Cortando el bacalao

Madrid

¿Cuántas veces hemos escuchado eso de “El que corta el bacalao…” para referirse al que manda, al que dirige? No nos extraña, porque si hay un pescado que destaca por sus cualidades nutricionales, su bajo contenido en grasa y, además, sus infinitas posibilidades en la cocina, ese es el bacalao. ¿Queréis conocer sus beneficios?

¿Qué nos aporta el bacalao?

El bacalao es un pesado blanco y, por tanto, posee un bajo contenido graso. Sus reservas de grasa suele almacenarlas en el hígado, que suele emplearse para la fabricación de aceite de pescado.

Es una carne muy rica en proteínas, y además posee una amplia variedad de vitaminas y minerales (del grupo B, principalmente la B1, B2, B6 y B9). Estas vitaminas también son almacenadas en el hígado de todos los animales, lo que convierte a este órgano en su principal fuente nutritiva. En comparación con el resto de pescados frescos, posee también un alto contenido en sodio, especialmente si es salado (hasta 8.100 miligramos por 100 gramos)

¿Cómo cocinar el bacalao?

Las posibilidades que ofrece este pescado son infinitas; algunas de las formas de cocinarlo más famosas pertenecen a la gastronomía navarra y vasca, tierras de verdaderos especialistas en la elaboración del bacalao. Entre los más conocidos destacan las cocochas (kokotxas en vasco) de bacalao al pil-pil.

En el mercado, el bacalao puede encontrarse de diferentes maneras; fresco, en salazón, ahumado o congelado, lo que hace que sus formas de elaboración sean muy variadas y se tenga la posibilidad de degustar este pescado en cualquier momento del año. Además, el bacalao salado se presenta de diversas maneras; entero, en lomos, troceado, desmigado...

Únete al canal de WhatsApp de la SER

Los lomos o los filetes de bacalao cocinados al vapor, en el microondas, al horno, frito o a la parrilla permiten disfrutar del sabor de este pescado.

Además, admite diferentes salsas de acompañamiento y su carne o las partes sobrantes se pueden emplear para rellenar pimientos, elaborar sabrosas croquetas, buñuelos o albóndigas.

También se puede emplear como ingrediente para elaborar originales ensaladas, preparar paella de pescado o cocinar el famoso potaje de garbanzos con bacalao y espinacas.