Primer juicio por el robo de bebés en España: el "regalo" del doctor Vela
Este martes arranca en la Audiencia Provincial de Madrid el primer juicio en nuestro país por el supuesto robo de una bebé en el sanatorio San Ramón en 1969: el testimonio de la madre de la denunciante, que reconoció los hechos, es clave en el caso
Madrid
Inés Madrigal fue un "regalo" de un médico a sus padres previa gestión de un sacerdote jesuita en junio de 1969 en un sanatorio del Paseo de la Habana de Madrid. Las acusaciones de la Fiscalía y de la víctima llegan contundentes al primer juicio por un caso de supuesto robo de bebés en España con el responsable sentado en el banquillo de los acusados: el doctor Eduardo Vela Vela, para quien una volcada Fiscalía pide once años de prisión.
Según el relato que tanto el Ministerio Público como la propia Madrigal - la niña supuestamente robada que presidente la asociación SOS Bebés Robados Murcia - el doctor Vela, entonces ginecólogo en el sanatorio San Ramón de la capital, fue el artífice de su entrega a una familia que no era la suya. Un sacerdote jesuita le informó, según el escrito de calificación de la Fiscalía, de que un matrimonio buscaba una niña, y el facultativo les llamó poco después, asegurando que tenía "un regalo" para ellos.
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El "regalo" en cuestión era la propia Inés, su verdadera identidad fue borrada de todos los registros y la familia adoptante no tuvo ni que fingir el embarazo, como había recomendado el propio Vela. Fue inscrita en el Registro Civil como hija biológica de su nueva familia, con Eduardo Vela firmando un parte en el que aseguraba que había asistido al parto imposible: cuarenta años después, en 2010, las pruebas de ADN motraron una coincidencia del 0,0% entre Inés Madrigal e Inés Pérez.
Seis años después de la apertura de la causa, el juico se celebrará esta semana en la Audiencia Provincial de Madrid: la Fiscalía solicita once años de prisión para Vela, mientras que Inés Madrigal reclama hasta trece años de presidio para el facultativo. El doctor se sentará en el banquillo acusado de un delito de detención ilegal, otro de suposición de parto y un último de falsedad documental.
La confesión de Inés
En los últimos años, decenas de denuncias de bebés robados se han quedado por el camino, víctimas de una falta de pruebas: registros hospitalarios que han desaparecido, testigos fallecidos o de edad muy avanzada y facultativos que o bien no sabían nada o bien guardan un selectivo silencio. En el mejor de los casos, trabajadores de las clínicas han señalado con el dedo a la monja Sor María Gómez Valbuena, cuya responsabilidad penal quedó extinguida con su muerte en enero de 2013.
La clave para que la denuncia de Inés Madrigal haya llegado a juicio ha sido una confesión: la de Inés Pérez, la mujer que detalló cómo se convirtió en su madre tras un acuerdo con el Doctor Vela. Pérez, fallecida hace poco más de un año, confesó a Madrigal que ella no era su madre biológica casi medio siglo después de habérsela llevado del sanatorio San Ramón, y llegó incluso a protagonizar un careo judicial con Vela en diciembre de 2013. Su testimonio no podrá ser sometido a contradicción durante el juicio, pero llegó a declarar ante el juez instructor antes de morir y su declaración, por tanto, será tenida en cuenta por el tribunal.
Lo que nunca se sabrá
Una hipotética sentencia condenatoria declararía máximo responsable al doctor Vela del robo de una bebé, y declararía probado por primera vez en una resolución judicial que en la España de la dictadura de Franco se sustrajeron niños para entregarlos a familias ajenas. Pero, salvo confesión inesperada del único acusado, la sentencia dejará más puntos negros que luces.
"Los puntos negros creo, desgraciadamente, que no los vamos a saber", decía el letrado Guillermo Peña, de SOS Bebés Robados, a la Cadena SER poco después de presentar su escrito de acusación. "Nosotros vamos a saber una verdad procesal", añadía, "las motivaciones de las personas al inscribir, ocultar, mentir... no las vamos a saber".
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