Las 20 mejores canciones españolas de 2024
Un resumen del año en canciones o, lo que es lo mismo: la lista cañón
Madrid
Antes de que vuestras mentes colapsen por el Tuki tuki tuki tu de David Bisbal, el equipo de Fuego y Chinchetas al completo os trae paz en forma de guitarrazos, amor indie y las 20 mejores canciones españolas de este año. Y, para qué mentir... nos ha pasado lo de siempre: teníamos muchos temazos en nuestras respectivas listas y hemos tenido que quitar algunos que también merecían estar en este top. Si nos conocéis un poco, y sabes los discos que han salido en este curso, podéis imaginar por dónde van los tiros, pero si no sois asiduos a nuestras listas solo os avisamos de una cosa: pillad buen calzado porque vais a bailar, saltar y disfrutar como enanos. Este año hemos descubierto lo que es vivir una vida cañón, hemos gozado del buen rollo con amigos, nos hemos reido mucho pensando qué hay debajo de La Cibeles, hemos visitado la playa de Famara, hemos derribado un gran muro de ladrillos naranjas y hasta nos ha tocado Dios. En definitiva, este 2024 hemos elegido nuestra propia aventura, esperamos que os guste.
En su día encumbramos Gloria, de León Benavente (2016); Tú que vienes a rondarme, de Maria Arnal i Marcel Bagés (2017); Cayetano, de Carolina Durante (2018); Como la piedra que flota, de León Benavente y Maria Arnal (2019); Vigilantes del espejo, de Triángulo de Amor Bizarro (2020); Merichane, de Zahara (2021); Ay, mamá, de Rigoberta Bandini (2022); y De la cabeza a los pies de Jimena Amarillo (2023). A ver qué te parece la lista de 2024... que también puedes escuchar en esta lista de Spotify.
20. Año 2000 (Sal del coche)
Sal del coche, banda vizcaína que hemos descubierto en este último tramo del año, nos ha atrapado porque es diferente a las demás. Tan solo tienes que poner a girar su Ciudad de Polvo, su debut con Humo Internacional (sello donde se alojan bandas como Ramper, Dame Área, Somos la Herencia, Los Yolos, Autoescuela, Viuda, La Culpa...), y comprobar cómo se las gastan. Es una píldora difícil de tragar, dicen al principio de Año 2000, el verdadero temazo de este trabajo. Y es cierto. Muchos lo pueden escuchar de primeras y torcer el morro, pero después te das cuenta de la magia y particularidad de este grupo que ha llegado para quedarse. Una locura de las que nos gustan. Se escapan del sota, caballo y rey del indie básico. Una rapsodia flipante que se acerca al post-punk de Squid, Dry Cleaning, shame o incluso VVV Trippin’you, con un beat martilleante y una estructura contundente que luchan por conseguir lucidez en pleno efecto 2000.
19. Atracció magnètica (Flashy Ice Cream & Mushka)
La música en catalán ha vuelto a dejar grandes canciones este año: Ferran Palau, Maria Jaume, Guillem Gisbert, Marala, Pau Vallvé, Renaldo & Clara, Verlaat, Triquell... Pero la única que ha llegado a colarse en nuestra lista de lo mejor del año ha sido esta colaboración entre el dúo Flashy Ice Cream (Sneaky Flex y Pol Giancana) y Mushka (que en realidad se llama Irma Farelo, es la hermana de Bad Gyal... ¡y nos encanta). Los de Sabadell se fueron a grabar su nuevo disco a uno de los nuevos polos de la músixa urbana, Argentina, y el resultado (con mención talismán a Raphinha) no ha podido ser mejor. Una canción tan magnetica como la atraccion que describe que, seguramente, hicieron pensando en el verano y que, al final, les ha salido eterna.
