Programa de mano: Nabucco

Argumento

Barcelona

La acción transcurre en el año 587 antes de Cristo, entre Jerusalén y Babilonia

Acto I: Jerusalén

Nabucco, rey de Babilonia, está a las puertas de Jerusalén; los israelitas lamentan su suerte. Zaccaria, Sumo Sacerdote del Templo de Jerusalén, les da esperanza: Fenena, una de las hijas de su enemigo, está en su poder, y espera negociar la paz a cambio de su vida. Zaccaria confía a Fenena a Ismaele, que fue embajador en Babilonia; ambos –sin que Zaccaria lo sepa- están enamorados. La otra hija de Nabucco, Abigaille, irrumpe en el Templo de Jerusalén gracias a que sus soldados, disfrazados, le abren las puertas. Ella también está enamorada de Ismaele, pero como su amor no es correspondido, jura vengarse de él y de su hermana. Finalmente, Nabucco llega al Templo. Zaccaria amenaza entonces con apuñalar a Fenena, pero Ismaele lo evita y salva así su vida. Nabucco ordena entonces la destrucción del Templo, y el resto de israelitas maldice a Ismaele como traidor.

Acto II: El impío

Abigaille descubre un documento secreto de Nabucco en el que se revela que ella no es hija del rey, sino que es una esclava. El Sumo Sacerdote de Baal, el dios de los babilonios, le propone dar un golpe de estado: difundirán el rumor de que Nabucco ha muerto en batalla, y ella asumirá el poder. Abigaille acepta.

Entretanto, Fenena se ha convertido a la religión judía. Cuando se propaga el rumor de la muerte de Nabucco, las dos hermanas se enfrentan por la corona, pero el rey aparece en el palacio decidido a reafirmar su poder. Ante toda la corte y los israelitas cautivos, anuncia que ya no es monarca, sino dios. En ese momento, un rayo cae del cielo y le golpea en la corona que lleva en la cabeza, causándole la locura.

Acto III: La profecía

Abigaille, que ejerce el poder ante la locura de Nabucco, consigue que éste firme un decreto que condena a muerte a los israelitas. A continuación, rompe el documento que revela que es en realidad una esclava y se burla de Nabucco, ahora prisionero, que suplica por la vida de su hija Fenena, también presa.

Los israelitas se lamentan por encontrarse lejos de su patria (es la pieza más célebre de la ópera, el coro Va pensiero); su Sumo Sacerdote, Zaccaria, les exhorta a resistir contándoles que ha recibido una visión en la que se profetiza la caída de Babilonia.

Acto IV: El ídolo caído

Nabucco, desde su prisión, ve cómo los soldados llevan a su hija Fenena al cadalso. Se arrepiente de su soberbia y pide ayuda al dios de Israel; inmediatamente recupera la razón, y sus fieles le liberan.

Justo antes de que la sentencia de muerte contra Fenena se cumpla, Nabucco irrumpe con soldados en armas. A una palabra suya, el ídolo de Baal se desploma. El rey libera a los israelitas y les promete que se reedificará su Templo. Abigaille aparece en escena; se ha envenenado, pero antes de morir se arrepiente de su comportamiento. Todos cantan en honor del dios de Israel.