El 'annus horribilis' de Garzón
Este martes se inicia en el Tribunal Supremo una peculiar cuesta de enero para Garzón, que avanza un año en el que podría ser expulsado de la carrera judicial
Madrid
Después de dos años de una vertiginosa instrucción de los tres casos que le imputan el mismo delito de prevaricación el Tribunal Supremo celebra hoy el juicio por las escuchas en prisión de la trama Gürtel. No es el primer caso que fue abierto en el alto tribunal porque el de crímenes del Franquismo le lleva nueve meses de ventaja y sin embargo se celebrara después.
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Diversos operadores jurídicos coinciden en que este cambio de fechas no es casual y señalan que diversas circunstancias medidas y ordenadas por los jueces del Supremo, han permitido que el juicio de las escuchas en prisión a los abogados de la trama Gürtel se celebre antes que el de la memoria histórica. Quizá porque este asunto despierta muchas sensibilidades y lleva una carga añadida de desprestigio contra el Alto Tribunal por juzgar a quien quiso investigar los crímenes de la dictadura. Y esto no da buena imagen.
De hecho, la cobertura informativa de los juicios contra Garzón se ha convertido en una de las previsiones más destacadas del año, aunque las previsiones para el juicio por los crímenes del franquismo desbordan todas expectativas por la enorme convocatoria y afluencia de observadores nacionales e internacionales y la presencia anunciada de todas las asociaciones de representantes de víctimas del franquismo.
Otro de los hechos destacados en este primer juicio contra Garzón es la presencia de siete jueces en estrados cuando lo habitual es que el tribunal esté formado por tres magistrados y excepcionalmente por cinco. Todos ellos magistrados de la sala de lo penal y con la particularidad de que dos de estos jueces (Varela y Marchena) son los que investigan e instruyen los casos de los crímenes franquistas y los pagos en Nueva York. Manuel Marchena le juzgará por las mañanas de martes a jueves y por la tarde seguirá investigando los pagos a Garzón mientras dio clases en una universidad de Nueva York.