18. Buen rollo (Las Migas y Stay Homas)
Esta es una canción que nos alegró la primavera y pensábamos que sería pasajera pero llegó para quedarse. No es un tema con un tema profundo ni una melodía elaborada pero siempre nos pone de buen humor y eso ya es un buen motivo para incluirla en esta lista de lo mejor del año. Es verdad que, siguiendo esa pauta, podríamos haber incluido cualquier canción de Rumberas, el disco que este año ha publicado Las Migas, pero esta con Stay Homas es nuestra debilidad porque además ellos se despedirán indefinidamente de los escenarios en enero de 2025 en el Poble Espanyol. Siempre recordaremos lo que nos alegraron durante la pandemia... y unos cuantos años después.
17. Soy de aquí (Delaporte)
Hemos vivido con bastante euforia el camino que Delaporte ha recorrido desde que la conocimos en 2018 con su primer EP. Nos flipó su bailable primer disco Como anoche, con Las Montañas nos rendimos ante su discurso, más si cabe cuando lo reinventó con Titanas dando voz a todas las mujeres de la música española, pero es que ahora, amigos, han hecho un disco increíble titulado Aquí y ahora. Bailable, con mensaje y muy, pero que muy, disfrutón. Si El techno cura, que fue un adelanto que salió en 2023 y que ya estuvo presente en nuestras listas del año pasado, cuando desvelaron el resto de temas nos dio un vuelco al corazón. Soy de aquí es lo más Delaporte que existe: sentirse vivo y mucho dance it. Ya sabéis si con esto no lo gozáis... Sandra y Sergio Salvi os cantarán eso de "muerte al que no me reviente el suelo".
16. Quién se ríe ahora (Camellos)
Camellos nos abren las puertas de su Gran Hostal, título de su cuarto trabajo, en el que mantienen su humor ácido y sus guitarras punk tan características. Un disco en el que le dan a todo el que pasa por delante, hasta los loros salen damnificados. Ya lo dijimos en anteriores discos, son un grupo que sortea la censura con chorradas, y quien esté muy molesto con ciertas cosas que pasan en nuestra sociedad, se verá muy identificado a escuchar a esta banda que ya es una habitual de nuestras listas. Sin ir más lejos, en 1900, canción que cantan junto a Repion, le dan un zarpazo a la especulación con la vivienda y los precios desorbitados con el alquiler. Pero, sobre todas ellas reina Quién se ríe ahora, una hitazo que ya entra en el top 5 de su discografía, en el que apunta a los terraplanistas y los conspiranoicos. Aún siguen sin explicarse como alguien que no cree en la ciencia sí que cree en que La Tierra se acaba al final de su calle, que los pájaros son drones que nos vigilan, que la Luna es de mentira y que debajo de La Cibeles está el secreto mejor guardado de España. No logran entenderlo ni poniéndose en sus pieles. Suena a risa, suena a Camellos.
15. Famara (Ale Acosta y Depedro)
El 2024 nos deja una noticia que lamentamos enormemente: la separación de Fuel Fandango. Queremos pensar en positivo y sabemos que Ale y Nita nos van a dar también muchas alegrías por separado. El disco que ha publicado él este año, El Porvenir, lo demuestra. Un homenaje a su isla, Lanzarote, con canciones que son fotografías, esencias, hasta olores. Esta que dedica a una de sus playas más famosas, Famara, es nuestra preferida. Ese menú cantado del principio. Esa voz de Depedro. Esa base electrónica tan sugerente. Es perfecta.
14. El final (Karavana)
La banda madrileña de las "guitarras sucias y letras cursis" sigue siendo lo más parecido a los Strokes del Is This It? que hemos escuchado en mucho tiempo (incluyendo, algunas veces, a los propios Strokes). Pero es que en este tema, además de retratar a la perfección el hastío de quien busca refugio en las fiestas, aparecen coros (ese adictivo ah-ah-ah-ah) a lo Two Door Cinema Club. Como dirían Carolina Durante: ¡máxima puntuación en el molómetro! Lo bueno es que no se trata de la primera vez. En junio de 2020, cuando estábamos sumidos en la mierda, nos alegraron el confinamiento gritando cosas como "saltaré por tu ventana si pones a C. Tangana". Su segundo disco les ha confirmado como una de las bandas más importantes de la movidita madrileña.
