Explota una furgoneta bomba en una casa cuartel de la Guardia Civil en Burgos

Burgos

ETA ha vuelto a atacar y esta vez lo ha hecho contra una casa cuartel de la Guardia Civil, un objetivo tradicional en la banda terrorista. ETA ha atentado con una furgoneta bomba que ha estallado minutos antes de las cuatro de la madrugada. El atentado ha causado medio centenar de heridos, todos ellos leves. Las dos primeras plantas del edificio habían sido desalojadas porque el cuartel estaban en máxima alerta. En cuanto a los últimos datos de la investigación policial, los servicios de seguridad del edificio cotejaron la matrícula de la furgoneta y vieron que ésta pertenecía a un vecino de la zona. Por eso no se le dio demasiada importancia a la presencia de la furgoneta. Según estas informaciones de los investigadores, ETA hizo labores exhaustivas previas, hasta el punto de plagiar la matrícula de un vecino de la zona.

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La fuerte explosión, que ha dejado un cráter de 7 metros de diámetro y dos de profundidad y ha causado graves destrozos en el edificio de 14 plantas.

El Delegado del gobierno en Castilla y León, Miguel Alejo, ha confirmado a la SER que se trata de una furgoneta bomba y que no hubo aviso previo. El vehículo utilizado es una furgoneta bomba que estaba aparcada en la parte de atrás del edificio de la Guardia Civil, donde dormían agentes y sus familias, incluido niños.

Medio centenar con heridas leves

La explosión ha provocado medio centenar de heridos que no revisten gravedad y son agentes de la Guardia Civil y sus familiares que dormían en el lugar. Las heridas son en su mayoría por cortes provocados por los vidrios que se destruyeron por la explosión. Sin embargo, los heridos que han necesitado atención hospitalaria ya han sido dados de alta. Los vecinos de la zona se vieron sorprendidos con la fuerte detonación, y lo que ha llamado la atención es que no hubo aviso previo por lo que no pudo evacuarse la zona.

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El edificio atacado está muy cerca de una oficina de la Policía local, que también ha sido alcanzada por la onda expansiva.

Rubalcaba: "Intentaban hacer daño a las familias"

El ministro del Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba, ha asegurado tras el atentado contra la casa cuartal de Burgos que "los etarras han enloquecido, algo que no les hace más fuertes pero sí más peligrosos". En rueda de prensa ofrecia a su llegada a Burgos, el ministro del Interior ha dicho que no sólo es un "atentado contra los funcionarios del Estado, sino que intentaban hacer daño a sus familias". Rubalcaba ha calificado el atentado de "especialmente canalla", debido a que en el edificio dormían en ese momento 41 niños y niñas.

Tras indicar que "la investigación no ha hecho más que empezar", Rubalcaba ha explicado que los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado están investigando la procedencia de la furgoneta utilizada para perpetrar el ataque.

De acuerdo con la información del ministro, "es probable que el vehículo proceda de las que ETA robó recientemente en Francia", si bien "las placas de la matrícula se doblaron posteriormente en España, por lo que el coche parecía estar matriculado en Burgos".

Los terroristas emplearon alrededor de 400 kilos de explosivo

Los terroristas que atentaron esta madrugada contra la Casa Cuartel de la Guardia Civil en Burgos utilizaron unos 400 kilos de explosivos, según han señalado a la Cadena SER fuentes de la investigación, aunque este extremo aún no está confirmado. Estas mismas fuentes señalan que hay grabaciones del momento en el que ETA aparcó la furgoneta. Según las primeras informaciones, los terroristas la abandonaron horas antes de que estallara, en concreto, a primera hora de la tarde de este martes. El vehículo que usaron era una Renault Vito. Por el momento, se desconce el número de autores materiales que participaron en el atentado.

La policía investiga si se trata de una de las furgonetas robadas en el sur de Francia en el último mes.

Realojados

En el edificio viven 114 personas y todas ellas se encontraban en la vivienda en el momento del atentado. Un total de 41 niños se encontraban durmiendo en ese momento en el edificio. Los inquilinos de los edificios afectados volverán a sus casas cuando se hayan podido retirar todos los restos de la explosión, según ha explicado el alcalde de Burgos, Juan Carlos Aparicio. La mayor parte de los afectados han encontrado alojamiento en casas de familiares o amigos, según el alcalde, que ha señalado que se están buscando "fórmula de realojo" para unas 14 personas.

"Fue como un infierno"

Los vecinos de los edificios aledaños a la Casa Cuartel han calificado la situación de "infierno indescriptible". "Fue horrible, como un infierno, el ruido me despertó, no sabíamos que hacer, todo era un caos", ha relatado una anciana que se encontraba en su domicilio en el momento de la deflagración. Los vecinos de los inmuebles afectados abandonaron sus casas y bajaron a la calle, desde donde algunos de ellos fueron trasladados a la Residencia de Oficiales de la Policía Nacional, ya que, como explicó un vecino de la zona "había cristales por todas las partes y el humo entraba por las ventanas". Una situación que también vivió otro ciudadano de la Avenida del Cid, ubicada en la parte trasera de la Casa Cuartel, lugar donde se colocó el artefacto, quien detalló que los cristales cayeron sobre la cama, ya que las ventanas estaban abiertas por el calor.

Cristina, una joven residente en la zona, destacó entre lágrimas lo indescriptible de la situación. "Pensé que era un trueno, me asomé a la ventana y todo eran sirenas, humo y gente corriendo, fue una situación horrible", ha señalado.