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REPORTAJE

35 ejemplos que cuestionan la lucha de Rajoy contra la corrupción

El presidente del Gobierno presenta el 27 de noviembre sus medidas estrella para luchar contra la corrupción. Esta ha sido su actuación desde que estalló el caso Gürtel en febrero de 2009

La famosa comparecencia de Rajoy a través de un plasma en febrero de 2013 / EFE

Madrid

El presidente defiende que el PP ha actuado con “contundencia” ante los escándalos que han salpicado a su partido. Frente a las críticas sostiene que su formación responde “con proporcionalidad” y “sin demagogia”. Casi seis años después de que estallara el caso Gürtel, Rajoy anuncia que comparecerá el 27 de noviembre en el Congreso para presentar sus medidas estrella. En todo este tiempo, su actuación contradice el discurso de que el Gobierno y el Partido Popular han hecho todo lo posible contra la corrupción. Estos son algunos ejemplos:

NO COLABORA CON LA JUSTICIA

1. Se borran los ordenadores. En vez de entregar de inmediato los ordenadores portátiles con los que durante años trabajó Luis Bárcenas, se destruyó su contenido. Aunque María Dolores de Cospedal dijo que los estaban custodiados, uno de ellos se envió a la Audiencia Nacional sin disco duro y en el otro se procedió a borrar toda la información. Según el extesorero, ambos contenían información comprometida para el PP. La excusa de la dirección nacional fue que se había hecho para que otros empleados los pudieran utilizar. Ocurrió en abril de 2013, tras estallar el escándalo por los papeles de Bárcenas y solo unos días después de que un juzgado desestimara la denuncia que hizo este contra el Partido Popular por el supuesto robo de su material.

2. Destrucción de libros de visitas. El juez Pablo Ruz reclamó al Partido Popular los libros de visitas de la sede nacional del PP para corroborar si los supuestos empresarios donantes de fondos a la caja negra del partido visitaron las instalaciones en las fechas mencionadas por Bárcenas y los conservadores respondieron que los destruían periódicamente para adecuarse a la Ley de Protección de Datos por lo que fue imposible contrastar la información.

3. Destrucción de las agendas. Las secretarias de los extesoreros Álvaro Lapuerta y Luis Bárcenas, que todavía son trabajadoras del PP, declararon al juez Ruz que destruyeron las agendas de los dos exdirigentes del área económica del partido por “falta de interés” de estos libros, cuando en ambos documentos figuraban las citas con los supuestos empresarios donantes.

4. Hasta tres requerimientos desoídos para reclamar documentación. El PP no contestó a los dos requerimientos de la Fiscalía Anticorrupción de 12 y 28 de febrero de 2013 para que aportase todos los movimientos sobre las cuentas de donativos desde 1990, o los gastos realizados. El juez Ruz tuvo que ordenar de forma “urgente” que a la tercera, el PP enviara toda la documentación requerida.

5. El PP no aporta todas las cuentas. La dirección del Partido Popular se ha jactado de su “transparencia” en varias ocasiones al afirmar que ha remitido al juez de la Caja B todas sus cuentas, pero solo ha enviado los libros desde 2003, con el argumento de que no conservaba el resto y que la ley solo le obliga a guardar los últimos cinco años. Toda la contabilidad restante, desde 1990, fecha en la que empiezan las anotaciones en los ‘papeles de Bárcenas’, es aportada por el Tribunal de Cuentas, que trabaja con la documentación supuestamente “cocinada” por el PP, según las acusaciones, y nunca encontró irregularidades que sí ha hallado la policía.

6. Registro para encontrar pruebas. El PP afirmó que había entregado toda la información de las obras de reforma de la sede nacional en verano de 2013 pero los conservadores solo remitieron el 10 por 100 de la documentación. Por eso el juez Ruz les reprochó que “omitieran” datos y en diciembre de 2013 ordenó el registro de Génova, 13. Los agentes de la Policía Nacional se pasaron 14 horas en el edificio buscando pruebas que pudieran esclarecer los pagos del PP a la empresa Unifica, que llevó a cabo la remodelación. Se fueron con dos cajas llenas. El magistrado sostiene que hubo “una facturación oficial ficticia”. Cuando le preguntaron por este tema a Mariano Rajoy, el presidente del Gobierno aseguró que no hubo un registro sino “colaboración”.

