El Gobierno pierde la votación para reformar el CGPJ por falta de diputados socialistas

La ausencia de diputados de los partidos que apoyaban la reforma ha impedido al Gobierno sacar adelante la reforma de la Ley Orgánica del Poder Judicial. Esta modificación tenía por objeto la ampliación de la mayoría necesaria en el Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) para el nombramiento de nuevos magistrados. La paradoja reside en que la mayoría de diputados ausentes pertenecían al PSOE y hubiera bastado que siete de los 18 ausentes acudieran para ganar la votación. Entre los "desaparecidos", se encontraba hasta el secretario de Organización, Pepe Blanco.

La reforma debatida hoy obtuvo 169 votos a favor, 124 en contra y una abstención, por lo que no se alcanzó la mayoría absoluta de la Cámara (176 votos) precisa para sacar adelante esta iniciativa. El proyecto de ley tendrá que volver a tramitarse en Comisión.

Además de seis miembros del Gobierno, dentro del PSOE han faltado 12 diputados, entre ellos el presidente de la Cámara, Manuel Marín, que se encuentra de viaje, la vicepresidenta Carme Chacón, que está recuperándose de una operación de rodilla y miembros destacados como José Blanco, Alfono Guerra y Txiki Benegas.

El ponente de la ley, Juan Fernando López Aguilar, ministro de Justicia, ha tratado de excusar el error asegurando que las ausencias socialistas han sido "menos numerosas comparativamente" que en otros grupos que respaldaban la modificación. Por ejemplo, no han asistidido los portavoces Gaspar Llamazares (IU), Josep Antoni Durán i Lleida (CiU) o Josu Erkoreka (PNV).

TRES VOTOS DIFERENTES EN UN MISMO PARTIDO

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Dentro del grupo de Coalición Canaria se han sucedido situaciones aún más rocambolescas donde el diputado Mardones ha votado afirmativamente, Rivero se ha abstenido y Román Rodríguez no ha asistido.

Este rechazo ha supuesto un "revés" para el Gobierno, aunque desde el ministerio de Justicia se asegura que se seguirá trabajando para sacar el mismo texto pues la falta de respaldo se ha debido a "problemas técnicos y no políticos".

Entre los diputados del Partido Popular se han sucedido las risotadas y los abrazos así como comentarios del tipo "se les han despistado", en alusión a los diputados que no han acudido a votar.

REFORMA POLÉMICA

El objetivo de la reforma es muy polémico ya que intenta acabar con el sistema por el que el partido en el poder aplicaba su "rodillo" para designar magistrados y jueces a través de sus representantes en el Consejo General del Poder Judicial.

La propuesta del Gobierno de Zapatero, que ha sido tachada de "inconstitucional" por la Comisión de Estudios del propio CGPJ, consiste en que sea necesario aprobar los nombramientos con un mayor consenso, exactamente con tres quintos de los votos, de los veintiún miembros del Consejo.

En la actualidad los once votos de la llamada mayoría conservadora, cercana al Partido Popular, bastan para ganar votaciones con lo que un solo grupo "copa y tiene mando en plaza", según el ministro Juan Fernando López Aguilar. Si la ley hubiera sido aprobada, el CGPJ hubiera tenido que buscar otras adhesiones para los próximos nombramientos, entre ellos, el de la presidencia de la Sala de lo Penal, de lo Civil y de lo Militar.