El PP cree que sus dos victorias a nivel nacional demuestran que el caso Gürtel ya no le pasa factura

Madrid

En el Partido Popular dan por "amortizado" el caso Gürtel. El escándalo que le estalló a Mariano Rajoy en 2009, mientras hacía campaña por Galicia, para ellos ya forma parte del pasado. A pesar de que el partido vivió un terremoto interno, con varias e importantes sacudidas, los conservadores consideran que ya no les puede afectar. Además, no creen que salgan nuevos detalles que tengan una gran repercusión.

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La corrupción pasó factura al PP en las municipales y autonomicas de 2015. Rajoy reconoció entonces que junto con los recortes es lo que más había desgastado a su formación. Pero luego vinieron las citas a nivel nacional y a presumir de resultados porque, a pesar de todo, los populares ganaron el 20 de diciembre de 2015. Y, de nuevo, el 26 de junio de 2016, con más escaños.

Dos victorias que les hacen pensar que la gente "hace la vista gorda o perdona y olvida" porque todos los partidos sufren el mismo estigma. Y les viene bien para vender que los ciudadanos han valorado "las medidas impulsadas por el Ejecutivo". Están convencidos de que mejorarían en unas terceras elecciones. Puede resultarles incómodo ver desfilar a sus excompañeros pero están convencidos de que el juicio no influirá ni condicionará la situación en este momento de bloqueo político.

Los conservadores dicen que ahora ha llegado el momento de que se asuman "responsabilidades penales porque las políticas ya se dilucidaron hace tiempo". Destacan que ya no queda ni un solo implicado en sus filas. Pero en los próximos días la historia reciente de su partido copará los titulares. Tendrán a sus extesoreros, Luis Bárcenas y Ángel Sanchís, sentados en el banquillo. Y no estará Álvaro Lapuerta porque se le ha declarado incapacitado.

Además, varios dirigentes conservadores acudirán como testigos: Ángel Acebes, Francisco Álvarez Cascos, Jaime Mayor Oreja, Rodrigo Rato... También Javier Arenas, quien actualmente sigue formando parte del Comité de Dirección popular. Y hay quien insiste en que Rajoy vaya a declarar porque ostentaba cargos importantes en la etapa que se analiza (secretario general en 2003). Aunque los que rodean al presidente en funciones señalan que todo corresponde a la era Aznar. Se desvinculan así de cualquier responsabilidad. Después de dar ayer por rota toda relación entre el PP y FAES.

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Rajoy ha sobrevivido al caso Gürtel y a su relación con Bárcenas. Fue él quien, en una muestra de confianza, le elevó de categoría en el Congreso de Valencia de 2008. Cuando el presidente en funciones empezó a ver lo que se iba publicando, dio orden a los suyos para que dejaran de trabajar con Francisco Correa y sus socios. Pero con ello no acabaría la historia. Los papeles del extesorero y los sms entre ambos fueron tan sólo algunas de las polémicas de estos últimos años. El líder del PP se vio incluso obligado a comparecer en el Senado en agosto de 2013 para dejar claro que no pensaba dimitir por todo esto.

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Ahora, en Génova aseguran que su formación no está imputada por este caso. Pero sí está procesada en una pieza separada, que deriva de ella, la de la destrucción de los ordenadores. Y está acusada de "participe a título lucrativo", por beneficiarse de la trama. Aunque el PP defiende que esta figura implica que no tenían conocimiento de que se estuviera cometiendo un delito.

Rajoy ha dicho a los suyos que cuando les pregunten por este asunto, lo dejen en manos de la Justicia. En el PP insisten en que en España "no hay impunidad". "El que la hace la paga, sea quien sea y se llame como se llame", comenta un diputado. Los populares se desvinculan, además, de lo que hicieran sus cargos a nivel territorial, recordando que todos sus gastos electorales están auditados por el Tribunal de Cuentas.