7. El PP carga contra los jueces. Primero fue el juez Baltasar Garzón, contra quien los populares se llegaron a querellar por un delito de prevaricación y revelación de secretos. Cospedal denunció que algunas de sus afirmaciones eran “insidiosas e injustificadas". Aseguró que solo se movía por “animadversión al PP". Ahora la historia se repite pero con Ruz. De hecho, el PP le llegó a acusar de urdir un complot inconstitucional para apartarle de la Gürtel. Aseveró que su expulsión del caso había sido “premeditada” y “arbitraria” y que tanto el magistrado como Anticorrupción “se aferraron a cualquier excusa” para “prejuzgar” la situación del Partido Popular y “apartarle como fuera” del proceso, utilizando argumentos que no eran “mínimamente razonables” ni “ajustados a derecho” y que incluso vulneraban la Constitución. Después de la decisión de imputar a Acebes y sacar de nuevo la caja b del PP, en las filas conservadoras creen que están siendo sometidos a “una persecución”.

8. Ruz echa a los populares de la causa. En abril de 2013, el juez Ruz expulsó al PP como acusación popular en el caso Gürtel al considerar que durante el procedimiento defendía a Bárcenas, a su mujer, Rosalía Iglesias y al exdiputado Jesús Merino. En el auto, el magistrado señaló que lo que estaban haciendo desde la formación conservadora no era “congruente” con las actuaciones procesales que se habían desarrollado desde el inicio de la investigación y que su actuación venía en la práctica “a contradecir su intención de colaborar activamente en la investigación judicial” al actuar como defensores de los imputados en lugar de acusadores. Resaltaba que los indicios racionales de criminalidad que pesaban contra el extesorero eran “reiteradamente negados" tanto por su defensa como por la representación ostentada por el PP.

GESTOS Y PALABRAS

9. Sin mención. Es costumbre que el presidente del Gobierno evite pronunciar los nombres de aquellos miembros del PP que se ven envueltos en casos de corrupción. Así en más de un discurso, Rajoy ha hecho todo lo posible por no citar a Bárcenas, llegando a realizar auténticos juegos malabares. Pero también le ocurre con otros, como hace unos días cuando se tuvo que referir a Rodrigo Rato. “Yo no debo prejuzgar nada en este momento sobre esa persona de la que usted me habla”, dijo al periodista que le preguntaba por el ex vicepresidente. También le pasa con los asuntos polémicos, como el rescate, el aborto o la corrupción. Este último tema lo llegó a relativizar en un mitin de Murcia cuando se refirió a ello diciendo que “unas pocas cosas” no reflejan lo que es España.

10. Expedientes informativos. El artículo 18.8 a) de los Estatutos del PP dice que en el caso de que un afiliado “incurra en cualquier forma de corrupción en el ejercicio de un cargo público o realice conductas que estén tipificadas como delito doloso” se procederá contra él. Desde el momento en que se tiene conocimiento de la existencia de una imputación judicial a un militante, se le abre expediente informativo. Este se transforma en disciplinario al abrirse juicio oral. Y la resolución solo llega con la sentencia o, en su caso, con un auto de sobreseimiento que ponga fin al procedimiento judicial. Las medidas que puede tomar el partido son la baja o la expulsión. Pero la utilidad de la investigación interna en el PP es escasa. La mayoría de cargos se van ante la presión de sus filas. Pocas veces los echan.

11. Imputados. Carlos Floriano dice que el PP se lo pondrá “imposible a los corruptos”. El Partido Popular se compromete ahora a vetar a los imputados de sus listas para las próximas elecciones municipales y autonómicas. Lo hace en estos momentos bajo la fuerte presión social. Pero no lo hizo en los pasados comicios de 2011. Entonces, Rajoy toleró que en las candidaturas fueran nombres inmersos en procesos judiciales y también ha aceptado que, a lo largo de toda legislatura, se queden en sus puestos. La Comunidad Valenciana se lleva la palma. En el PPCV se llegaron a superar los 100 imputados por corrupción. Algunos todavía mantienen sus actas en Les Corts.

