El pacto contra Salvador Illa marca el final de la campaña en Cataluña y pone en duda la gobernabilidad
"Frente a la nueva foto de Colón del independentismo estamos todos los demás", dice el PSC
Los comunes creen que ERC puede volver a darle la presidencia al partido de Puigdemont
Aún no está claro si las mesas electorales se acabarán montando en el interior de los colegios o al aire libre
Barcelona
A pocas horas del fin de la campaña electoral del 14-F en Cataluña todo indica que hasta el último minuto el debate va a estar marcado por el bloqueo pactado por los partidos independentistas contra el PSC, lo que apunta hacia un escenario de muy dudosa gobernabilidad a partir del lunes.
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Además, nada apunta a un cambio de discurso por parte de las formaciones independentistas, lo cual ha llevado a Salvador Illa a alertar sobre las consecuencias de esta estrategia en otros ámbitos, incluidos los ayuntamientos.
Illa ha advertido que sería un error trasladar ese pacto a otras instituciones y lo ve como acto de exclusión que no puede compararse a que él también se haya negado a gobernar con independentistas. "Esto se acaba en 48 horas. Frente a la nueva foto de Colón del independentismo estamos todos los demás", ha dicho.
Pero ERC insiste en la incompatibilidad con los socialistas. Así lo ha asegurado Oriol Junqueras en una entrevista concedida a la Cadena SER: "Se han manifestado junto a la extrema derecha y han aplaudido el encarcelamiento de inocentes. Nadie se puede sorprender de que no tengamos intención de pactar con ellos. Sorprende que alguien se sorprenda. El partido socialista es el máximo defensor de una monarquía corrupta y decadente".
Mientras, a pesar del documento firmado por ERC, Junts Per Catalunya sigue atizando el miedo del votante independentista al tripartito. "Una mayoría independentista o un tripartito con el PSOE del 155 a la cabeza", ha dicho Laura Borràs.
No se creen los vetos
Ciudadanos y PP tampoco dan credibilidad al veto entre independentistas y socialistas. El PP ve posible el tripartito e Inés Arrimadas ha tratado de distanciarse del PSC ironizando con una de las frases más repetidas por Salvador Illa durante la campaña: "Quiero un libro nuevo. ¡No pasar página! El mismo libro, ¡no!".
Los comunes, por su parte, creen que ERC puede volver a darle la presidencia al partido de Puigdemont. El vicepresidente segundo del Gobierno, Pablo Iglesias, por su parte, ha vuelto a intervenir en la campaña definiendo a España como una democracia limitada por los poderes económicos: "Simplemente decir cosas que son ciertas moviliza a buena parte de los defensores del privilegio y la mentira. ¡Sigamos diciendo verdades!".
Mecanismos de refuerzo
Por otro lado, la previsión meteorológica apunta hacia una jornada electoral marcada por temperaturas frescas con más frío del habitual y posibilidad de lluvia, así que no está claro si finalmente las mesas se acabarán montando en el interior de los colegios o al aire libre.
Pero parece seguro que la inmensa mayoría de mesas electorales podrán constituirse con normalidad a pesar de las miles de alegaciones presentadas ante la Junta Electoral, que tiene todavía muchas pendientes de resolver.
De hecho, se ha establecido un mecanismo de refuerzo suficientemente amplio para evitar problemas de última hora. Como en Barcelona quedan miles de casos por resolver y solo tienen hasta hoy para dar respuesta, los jueces están priorizando las alegaciones con justificación muy evidente.
Aún así, tanto la Junta Electoral como el Govern han lanzado un mensaje de calma. "El 99,9% de las mesas se podrán formar porque tienen tres personas aseguradas de las nueve citadas", ha dicho el conseller Bernat Soler en TV3. Eso implica que, según el Govern, solo hay 10 mesas en duda de las más 9.000 previstas.
Desde la Junta Electoral recuerdan que quienes estén citados y no acudan pueden cometer un delito electoral. Incluso quienes hayan presentado excusa y no hayan recibido todavía respuesta. Durante la jornada, jueces y notarios seguirán la formación de las mesas, designando suplentes o votantes donde falte personal.
Momentos destacados de la campaña
La campaña electoral arrancó marcada por el anuncio sorpresa de Salvador Illa, quien el pasado 30 de diciembre reconoció que dejaría el Ministerio de Sanidad para presentarse como candidato a president de la Generalitat, aunque —a pesar de las críticas— finalmente no dimitió hasta el 26 de enero.
El anuncio de Illa propulsó al PSC en las encuestas, pero en ese momento —y con la tercera ola en pleno apogeo— no estaba claro si se iba a mantener la fecha de las elecciones, prevista para el 14-F.
El 15 de enero, y tras varios días de negociación entre los partidos, Pere Aragonés anunció el aplazamiento de las elecciones al 30 de mayo. Posteriormente, sin embargo, el TSJ de Cataluña anunció la suspensión de ese decreto, confirmando la celebración de los comicios en la fecha inicialmente prevista.
Uno de los primeros momentos destacados de la campaña fue el debate celebrado en SER Catalunya, en el que la política sanitaria centró buena parte de la atención de los candidatos y en el que donde Illa anunció que se bajaría el sueldo un 30% si llega a ser president de la Generalitat. Pere Aragonés, por su parte, aprovechó la ocasión para proponerle un debate cara a cara, que el candidato del PSC declinó.
Otro de los momentos más polémicos de la campaña lo ha protagonizado el vicepresidente segundo del Gobierno, Pablo Iglesias, quien semanas después de asegurar en el programa Salvados que Carles Puigdemont es un exiliado manifestó en una entrevista al periódico Ara que "no hay plena normalidad política y democrática en España".
La última semana de campaña también ha estado marcada por el documento firmado por los cuatro partidos del bloque independentista —Junts, ERC, CUP y PDeCAT— asegurando que no pactarán con el PSC la formación de un Govern. Algo que Illa ha definido como "la foto de Colón del independentismo".
El PP, por su parte, ha visto cómo las declaraciones de Luis Bárcenas coincidiendo con el inicio del juicio del Caso Gürtel ha afectado sensiblemente a su campaña. Algo que, en plena lucha por el sorpasso, Vox ha intentado aprovechar en los actos celebrados en Cataluña, afectados por numerosas protestas con lanzamiento de objetos, como ya pasó durante la última campaña electoral vasca.
Pero la última gran polémica de la campaña, más allá de las dudas sobre la formación de las mesas a causa de la pandemia, ha sido la negativa del candidato del PSC a someterse a un test PCR antes del debate de TV3. Un hecho que algunos utilizaron para insinuar que podía haberse vacunado antes de tiempo. Algo ante lo que Illa se defendió aludiendo a su etapa como ministro de Sanidad: "Yo he estado un año explicando a los españoles que hay que hacerse las PCR cuando se tienen síntomas o has estado en contacto estrecho con un positivo".