13. Brujería! (Judeline)
El primer disco de Judeline ha sido una de las grandes novedades del año. Nos ha costado ponernos de acuerdo en la canción que queríamos que entrara en esta lista. Podrían estar perfectamente temas como Inri o Zarcillos de plata pero creemos que Brujería! resume mejor su esencia entre la raíz flamenca y el rap, con toques ambient. A ver si este 2025 podemos escucharla en directo.
12. ¡Ay, Madrid! (Vetusta Morla)
No es la mejor canción de Vetusta Morla, lo sabemos, pero tiene algo que conecta con todos los que vivimos en Madrid. Ese amor/odio que pendula mil veces de un lado al otro a lo largo del día está plasmado a la perfección. Vetusta Morla ha decidido darse un descanso de los escenarios por un tiempo. No le tenemos miedo. Sabemos que volverán y que los nuevos aires les inspirarán creaciones que volverán a hacer que nos explote la cabeza.
11. T E R A P I A (Niños Raros)
“A Y, qué será de mí, SI - TE - VEO - POR - AHÍ, T E R A P I A págame la mía, págamela a mí". Es el estribillo del año. Obra de Niños Bravos, uno de nuestros descubrimientos del año y que detrás de ese nombre están Bearoid, St. Woods, Jack Bisonte y Tiburona. Un (super)grupo de colegas y compañeros de piso que se quitan de un zarpazo los comentarios de haters y rompen con toda la presión por intentar ser siempre perfeccionista. Simplemente se divierten, y nos divierten al resto. ¡Hasta cuelan un viral de TikTok de por medio! Un hitazo muy Alavedra, Nadie Patín, Sistema Nervioso, Karavana... y que, sintiéndolo mucho, no se te va a quitar de la cabeza.
10. Maite, Nauzu Zeharkatu (Verde Prato & Bronquio)
Más allá de que nos encantan por separado, la guipuzcoana Verde Prato y el jerezano Bronquio no tenían, a priori, mucho en común. Pero en eso consiste la magia de las colaboraciones, ¿no? El EP que sacaron a principios de año, Erromantizismoa (romanticismo, en euskera), nos dejó con la boca abierta. Pero nuestro tema favorito, sin duda, es de Maite, Nauzu Zeharkatu. Un canto al deseo que tiene algo de pulsión primitiva y que, al mismo tiempo, evoca, pureza y modernidad. Una brillante evolución del binomio que el productor andaluz ya formó en su día con Rocío Márquez (De mí fue una de las mejores canciones españolas de 2022 para Fuego y Chinchetas) y que suena como si Mikel Laboa hubiera formado parte de Animal Collective. Erotismo en euskera con acento de Jerez: el temazo de folk electrónico sofisticado que nadie esperaba en 2024.
9. Pintora (Califato 3/4, Andrea Santalucía y La Plazuela)
Este año dedicamos una de nuestras secciones veraniegas en el A vivir a hablar de la nueva escena andaluza y Calitato 3/4, Andrea Santalucía y La Plazuela son tres grandes representantes de ese movimiento que va ganando cada vez más adeptos también lejos de Despeñaperros. En esta canción que comparten los tres se combinan todos los ingredientes que hacen que el plato tenga sabor: voces aflamencadas, bases contemporáneas y cambios de ritmo inesperados. Si te gusta esta canción, tienes que escucharles también por separado.
8. Nada (León Benavente)
Nos hemos reconciliado con León Benavente. Su anterior disco no acabó de convencernos pero el de este año, Nueva sinfonía sobre el caos, nos encanta. Se nota la mano de Martí Perarnau IV y su electrónica empasta perfectamente con ellos y la forma tan peculiar que tiene Abraham Boba de cantar. Sinergias en las que todos ganan.