12. No hay auditoría externa. Como reacción al caso Bárcenas, Rajoy anunció una auditoría externa de las cuentas del Partido Popular para verificar que estaban limpias tras la gestión de Bárcenas. El presidente aseguró que en el PP “nunca” había habido dinero negro y que su partido tampoco había tenido cuentas en Suiza. Pero, al final, no se realizó ninguna auditoría. Los populares dijeron que tras más de dos meses de búsqueda, se renunciaba a la fiscalización externa porque ninguna empresa estaba dispuesta a asumir la tarea. Y concluyeron que era suficiente con el examen del Tribunal de Cuentas. No era la primera vez que se hablaba de ello. En 2009 se impuso como obligación esta práctica con el fin de verificar las finanzas del partido de forma anual y publicarlo en la web. Así lo establecía el punto 17 del Código de Buenas Prácticas que el partido elaboró a raíz del caso Gürtel. Un punto que nunca se llegó a aplicar.

13. Declaraciones de la renta de la cúpula. Rajoy anunció que iba a poner a disposición de todos los ciudadanos sus declaraciones de la renta y patrimonio. Y así lo hizo. Colgó en la página web de la Moncloa las correspondientes a su etapa como líder del PP, desde 2003. Pero también pidió a su partido que siguiera sus pasos para desplegar en esta cuestión “la máxima transparencia” y estar a la altura “del rigor ético más estricto y de la integridad más escrupulosa”. Cuando se le preguntó a Cospedal por esta cuestión, la secretaria general del PP dijo que la cúpula conservadora se comprometía a hacer lo mismo “en breves fechas”. Han pasado cerca de dos años y nunca más se supo. La justificación: que se estaba buscando una fórmula para difundirlas y hacerlo junto a los socialistas. Pero, al final, a primeros de octubre de este año, lo hizo el PSOE sin que los populares dieran el paso.

14. Los sms de Rajoy. Rajoy decidió que Bárcenas ascendiera y se convirtiera en el responsable de las cuentas del PP y durante mucho tiempo mantuvo contacto con él. El presidente del Gobierno le mandó toda una serie de mensajes a través del móvil. “Luis, sé fuerte”, es uno de ellos. El más sonado porque este se lo envió cuando ya se sabía que el extesorero tenía cuentas en Suiza. A pesar de ello, el jefe del Ejecutivo le escribió para pedirle fortaleza. Rajoy nunca ha dado una explicación sobre ello. Ese sms está fechado el 18 de enero. Una semana después, el jefe del Ejecutivo declaraba que no recordaba cuando había sido la última vez que había hablado con él.

15. La demanda a Bárcenas. El PP presentó una demanda por vulneración del derecho al honor contra El País y “contra el autor de los falsos papeles publicados que, según dicho medio de comunicación, es Luis Bárcenas, aunque él lo haya negado públicamente y ante la Fiscalía Anticorrupción”. Esta fue la retorcida fórmula con la que la cúpula conservadora actuó. Cospedal sí lo hizo a título personal interponiendo una demanda civil en defensa del honor contra el antiguo responsable de las cuentas de los populares y contra el mismo diario. Aunque ésta al final terminó siendo desestimada, ella ha vuelto a apelar. En noviembre de 2013, los populares retiraban la demanda contra el periódico por considerar que se había "desvanecido el interés" después de que Bárcenas reconociera la autoría. Pero, según fuentes del PP, se mantiene la del extesorero. También queda pendiente una ampliación de la demanda de Cospedal contra él, porque acusó al PP de Castilla- La Mancha de cobrar una comisión de 200.000 euros cuando ella era presidenta de la formación regional por un contrato del Ayuntamiento de Toledo.

16. Doble vara de medir.  Por ejemplo a los militantes usuarios de las tarjetas opacas no se les suspendió de militancia durante días porque entre ellos estaba Rato. Pero cuando Santiago Cervera, que era secretario cuarto de la Mesa del Congreso, fue detenido por un presunto caso de extorsión al presidente de Caja Navarra, el PP le forzó a renunciar a su escaño y militancia de forma fulminante. Con él, la dirección nacional no tuvo miramientos. Al contrario, demostraron una frialdad absoluta. El PP tuvo con este caso una diligencia absoluta que, en otras situaciones, no ha demostrado. Como en el caso de Bárcenas y Merino, que solo renunciaron después de llevar varios meses imputados.

