es historia de Barcelona, historia de la cocina y, en sí mismo, una gran historia.
Vamos a hacerlo mejor (Elías Dosunmu)
Cada libro tiene su público y está claro que el debut de Elías Dosunmu puede convertirse en el regalo ideal para los más jóvenes de la familia. En Vamos a hacerlo mejor (Oberon, 2024) aparecen muchas de las recetas —pasta, albóndigas o burritos— que le han convertido en el cocinero más seguido en España (15 millones y subiendo), pero también hay un capítulo dedicado íntegramente a las hamburguesas, otro a las salsas caseras... algún guiño a la cocina ucraniana ¡y hasta una sopa de cebolla francesa! "Hay padres que le regalan el libro a sus hijos para que no pasen tanto tiempo en redes sociales", explicaba en una entrevista concedida a Gastro SER. "En la presentación, de hecho, la primera pregunta la hizo un niño de 8 años que quería hacer salsa teriyaki".
Alma (Eva Espallargas)
Ostra au beurre blanc de kumquat, aire de lima kaffir y huevas de salmón; salmonete-miso sopleteado con suquet; emulsión de maíz, erizo y aceite de trufa; o pavlova inusual de moras, canela y cardamomo. Las recetas de Eva Espallargas son siempre vistosas y sofisticadas, con un toque de técnica y un guiño a lo desconocido. Un estilo muy Fresa y Pimienta que ha consolidado en su blog (creado en 2010) y que, con algún que otro cameo en la web de Gastro SER, ha dado ya para dos libros. En el segundo, Alma (Editorial Base), de gran formato y recién salido del horno, contraataca con un buen puñado de ideas que ha decidido ordenar por emociones: pasión, sensibilidad, diversión, nostalgia, dulzura... Los platos parecen salidos de una cocina con estrella Michelin, pero en realidad son fruto de la pasión de una abogada a la que le encanta cocinar.
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Carlos G. Cano
Periodista de Barcelona especializado en gastronomía y música. Responsable de 'Gastro SER' y parte del...