Agricultura, ganadería, transporte, industria, peluquerías o pensionistas: otoño-invierno del descontento
España está viviendo un final de año marcado por las protestas y movilizaciones de trabajadores -pero también de empresarios- que alzan la voz
Unos exigen unas condiciones de trabajo dignas. Otros amenazan -incluso- con no continuar si no se lo ponen más fácil
Agricultura, ganadería, transporte, industria, peluquerías o pensionistas: otoño-invierno del descontento
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Madrid
Este miércoles, después de nueve días de huelga, patronal y sindicatos lograban un acuerdo para paralizar estas casi dos semanas de protestas. Esta ha sido la del metal, pero España está viviendo una especie de invierno del descontento. Un otoño-invierno de protestas, de movilizaciones, de trabajadores, pero también de empresarios que alzan la voz. Unos por sus condiciones de trabajo, por la precariedad... Otros que amenazan incluso con no continuar si no se lo ponen más fácil.
Sector primario: agricultura y ganadería
Ambos con una situación relativamente similar. Los primeros, los agricultores; algunos protestaban este miércoles en la capital, frente al Ministerio de Agricultura.
Los precios suben: pero los de sus gastos. Los fitosanitarios, la electricidad o los fertilizantes son más caros pero su producto no. Es decir, cada vez les sale más caro sacar la producción adelante -hablan del triple de gastos- y los vendedores no se lo compensan. No solo no suben el precio final del producto, sino que ocurre “incluso todo lo contrario: intentando meter campañas de promoción que acabamos pagando los propios agricultores”, explica Andrés Góngora, agricultor de Almería.
El lunes toda la cadena de la agroalimentación se reunirá con el ministro Luis Planas para tratar de buscar una solución. Allí, los agricultores exigirán: “Medidas fiscales, una tarifa especial para la energía eléctrica el sector agrario... Pero está claro que nuestro gran caballo de batalla tienen que ser nuestros precios, los precios que cobramos. Y en esto tienen muchísima influencia las importaciones de terceros países que, como llevamos décadas denunciando, siguen estando descontroladas y que a quien realmente beneficia es a las grandes cadenas de supermercados puesto que tienen más peces en el río a quien pescar”.
Y por otro lado la leche que de alguna forma comparte problema con los agricultores: vender su producto por debajo del precio de coste. Todo cartón de leche que encontramos en un supermercado por menos de 68 céntimos -según los cálculos de los ganaderos- no cubre los gastos que genera producirlo para ellos, para los embotelladores, para los distribuidores... Los ganaderos señalan que a partir de los 40 céntimos por litro cubren sus gastos y ahora están cobrando por debajo de los 34. “No es que gane menos, es que tiene que poner dinero de su bolsillo para que le recojan la leche; y tiene que poner del orden de 3.500 euros al mes (…) Los costes de producción están ya tan lejos de los que nos pagan el litro de leche que hablamos de meses para la supervivencia de muchos ganaderos en España”, denuncia Gaspar Anabitarte, ganadero en Cantabria y responsable del sector lácteo en COAG (La Coordinadora de Organizaciones de Agricultores y Ganaderos).
Sector secundario: la industria
Es uno de los más afectados por la subida del precio de la luz. Con casos como el de la industria electrointensiva: los grandes consumidores de electricidad de nuestro país. Hablamos de un sector que en 2020 supuso el 9% de toda la energía que demandó España según sus propios datos.
De momento están esperando, pero avisan: si no se les ofrece una solución como garantizarles precios cerrados de la electricidad que les permitan competir con el resto de Europa, de cara al año que viene amenazan con plantearse la viabilidad de sus empresas. Lo cuenta Fernando Soto, presidente de la patronal de las electrointensivas españolas: “Si la situación llega a primeros del 2022 sin haber avanzado y sin haber adoptado medidas urgentes para frenar y taponar esta sangría entonces sí que tendremos problemas. Pero soy positivo, quiero ver el vaso medio lleno y vamos a trabajar entre todos; que yo pienso que con la colaboración y el apoyo de todos -empezando por el empuje que está poniendo el gobierno- podamos conseguir sacar adelante esta difícil situación”.
Y esta semana el sector de la automoción también ha salido a la calle. Le piden al Gobierno que haga algo para solucionar la crisis de los componentes electrónicos, que es la principal causa de la ralentización en la recuperación de la industria del automóvil. José Portilla es portavoz de SERNAUTO, la Asociación Española de Proveedores de Automoción: “Por supuesto el mantenimiento de los ERTES hasta que la situación mejore con unas condiciones similares a las que tenían los de la pandemia y una serie de medidas concretas de apoyo al sector como puede ser la reforma fiscal integral para la automoción o un plan específico de rejuvenecimiento del parque que permita sacar del mercado a aquellos vehículos menos amigos del medio ambiente”.
Sector terciario: transporte y servicios
'La rebelión de las tijeras rotas', así se llaman las protestas en el sector de la peluquería, que ha llevado a cientos de profesionales en toda España a encerrarse en sus negocios para exigir la reducción del IVA.
El sector ha sido uno de los más golpeados por la pandemia, a lo que hay que sumar la subida en el precio de la luz. Denuncian que llevan una década sufriendo un IVA injusto y quieren que el Gobierno lo vuelva a fijar en el 10%. Jose Luis Azañón, portavoz de la Alianza por la bajada del IVA a peluquería y estética, señala: “Vamos a continuar con las movilizaciones para intentar concienciar al PSOE y al gobierno de España de la necesidad imperiosa de acometer esa reforma fiscal que permita recuperar nuestro tipo de IVA reducido lo más pronto posible”.
En 2018 se alzaba la voz de los pensionistas españoles; cuando el Gobierno -en aquel momento en manos del Partido Popular- les notificó una subida del 0,25 por ciento en sus prestaciones. Los jubilados de Bilbao empezaron a salir a la calle cada semana extendiendo las manifestaciones del colectivo por el resto de España. Sus reivindicaciones hoy siguen siendo las mismas: pensiones dignas o la vuelta de la jubilación a los 65 años. Lo explica Ciriaco García, portavoz de COESPE Estatal: “Llevamos movilizándonos por recuperar derechos e intentando desmontar el relato de que las pensiones están en crisis. Ahora, tras estas últimas recomendaciones del pacto de Toledo se complica, una vez más, el sistema de reparto con los planes privados y no se da solución a las pensiones mínimas que siguen bajo el nivel de pobreza”.
A las puertas de Navidad, la patronal de camioneros y transportistas anuncia paros del 20 al 22 de diciembre ante la falta de respuesta del Gobierno -dicen-- a sus problemas derivados por la subida del gasóleo. Se oponen a la imposición de peajes en las autovías y autopistas ahora gratuitas sin un consenso previo con el sector, y -entre otras cosas- reclaman medidas para poder trasladar su aumento de costes a sus clientes, algo que no siempre consiguen. También reclaman que los conductores no puedan ser obligados por a cargar o descargar los camiones, y contar con áreas de descanso adecuadas. Así lo explicaba en la SER Juan José Gil, portavoz de la Federación Nacional de Transporte. “Pese al momento en el que estamos de reactivación económica están bajando las tarifas que pagan a los transportistas en una situación en la que el carburante supone el 40% de sus costes de explotación que hace que a corto plazo sea inviable su actividad”.