17. Los códigos éticos del PP son papel mojado. Cuando estalló el caso Gürtel, en el PP existía un código ético aprobado por Aznar de 1993 que era muy exigente. Establecía la "expulsión inmediata del partido" para quienes utilizasen "el propio nombre, posición o relación dentro del partido o en un cargo público, para obtener lucro, trato o favor personal o beneficio para sí o para terceros". En los estatutos de ahora se señala que no se adoptará ninguna sanción hasta que no haya sentencia. Lo que supone un blindaje en toda regla para presuntos corruptos, teniendo en cuenta que hasta que eso ocurre suelen pasar muchos años. En 2009 Rajoy lanzó su tabla de mandamientos éticos. En esta se incluía la prohibición de aceptar regalos, se abogaba por realizar concursos públicos, constituir mesas de contratación y se pedía que todos los cargos públicos firmasen una carta de compromisos. Además se creó la figura del auditor de prácticas internas que durante un tiempo desempeñó José Manuel Romay Beccaría. Y con el tiempo, muchos de estos aspectos fueron cayendo en el olvido. Además de esos códigos se han realizado actos en los que se asumían compromisos. De hecho en 2011, el PP presentaba un manifiesto por la regeneración y la transparencia en la que se pedía actuar contra la corrupción “con celeridad”. En la foto aparecía Francisco Camps, firmándolo. Esa imagen, con entonces el presidente de la Comunidad valenciana, imputado por el caso de los trajes, echaba todo el discurso por tierra.

18. No pedir perdón hasta cerca de seis años después. El pasado 28 de octubre, Rajoy compareció en el Senado y pidió perdón a los ciudadanos por los escándalos de corrupción. “En nombre del PP quiero pedir disculpas a todos los españoles por haber situado en puestos de los que no eran dignos a quienes en apariencia han abusado de ellos", proclamó. Lo hacía casi seis años después de que estallara el caso Gürtel . Nunca lo había hecho antes aunque los periodistas se lo habían reclamado en varias ocasiones. Su reacción llegó después de que desde el partido se elevaran las críticas internas por su falta de reacción. El presidente del Gobierno también compareció el 1 de agosto en la Cámara alta. Entonces solo dijo que lo sentía y admitió que se había equivocado con Bárcenas.

19. Evitar plenos para hablar de corrupción. En julio, la oposición pidió un pleno extraordinario para que Rajoy informara de los papeles de Bárcenas y la presunta caja b del PP. El Grupo Popular lo rechazó. Al final, Rajoy decidió hablar en el Senado y, con ello, se ahorró ofrecer la tradicional rueda de prensa de balance de curso político. Hace unos días se volvía a repetir la situación. Por segunda vez en esta legislatura, todos los grupos pedían al presidente que diera explicaciones. Los populares se negaron de nuevo, argumentando que no iban a exponer al jefe del Ejecutivo a un “espectáculo” de carácter “destructivo”. En la Moncloa no querían que la corrupción se vinculara solo con el Gobierno cuando también afecta al resto de fuerzas políticas. Si se comparecía tenía que ser de otra forma. Y desde el Ejecutivo se encontró una solución mejor: comparecer en el Congreso el próximo 27 de noviembre para vender las medidas estrella.

20. No a las comisiones de investigación. En el Partido Popular se evitan. El último ejemplo lo tenemos en Galicia, donde el PP se ha servido de su mayoría absoluta para rechazar la comisión de investigación parlamentaria de la Operación Zeta, en la que se investiga un presunto fraude en los cursos de formación de la Xunta.

21. Cerca de dos años para presentar sus medidas anticorrupción. Rajoy acude este jueves a presentar sus propuestas para luchar contra la corrupción. Las que prometió hace ya cerca de dos años en su primer debate sobre el Estado de la Nación. Desde entonces las ha vendido al menos una decena de veces y aún no ha salido adelante ninguna. El 27 de noviembre se presentarán los proyectos de ley de control de la actividad  económica de los partidos y reguladora del ejercicio del alto cargo que llegaron el 22 de febrero de 2014 a la Cámara baja y desde entonces han estado bloqueados por decisión del PP. Después de nueve meses, el presidente las defenderá.

22. Buenas prácticas con feudos salpicados por la corrupción. El PP acaba de celebrar una convención autonómica en Cáceres bajo el título “Estabilidad y buenas prácticas de gobierno” cuando muchas de sus comunidades están en el punto de mira. El juez Ruz tiene en el objetivo a Castilla-La Mancha. También la sede del PP en La Rioja, donde los populares no aportaron el certificado final con el detalle de la obra ejecutada y las facturas no incluían los conceptos por las que fueron abonados. Eso sin olvidar Madrid, donde además de Gürtel, se ha vivido lo de las tarjetas opacas de Caja Madrid y la Operación Púnica. Este último asunto también afecta a Castilla y León. Y, por supuesto, la Comunidad valenciana donde en un momento dado de esta legislatura llegaron a coincidir una decena de diputados imputados en la cámara regional. Además está Galicia, donde Feijóo ha hecho un discurso muy contundente contra la corrupción cuando aún cuenta con imputados en sus filas y su mensaje choca de lleno con la trama de los cursos de formación.

