Tres recetas sin apenas calorías que parecen todo lo contrario (sí, la de la foto también)
Comer sano no tiene por qué ser ni aburrido ni menos sabroso, cuando descubras estas tres recetas verás la verdura con otros ojos
Madrid
Cuando se empieza una dieta que tiene como objetivo el déficit calórico y la bajada de peso es normal caer en el pensamiento de que las comidas se van a volver aburridas y monótonas, y que la hora de comer ya no va a ser un placer. Pero realmente el error es no ser original a la hora de pensar las recetas que van a componer nuestra dieta, porque comer verdura de una forma diferente y original es posible.
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Es más, si te paras a pensar en los ingredientes que tienen tus platos favoritos, seguramente sea muy fácil reinventarlos para que sean saludables, modificando algún ingrediente o su forma de cocción, como por ejemplo ocurre con la tortilla de patata light que hoy vas a descubrir como se hace sin renunciar a su sabor.
1. Tallarines de calabacín a la marinera
Esta receta que vas a aprender y que seguro que se convierte en uno de tus grandes aliados a la hora de cocinar con pocas calorías te va a empezar sorprendiendo por su secreto principal y que seguro que no habías notado. Aunque creas que estamos hablando de pasta no es así, los tallarines son de calabacín, pero el plato viste tanto a simple vista que te resultará sabroso incluso antes de probarlo. Su autora es Laura, más conocida como @laura.colorfood, una bloguera de recetas de cocina que ha reinventado este plato italiano.
La pasta es puro hidrato de carbono, por lo que si la sustituimos por tiras de calabacín las calorías del plato se reducen considerablemente, y el sabor te va a conquistar. Para poder hacerlo, se necesitará un sacapuntas de verdura, un utensilio que se volverá de tus favoritos para cocinar con verduras, aunque si no tienes uno a mano en este vídeo también podrás aprender otras formas de cortarlo igual de eficientes.
Además, su preparación es también bastante más rápida que los tallarines convencionales, ya que se elimina su paso de cocción. Otra de sus ventajas, al no tratarse de pasta como tal, es que puede ser una buena opción también para cenar, pues el calabacín es un alimento que no es muy pesado para el estómago y que tiene una fácil digestión.
Para elaborar la salsa que los complementará, en este caso la marinera (aunque también es muy válido para otro tipo de acompañamientos como la carbonara o una salsa de verduras) habrá que saltear un poco de cebolla y de ajos picados, se añade tomate frito (si es natural mejor) y se deja sofriendo unos minutos.
Cuando coja temperatura se añaden los calamares y los mejillones previamente limpios junto a las especias que solamos utilizar, y por último las tiras del calabacín. Se taparán durante unos 10 minutos para que la salsa se ligue bien a los ingredientes sin remover demasiado y ya tendrás un plato original y sano. Se puede acompañar con un poco de queso rayado.
2. Tortilla de patata light
Como te podrás imaginar la tortilla de patata tiene su mayor exponente de grasa y calorías en la cantidad de aceite que se utiliza para freír las patatas y para luego darle la vuelta en la sartén. Si se modifica esta forma de elaborar las patatas se puede conseguir una tortilla de patata sabrosa y totalmente saludable.
Para ello, la forma de cocción de las patatas no será freírlas, sino hervirlas. Para empezar, se colocarán en una olla con agua fría y con la piel. Una vez el agua rompa a hervir se deben dejar alrededor de los 35-40 minutos, dependiendo del tamaño de las patatas. Una vez cocidas se retiran para que se enfríen y posteriormente se pelarán y cortarán en cuadraditos pequeños.
Para que las patatas tengan un punto crujiente el truco será saltearlas en la sartén con un poco de ajo picado y un chorrito pequeño de aceite, pero no es conveniente dejarlas demasiado tiempo para que no se quemen. Otra forma de hacerlas y que sigan siendo sanas es utilizando el microondas. En este caso habrá que pelarlas y cortarlas a daditos, se ponen en un bol de cristal o apto para este tipo de electrodomésticos y se tapa con papel film. 10 minutos a máxima potencia y listas.
Para terminar, si se utiliza una sartén antiadherente en lugar de una convencional el aceite que se utilizará será mucho menor, por lo que también se consiguen reducir calorías. Como último paso y este ya sí que vuelve a enganchar con la receta original, será mezclar las patatas junto a los huevos revueltos y dorarla vuelta y vuelta en la sartén hasta que cuaje. Te sorprenderá su sabor a pesar de que las patatas no hayan seguido su proceso habitual y conseguirás cuidar tu dieta.
3. Fajitas de carne con verduras
¿Quién dijo que no se podía también comer fajitas haciendo dieta? Aunque lo asocies a un plato potente, realmente las fajitas no tienen tantas calorías como te piensas. Si por ejemplo apartas las salsas pesadas o las guarniciones que normalmente lo acompañan, como las patatas fritas o los nachos, podrás disfrutar de unas fajitas totalmente saludables y hacer que tu dieta tenga más sabor y color.
Lo que tendrás que mirar con mayor atención son los ingredientes a la hora de comprarlos. Por ejemplo las tortitas de maíz o de trigo, si se eligen en su versión integral tendrán muchas menos calorías, igual que si el guacamole se prepara casero frente a los que ya vienen preparados en el supermercado.
Para cocinar las fajitas y que los alimentos consignan un sabor consistente, se deberá rehogar la cebolla y el pimiento junto a unas gotitas de tabasco y un poco de guindilla, dependiendo de cuánto te guste el picante. Cuando tengan color se añadirán las tiras de ternera o de pollo y se añade tomate frito al gusto.
Simplemente quedará calentar las tortas integrales, añadir el salteado y enrollar. Fácil, rápido y muy sabroso. Y si quieres acompañarlo con una buena salsa guacamole saludable y original aquí encontrarás un vídeo para aprender a hacerlo: