El nuevo ministro de Agricultura alemán, contra los "precios basura" de la carne
Cem Özdemir pretende reducir el consumo de carne y reforzar la protección del clima, aumentando la superficie de los campos cultivados de forma ecológica hasta el 30% en 2030
Madrid
El nuevo ministro de Agricultura alemán, Cem Özdemir, ha declarado la guerra a los “precios basura” de la carne, aunque sin hacer referencia directa a las macrogranjas, el sistema industrial de producción responsable de los precios tan bajos en estos alimentos, que ha copado el centro de la polémica en las últimas semanas.
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Entre los pilares de su propuesta, el titular de Agricultura ha pedido ajustar el número de cabezas de ganado a la tierra disponible en Alemania y ha pedido mejorar las condiciones en los establos a fin beneficiar tanto a los humanos como a los animales, tal y como explicaba en una entrevista con el periódico 'Bild am Sonntag'.
Si bien la idea de Özdemir ha sido vista como revolucionaria, no es el único pronunciamiento en esta dirección que se ha hecho público. Las principales organizaciones ecologistas europeas denuncian continuamente las malas condiciones en las que se encuentran los animales en las macrogranjas.
“A veces tengo la sensación de que un buen aceite de motor es más importante para nosotros que un buen aceite de ensalada”, señalaba Özdemir en el ya mencionado diario alemán. “Más del 50% de los adultos tienen sobrepeso. La razón es el exceso de azúcar, grasa y sal, sobre todo en los productos precocinados. Los políticos han intentado durante demasiado tiempo que la industria reduzca estos ingredientes con compromisos voluntarios. Eso ya ha terminado. Conmigo habrá objetivos de reducción vinculantes”, continuaba.
Un 30% de cultivos ecológicos en Alemania para 2030
Del mismo modo, el ministro pretende aumentar la superficie de los campos de cultivo ecológico desde el 10% actual hasta el 30% para el año 2030. A este fin, Özdemir ha presenteado un plan polémico que ha despertado aplausos y críticas a partes iguales.
Por un lado, el alemán ha asegurado que los precios de los alimentos y los productos agrícolas deben subir: “Los precios basura llevan a las granjas a la ruina, impiden el bienestar animal, promueven la extinción de especies e incentivan la contaminación climática. Quiero cambiar eso”, apuntaba.
Reducir el consumo de carne y aumentar la protección del clima
A esta misma conclusión llegó el pasado mes de julio una comisión gubernamental integrada por grupos ecologistas y de agricultores, quienes estimaron necesario aumentar la protección del clima y reducir el consumo de carne.
Dicha comisión explicó que el precio de un kilogramo de carne de vacuno debería estar cinco o seis por encima de su valor de venta actual, esto es, en torno a unos 80 euros el kilo, en lugar de los 13 euros que cuesta hoy. Por otra parte, añadieron que los productos lácteos deberían costar entre dos y cuatro veces más que ahora.
Asimismo, la comisión calculó que los daños medioambientales causados por la agricultura industrial suponen un coste de unos 90 millones de euros al año, recomendando una inversión de entre 7.000 y 11.000 millones de euros anuales con la que financiar la transformación ecológica de la industria agrícola.
Agricultura estudia prohibir los precios inferiores a los costes de producción
“No se debe permitir que los grandes operadores sigan dictando los precios y optimizando los márgenes”, ha dicho el ministro tras el revuelo generado por sus declaraciones contra los bajos precios. El político de Los Verdes anunciaba de este modo que Agricultura dará un paso más allá y está estudiando ya si se puede prohibir la venta de alimentos a un precio inferior a los costes de producción.
En otra entrevista con el grupo RND, Özdemir ha argumentado en favor de garantizar condiciones justas para todos en la cadena alimentaria. “Para lograrlo, queremos, entre otras cosas, reforzar la supervisión de los abusos antimonopolio y el control de las fusiones en la Oficina Federal de Cárteles, seguir actuando contra las prácticas comerciales desleales y examinar si se puede evitar la venta de alimentos por debajo de los costes de producción”, describía.
No obstante, Özdemir ha defendido que “todo el mundo debería poder seguir pagando la carne" y que esta "no debe convertirse en un bien de lujo", alegando que "la justicia social empieza también con los trabajadores de los mataderos, cuyo salario mínimo vamos a aumentar, por fin, para que puedan vivir de su trabajo”