23. La teoría de la conspiración. Fue el 11 de febrero de 2009. Rajoy compareció en la sede de Génova rodeado por casi medio centenar de miembros del Comité Ejecutivo Nacional. Una imagen de unidad para momentos difíciles. “No es una trama del PP, es una trama contra el PP”, denunció. Esa fue la primera reacción del líder conservador a la corrupción. Después, con el tiempo, los nombres de muchos de los que figuraban en aquella foto fueron figurando en el sumario de la ‘Gürtel’.

FOTOS CON LOS CARGOS ENVUELTOS EN ESCÁNDALOS

24. Luis Bárcenas y el despido "en diferido". Abril de 2009. Mariano Rajoy: "Nadie podrá probar que Bárcenas y Galeote no son inocentes". El presidente del Gobierno los respaldaba públicamente. Sus declaraciones fueron repicadas durante meses. La dirección nacional del PP emitió más de un comunicado en los que destacaba “el ejemplo de profesionalidad y buen hacer”, además de “la lealtad” de su extesorero. Con la aparición de los papeles de Bárcenas en El País en el PP cundió la alarma. Varios nombres, incluidos el del presidente, estaban en ellos. Según los apuntes del extesorero, Rajoy habría cobrado más de 320.000 euros. Por eso, de apelar a la presunción de inocencia de Bárcenas se pasó, de pronto, a tacharle de “delincuente”. El argumentario del PP se extendió y quien fuera su compañero de filas se convirtió en “un mentiroso”. Por mucho que se quisieran desvincular de él, ya era tarde. El PP le había protegido y mucho. De hecho le puso un abogado para su defensa (que cobraba más de 300 euros por hora de asistencia legal) y le mantuvo despacho, chófer, secretaria y otros tantos privilegios. Hasta siguió contratado por el PP hasta el 31 de enero de 2013 y eso que desde la formación conservadora aseguraban que había abandonado todas sus responsabilidades. Se ocultó que seguía cobrando una nómina. Le pagaban 21.300 brutos al mes, incluido el prorrateo de las pagas extra, por no hacer nada. Y tanto en su caso como en el de Sepúlveda, el Partido Popular no tomó medidas hasta que se hizo público. Además, nadie olvidará ya la rueda de prensa en la que Cospedal defendió su salida. “La indemnización que se pactó fue una indemnización en diferido. Y como fue una indemnización en diferido, en forma, efectivamente, de simulación, o de lo que hubiera sido en diferido en partes de una de lo que antes era una retribución, tenía que tener la retención a la Seguridad Social”, dijo formando un lio mayúsculo.

Cospedal: Indemnización en diferido

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25. Jesús Sepúlveda siguió contratado. Rajoy siguió pagando un sueldo al exalcalde de Pozuelo a pesar de estar imputado en el caso Gürtel. En 2009 se le relacionó con el cobro de casi medio millón de euros procedentes de la trama de corrupción y trascendió que en su garaje aparcaba un Jaguar regalado por Francisco Correa. Entonces dimitió y se reincorporó a Génova como trabajador de la casa. El Partido Popular le mantuvo como asesor, redactando informes desde su casa. No se concretó en ningún momento a qué se dedicaba. Génova argumentó que no le podía echar porque era “funcionario del partido” y podía demandarlos por despido improcedente. Al final fue expulsado justo dos días antes de Sepúlveda declarara ante Ruz

26. La salida de Ana Mato. El nombre de Ana Mato se ha visto salpicado en varias ocasiones por la trama Gürtel, que pagó viajes, hoteles de lujo y hasta las fiestas de comunión y cumpleaños de sus hijos. Pero la ministra de Sanidad siempre ha proclamado su inocencia. En 2012, ante sus compañeros de partido, aseguró que ella siempre había pagado “todos los gastos familiares de los que se hacía cargo. La primera vez que estalló este escándalo, puso su cargo a disposición de Rajoy y el presidente no lo aceptó. Hoy Ruz la ha señalado como partícipe a título lucrativo de los delitos supuestamente cometidos por Sepúlveda.  El auto sostiene que ella y el PP se beneficiaron de los hechos delictivos de su marido. Y al final ella ha acudido hoy a la Moncloa para presentar su dimisión al presidente del Gobierno. En esta ocasión, Rajoy sí  ha accedido. Dicen que su entorno le ha presionado con que era la única salida que le quedaba a la ministra porque esta semana es decisivia para el discurso anticorrupción del Gobierno.

