17 ideas para darse un homenaje gastronómico en septiembre

Madrid

Septiembre es un mes de contrastes. Hay quien se acaba de ir de vacaciones y quien acaba de volver al trabajo. En ambos casos, ayuda darse un buen homenaje gastronómico para celebrar el inicio del descanso o para amortiguar el disgusto de la vuelta al trabajo. El plan no ha de pasar necesariamente por un restaurante caro —con tener tiempo para hacer la compra y cocinar en casa podría bastar—, pero, ¿a quién no le gusta comer en un sitio especial?

Le hemos pedido a críticos, periodistas e influencers que nos recomienden algunos restaurantes españoles en los que darse un homenaje y, aunque han aparecido muchos nombres, hay uno que se ha repetido mucho más que el resto: el restaurante Culler de Pau, del chef Javier Olleros, en O Grove (Pontevedra).

El crítico gastronómico Philippe Regol, autor del blog Observación Gastronómica 2, elogia el restaurante gallego "por el refinamiento de su cocina y la honradez de su cocinero", y destaca dos platos por su "elegancia y rusticidad": la vieira a la gallega reinterpretada y la oreja de cerdo con repollo de Betanzos.

También recomiendan Culler de Pau los periodistas Abraham Rivera (El País) y Pilar Salas (Agencia EFE), así como la última sensación del Instagram gastronómico en español: Gorak. Un personaje que acude a los mejores restaurantes de España con un disfraz de gorila y que se toma fotos con grandes chefs y vinos caros.

Aunque ya ronda los 50.000 seguidores, la identidad de Gorak sigue siendo un misterio —se ha especulado con que sea un gran chef, un empresario e incluso un jugador de fútbol profesional—. El influencer, de hecho, solo accedió a responder las preguntas de la Cadena SER si se distorsionaba su voz.

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"Si te vas al norte, Culler de Pau es un sitio espectacular con unas grandes vistas. Y si estás en la Costa Brava, Els Tinars de Marc Gascons trabaja el producto de forma increíble", asegura este experto gastrónomo que se define como "un gorila que disfruta comiendo y bebiendo como si no hubiese un mañana".

Marc Orozco, del programa Deixa'm tastar, de SER Catalunya, también propone un par de establecimientos en la Costa Brava: Toc Al Mar, en la Playa de Aiguablava (Begur, Girona), por sus pescados a la brasa y sus arroces, y también Ca la Maria en Llagostera (Girona), por su apuesta por el slow food, materializada en un menú degustación en el que abundan las verduras y la carne ecológica.

Abraham Rivera recomienda también las medias raciones de Lakasa (Madrid) —con las albóndigas carbonara como último hit—, La Cosmopolita (Málaga) por su talento al mezclar el mar y montaña "de una forma que no te esperas" —imprescindible probar su plato de gambas con tuétano— y también Enigma, actual buque insignia del proyecto elBarri de Albert Adrià. "Es algo extremo", explica. "Un recorrido de 40 pases por el que te vas encontrando a gente que te sirve ostras, un cóctel"...

Además de Culler de Pau, Pilar Salas, que este año está nominada al Premio Nacional de Gastronomía, recomienda D'Berto, otro restaurante de O Grove, pero de corte más tradicional y especializado en pescados y mariscos de la zona: "Te adaptan las raciones de manera que al final casi te hacen un menú degustación".

Para la periodista de EFE, el homenaje estival debe celebrarse en un restaurante de costa, por lo que también aconseja visitar Cataria, "el hermano andaluz de Elkano de Getaria", situado en Sanctipetri (Cádiz) y otros templos del producto de mar, como Chinchín Puerto (Caleta de Vélez, Málaga) o Güeyu Mar (Ribadesella, Asturias).

Recomendar solo dos o tres restaurantes es toda una misión imposible para el crítico Philippe Regol, quien no puede resistirse a mencionar restaurantes como Bardal (Ronda, Málaga), Lu (Jerez, Cádiz), Bagá (Jaén), Saití (Valencia) —se habla de Vicente Patiño, pero nunca acaba de ser tan reconocido como merecería— y también, en Barcelona, la taberna Nairod, del chef David Rustarazo, con "todo muy sencillo, bien de precio y con un producto excelente".

Abraham Rivera también recomienda un par de establecimientos vigueses que están fuera del radar de la mayoría de los turistas: el Bar Monolo ("producto de primera calidad a precios muy competitivos") y Casa Nisio ("la peña de Míchel Salgado, todo empapelado con sus fotos, y nunca sabes lo que te van a cobrar").