The Smashing Pumpkins y el disco que nadie esperaba
Tras un exitoso debut por el que les colocaron la etiqueta de los nuevos Nirvana, la banda de Chicago se salió de la tangente con un 'Siamese Dream' fascinante que descolocó a todos
The Smashing Pumpkins en una foto de 1993 / Getty Images
Tras su espléndido debut de 1991, The Smashing Pumpkins afrontaron el difícil reto del segundo disco, el trabajo que puede consagrar a una banda o dejarla con la etiqueta del One Hit Wonders.
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Con la presión por las nubes y el grupo tambaleándose por las drogas y la depresión de Billy Corgan, la banda dio forma a uno de los trabajos más recordados del rock alternativo de los noventa.
Siamese Dream llegó a las tiendas y sorprendió a todos. La banda, a la que habían colocado la etiqueta de los nuevos Nirvana, se alejó del sonido de su primer disco y ofrecieron un álbum descarnado, crudo, honesto y directo. Con unas guitarras salvajes y unas canciones potentes, el segundo disco de Smashing Pumpkins marcó un nuevo camino para la banda, uno sin etiquetas y que solo atendería a sus anhelos.
El tiempo ha colocado este disco en lo más alto de los álbumes de los noventa con canciones como Today, Disarm o Luna, los de Chicago se consolidaron como una banda referencial de los noventa y refrendaron su decisión de seguir su propio instinto.
Esta semana volvemos a los noventa para recordar esta joya de la mano de Sara Morales y Lucía Taboada.
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