27. El modelo de Matas. “Vamos a hacer en España, lo que Matas en Baleares”. Son las palabras de Rajoy en 2004, cuando le ponía de ejemplo. A finales de julio de 2014, el exministro ingresaba en prisión. Tres meses después, se le otorgaba el tercer grado penitenciario en contra del informe de la prisión de Segovia. Esta concesión es potestad exclusiva del Gobierno. De esa forma puede salir de la cárcel durante el día para volver por la noche. Aunque desde el Ejecutivo se le denegó el indulto, para el PSOE es una fórmula de hacer lo mimo de forma encubierta. Matas cumple una condena firme de nueve meses por un delito de tráfico de influencias y tiene otras 20 causas pendientes. Hace unos días el juzgado de vigilancia penintenciaria de Valladolid revocó el tercer grado al exministro desautorizando al Ejecutivo.

28. El ciudadano ejemplar Fabra. En 2008, Rajoy fue a un acto en Castellón y a preguntas sobre la imputación de Carlos Fabra en una investigación judicial abierta desde hacía años, le defendió diciendo que era “un político y un ciudadano ejemplar”. Fabra cuenta con una condena firme de cuatro años de cárcel por cuatro delitos fiscales por haber defraudado a Hacienda cerca de 700.000 euros. Después de que el pasado viernes, el Gobierno le negara el indulto, se está a la espera de su ingreso en prisión.

29. Siempre contigo Camps. Fue un mitin en la plaza de toros de Valencia, en plena campaña de las europeas 2009. Rajoy no dudó un instante en mostrar todo su respaldo a su barón autonómico. “Yo creo en ti”, le dijo. “Siempre estaré detrás de ti, o delante, o a un lado”, afirmó. Y esa frase quedó grabada para la hemeroteca. Desde aquel entonces, la cúpula popular vivió varios terremotos internos. Algunos a cuenta de algunas grabaciones comprometedoras. Una de ellas, con Álvaro Pérez, 'El Bigotes', uno de los cerebros de la trama corrupta, en la que Camps le llamaba “amiguito del alma”. Durante la conversación se podía escuchar a los acusados felicitándose la navidad y diciéndose lo mucho que se querían mutuamente. “Te quiero un huevo” le llegó a decir. Los sobresaltos duraron hasta julio de 2011, cuando anunció su dimisión como “sacrificio personal” para que Rajoy fuera presidente. Fue después de que el Tribunal Superior de Justicia de la Comunidad Valenciana (TSJCV) decidiera sentarle en el banquillo por un delito de cohecho impropio por la causa de los trajes. Siempre proclamó su inocencia. Y al final el Supremo confirmó la decisión del jurado popular que le absolvió. Pero el PP ya nunca le volvió a restituir ni en su cargo ni en otro con responsabilidades por miedo a que su nombre volviera a saltar por los aires en cualquier momento. En el futuro tendrá que ir a declarar como testigo en el caso Noos.

30. El imputado Ricardo Costa. La dirección nacional del PP suspendió un año de militancia a Ricardo Costa. Génova le sancionó por su “actitud”, después de realizar unas declaraciones en las que se atribuía aún la condición de secretario general cuando ya había cesado de su cargo por orden de la cúpula nacional. Costa también salió absuelto del caso de los trajes en 2012, junto a Camps. Pero todavía tiene otros temas pendientes. Está imputado en la rama valenciana del caso Gürtel, concretamente en la que investiga la supuesta financiación ilegal del PPCV. A pesar de ello, Costa ocupó el séptimo puesto de la lista autonómica de su partido por la provincia de Castellón en las últimas elecciones. Y durante todo este tiempo ha permanecido como diputado en Les Corts. Ahora ha anunciado que, después del debate de presupuestos en diciembre, dejará su escaño.