7. Marcelo Criminal (Las Petunias)
Las Petunias... qué decir de Las Petunias. Son un misilazo. Si con sus canciones no te entran ganas de saltar, disfrutar y a veces rabiar, busca otro camino. Su debut titulado Creo que soy de porcelana es eso. Elsa, Colla y Cecilia crearon el grupo en 2021, con el Autoplacer de aquel año como su presentación al público, y desde entonces han ido creciendo hasta convertirse en una de las bandas a tener en cuenta en el ambiente underground de Madrid. La Movidita que decimos en Fuego y Chinchetas. Apadrinadas por Carolina Durante, ya que fueron unas de las artistas invitadas en sus conciertos de la Wurli de este verano, han adoptado un estilo muy parecido a los madrileños, incluso mucho más cañeras como con el frenético Marcelo Criminal, que viene a ser una cover del Mantenlo Criminal del rapero Jarfaiter pero usando el nombre del cantante murciano, de los pocos que se salvan de su quema. Una crítica al postureo de los pogos de ninis, a los nuevos modernos con pasta ("indie rico, no has visto el pico") y de todo lo que se cruza por su camino.
6. Que te parta un rayo (Pauline en la playa)
Cinco años después de su último disco (El salto) y 25 años después de su debut (Nada Como el Hogar), las hermanas Mar y Alicia Álvarez nos han vuelto a regalar una colección de canciones 100% Pauline. Su octavo disco se llama Los días largos y cuenta con varios puntos álgidos: Yo podría ser John Wayne, En esta casa, Si me dejas de querer... Nuestra favorita, de todas formas, es esta: Que te parta un rayo. Una especie de mapa del tiempo sentimental que, en el fondo, es un poco disonante porque, con una melodía preciosa —ideal para dormir a un bebé— y con unos coros muy buenrolleros, le desea a alguien cosas bastante feas. Ellas lo entienden como el retrato de un amor partido en dos, pero a nosotros nos parece un estribillo muy versátil porque la violencia, servida con dulzura, puede sentar bien. Si Vetusta Morla son nuestros Coldplay, ellas son nuestros Kings Of Convinience. ¡Puxa Xixón!
5. La gran renuncia (Biznaga)
AHORA es uno de los discos del año. Una pared de ladrillos que Biznaga derriba entre bofetones y gritos. La escena punk está de enhorabuena en nuestro país, por trabajos como este, que sin duda es el más reivindicativo de la escena en mucho tiempo. Uno de los grandes problemas es el precio de los alquileres, la especulación con la vivienda, la precarización de los jóvenes... Una verdadera piedra en el zapato para todos aquellos que queremos progresar y no pueden. Y no es porque sean unos vagos, pican en la mina igual que todos, o más. Un disco que entre guitarrazos y berridos, habla de todo esto. Los títulos no pueden ser más certeros: El futuro sobre plano, Benzodiazepinas, Espejos del caos, Réquiem por un rider... Os podéis hacer una idea. Podíamos haber elegido muchas, como El entusiasmo que es el "esto es lo que hay" de una generación, pero nos hemos decantado por La gran renuncia que abofetea con una realidad vertiginosa e injusta donde el esfuerzo y el mérito no funciona. Al final miras por la ventana y ves verde, pero no el de los parques, sino el de Codere, VOX y Tecnocasa.
