Mariano Rajoy habló. Y fue peor

Madrid

Decíamos ayer que Rajoy se había salvado del caso Costa gracias a la campana, que había salvado un match-ball, pero está cada día más claro que con actuaciones como la de hoy nunca ganará Roland Garros.

A este paso, la Gürtel se puede llevar por delante al líder del PP. Rajoy llevaba seis meses sin dar una rueda de prensa en Génova y ocho días en silencio absoluto. Ha hablado y ha sido peor, porque se ha visto que no puede explicar el cese de Costa y mantener a Camps a la vez; porque los motivos para echar al número dos del PP de Valencia son los mismos que justificarían el cese de Camps.

Dice Rajoy que Costa tenía un plus de responsabilidad y entonces, qué tiene Camps, ¿dos pluses?

El líder del PP asegura que no consentirá actuaciones que avergüencen a los militantes del partido, que se mueren de vergüenza cuando piensan que Camps le decía al 'Bigotes' que le quería "un huevo", que era su "amiguito del alma" y que lo suyo era muy bonito.

Lo de intentar arreglar el cáncer del caso Gürtel con un código de buenas conductas suena a cachondeo.

Rajoy sigue en el laberinto, perdido y muy lejos de la salida y es que para empezar a ver la luz tendría que hacer tres cosas: primero, echar a Camps, el barón regional que le mantuvo en el cargo: tendría que echar a Barcenas, su tesorero y tendría que reconocer que quien le nombró a dedo como líder del PP, José María Aznar, fue el que permitió que la trama creciera y se multiplicara.

Si hace todo esto, tendría alguna opción de construir una alternativa pero a lo mejor moría en el intento. Si no lo hace, el PP seguirá siendo un zombi a la deriva y con un líder cada día más débil y cuestionado. A este paso, la Gürtel se puede llevar por delante al presidente del PP.