31. Dos años sin expulsar a Sonia Castedo. La alcaldesa de Alicante está imputada por varios delitos en los casos Brugal y Rabassa y el PP no actúa contra ella. En Génova cuentan que tiene abierto un expediente desde hace aproximadamente dos años. En cualquier caso, en todo este tiempo, no se ha adoptado ninguna medida. Hace unos días Rajoy acudió a Alicante y logró que no hubiera foto. Castedo dijo que no podía acudir porque estaba “indispuesta”. Las presiones no logran que abandone el partido por el momento, aunque ya han conseguido que anuncie que no optará "como candidata del PP" a la reelección en las próximas elecciones municipales de 2015 ni aunque las causas fueran archivadas.

32. Rato se va, no le echan. El ex vicepresidente, un histórico del PP, presentaba hace unas semanas su baja por su implicación en el escándalo de las tarjetas opacas de Caja Madrid. Daba el paso después de que durante unos días desde la cúpula de su formación se le mandaran varios recados para que lo hiciera. El vicesecretario de Organización, Carlos Floriano, salió diciendo que lo sucedido “era detestable”. Cospedal aseguró que todo el partido estaba “indignado”. Rato terminó rindiéndose. Una semana después el Comité de Derechos y Garantías procedía a tramitar su baja y la del resto de cargos de PP a los que este tema salpica. Todos la habían solicitado de forma voluntaria.

33. A Acebes no se le investiga dentro del PP. El juez Ruz llamó a declarar a Ángel Acebes quien negó tener conocimiento de la existencia de una caja b en el PP y el haber autorizado la compra de acciones de Libertad Digital con fondos del partido. Al final el magistrado ha acordado hoy el sobreseimiento de las actuaciones contra el ex ministro. Ante él han declarado el resto de ex secretarios generales –María Dolores de Cospedal, Javier Arenas y Francisco Álvarez Cascos- pero en calidad de testigos. En el PP a Acebes no le llegaron a abrir una investigación en ningún momento. En Génova hacen una distinción entre la gravedad de causas que se manejan y además defienden que a Acebes se le había acusado de dar unas órdenes cuando era el número dos de la formación conservadora pero no estaba en el ejercicio de cargo público alguno.

34. Monago y sus viajes a Canarias. El presidente del Extremadura voló en 32 ocasiones a Canarias cuando era senador, entre mayo de 2009 y noviembre de 2010, con cargo a la Cámara Alta. José Antonio Monago compareció primero ante los medios para explicar que todos los desplazamientos que había realizado eran por trabajo. Al día siguiente dijo que tenía intención de pagar “hasta el último céntimo”. Y, por último, salió a explicarlos y dejar claro que no iba a devolver dinero porque estaban justificados por actos de partido. Aunque dio algunos detalles, Monago se negó a distribuir copias de sus datos a los medios argumentando que eran la base de su defensa legal. En un acto en Cáceres, Rajoy se hizo la foto con él, como con otros cargos que se han visto envueltos en escándalos, y aseguró que contaba “con el apoyo de todos”. En el marco de estas jornadas se supo que la presidenta de Aragón, Luisa Fernanda Rudi, le había pedido a un diputado suyo por Teruel, Carlos Muñoz, que se fuera, al enterarse de que iba a salir en varios medios la noticia de que también había viajado a Tenerife para ver precisamente a la mujer que, en su día, visitaba Monago. El presidente extremeño no se sintió aludido por ello. "No me des explicaciones y sigue adelante", es lo que dice que le trasladó el jefe del Ejecutivo. Y él siguió al pie de la letra sus instrucciones. Ahora la Fiscalía extremeña ha abierto diligencias contra él.

35. El gerente del PP de Madrid. Es el último capítulo de una larga lista. Beltrán Gutiérrez Moliner dejó su cargo como gerente del PP madrileño tras verse envuelto en el escándalo de las tarjetas opacas de Caja Madrid. Los datos del ministerio de Empleo lo corroboran. Estaba contratado por el PP nacional de forma indefinida con categoría de jefe administrativo. Y el día en el que anunció, de forma oficial, que dejaba su puesto, fue dado de baja en la Seguridad Social. Eso ocurrió el 6 de octubre. Tan solo un día después, el 7, fue dado de alta. En las mismas condiciones. Pero con una diferencia, ahora iba a ser empleado del PP de Madrid en lugar de trabajador del PP nacional. Únicamente cambió su cuota de cotización, pero su categoría laboral seguía siendo la misma.

 
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