4. Joderse la vida (Carolina Durante)
Carolina Durante es, sin duda, la banda que más ha marcado la existencia de Fuego y Chinchetas (intentando descubrir qué es el indie desde 2016) y podríamos decir que su tercer disco, Elige tu propia aventura, ha activado una cláusula de renovación automática en nuestra relación. Ya son mucho más que el grupo de Cayetano. Han ido creciendo en lo musical, arriesgándose para no repetirse, y gracias a eso han ido construyendo una carrera sólida, con un directo que es como el zarpazo de tigre, con colaboraciones muy brillantes y, sobre todo, con muchos temazos: ¡uno detrás de otro! Pero el flow autodestructivo (con disfraz hedonista) de Joderse la vida tiene algo especial. Diego Ibáñez la canta a martillazos y su pena se nos va clavando en los oídos, hasta fundirse con la nuestra propia desazón. Al notar esa amalgama, sin embargo, no sería extraño sentir cierta euforia (generacional). ¡Brutal!
3. Boom Boom Back (Hinds)
Hinds se ha marcado un discazo. Nos contaban en Fuego y Chinchetas que no fue fácil el camino hasta que pudo ver la luz pero está claro que en este caso ha merecido la pena no tirar la toalla. Boom Boom Back fue la primera canción que conocimos de ese álbum y nos fascinó. Además, colabora con ellas Beck, no podíamos flipar más. Hace años que se las valora en España tanto como en el extranjero pero nos gustaría que todavía llegaran más lejos. Esta vez se han quedado cerca del número 1. Tiempo al tiempo.
2. Yo pensaba que me había tocado Dios (Barry B & Carolina Durante)
La irrupción de Barry B (Gabriel Barriuso) ha sido, para Fuego y Chinchetas, la segunda mejor noticia del indie español en 2024. El músico de Aranda de Duero lleva tiempo jugando a dos bandas —música urbana y pop guitarrero— como si le hubiera tocado Dios. Su colaboración con Carolina Durante, además, le ha permitido llegar de golpe a un público perfectamente entrenado para apreciar ese talento. Para apreciarlo en bucle, de hecho, y berreando los coros... ¡Nunca una pelea había sido tan fructífera! Según ha contado él mismo, las letras de CHATO, su primer disco, son como una especie de diario personal. De lo que no hay duda es de que ante sus textos —realidad o ficción— merece la pena detenerse y disfrutar porque ya preferiríamos morir mañana a vivir mil años sin conocerle.
1. La vida cañón (Alcalá Norte)
"Yo, si me tocase el Gordo, lo que haría es darme una vida cañón. Mi butaquita, mi tendidito y además a viajar: iría a Burgos, de donde era mi padre, y a Soria, de donde era mi madre. Me compraría un gramófono y a la parienta un mantón". De este texto de la revista Mundo Gráfico de 1935 nace la canción del año. La vida cañón de Alcalá Norte. Desde la primera vez que la escuchamos —incluso antes del hype y de que muchos la hiciesen suya— algo nos unió para siempre. Será que ese día la escuchamos más de 30 veces en bucle, o simplemente nos cautivó lo que hay detrás de ella, casi sin saberlo. Una historia que demuestra que para ser feliz no hace falta tenerlo todo, sino lo que realmente te llena. Disfrutar de una butaca en el teatro, un puro en la zona de sombra de Las Ventas y hacer feliz a tu pareja con un regalo puede ser mejor que la vida de lujos que Georgina, pareja de Cristiano Ronaldo, muestra en la temporada dos de su documental de Netflix. Rivas y Barbosa, cantante y batería, pasaron por Fuego y Chinchetas para desvelar parte de su secreto, y nos dimos cuenta que no hay secreto, que la realidad es que detrás de ellos hay pasión y mucho curro. Carolina Durante, que vivieron algo parecido años antes con Cayetano, les dieron el consejo de tocar en todos los sitios que pudiese, y así lo han hecho. El Admin, en Twitter, también ha hecho su trabajo. Rosalía les apadrinó, y el centro comercial de Ciudad Lineal la idea para su nombre. El Dr. Rock fue el pegamento final. Y la realidad es que pasaron de casi desaparecer a triunfar con su disco homónimo. Es el fenómeno de 2024, no hay tu tía. Un bajo hipnótico, guitarras alegres, y ¡la vida cañón!