"Se come fenomenal por 13 o 14 euros": los bares baratos donde les encanta comer a los mejores chefs de España

Madrid

Preparan platos que triunfan en Instagram y regentan algunos de los negocios de hostelería más premiados de España. Pero cocineros como David de Jorge, Samantha Vallejo-Nágera, Nacho Manzano, Ángel León, Oriol Castro, David Muñoz o Karlos Arguiñano también frecuentan bares normales en sus días libres y, aunque se trata de una información bastante valiosa y delicada, de vez en cuando acceden a compartirla.

Los cocineros que participaron en la sección Chinchetas Tour del programa A Vivir Que Son Dos Días ya recomendaron en antena un buen número de restaurantes tradicionales de Lugo, Murcia, Almería, Asturias, Guadalajara o Bizkaia, entre otras provincias. Muchos otros han divulgado sus secretos gastronómicos en la exitosa guía Where Chefs Eat (Phaidon). Y a algunos, como no podía ser de otra manera, se lo hemos preguntado directamente.

Yelp, TheFork, TripAdvisor... Lo cierto es que, más allá de las guías y de las publicaciones en prensa, hay multitud de plataformas y aplicaciones centradas en la evaluación de restaurantes. Pero a menudo preferimos la prescripción directa de alguien conocido que se basa en sus propias experiencias.

Pese a ser ya un sitio muy popular en Tenerife, el hecho de que el crítico José Carlos Capel considere el plato de costillas con papas y piñas de Casa Tomás como uno de los tres más memorables de su vida, por ejemplo, ha tenido gran repercusión en la isla. Pero a la hora de elegir bar o restaurante podemos fiarnos de alguien —más allá de críticos y camioneros— es de los propios chefs. Ahí van algunas de sus propuestas:

Casa Chuchu (Nacho Manzano)

Nacho Manzano, chef de Casa Marcial (dos estrellas Michelin) y ganador del último Premio Nacional de Gastronomía, reivindica los pequeños placeres y asegura que lo caro no siempre es mejor. "Unos mejillones bien puestos son fantásticos y, si hubiese menos, costarían mucho más, Hay que ser inteligente". Una lógica que le lleva de vez en cuando a probar las croquetas, las volandeiras o los callos de Casa Chuchu, en Turón (Asturias): "Natalia cocina muy bien y, aunque yo no soy muy postrero, hace un milhojas de hojaldre con una nata de leche fresca por el que ya merece la pena ir".

Bar Sport (Oriol Castro)

Oriol Castro fue jefe de cocina de elBulli y ahora regenta, junto a Eduard Xatruch y Mateu Casañas, el restaurante Disfrutar (dos estrellas Michelin) de Barcelona. Pero el hecho de tener siempre un ojo puesto en la alta cocina no le ha impedido disfrutar de la cocina más popular. De pequeño ya iba al Bar Sport de Torredembarra (Tarragona) y ahora, décadas después, lo sigue haciendo con sus hijos para disfrutar de las bravas, el pulpo o los callos. Joan Maria Nin, el dueño del local, aún recuerda fascinado que en la edición de Where Chefs Eat de 2015 ya compartía página con Lucio o Atrio.

Desguaces La Torre (Samanta Vallejo-Nágera)

¿Se puede comer muy bien en Madrid por menos de 20 euros? Samantha Vallejo-Nágera, jurado de Masterchef y responsable de una de las empresas de catering más exitosas de España, no lo duda: en el restaurante de Desgüaces La Torre, en Torrejón de la Calzada, en el kilómetro 24 de la A-42 (carretera Madrid-Toledo), a la altura de Parla (Madrid). Un restaurante con menú del día (y vistas a la autopista y al propio desguace) en el que practican la "cocina tradicional, con toque vanguardista y a precio de menú industrial", con platos como la crema de erizo o las patatas con cocochas de bacalao. "Se come fenomenal por 13 o 14 euros", asegura Samantha.

Casa Capote (David de Jorge)

Detrás del cachondeíto, los excesos y las palabrotas que tanto le gustan a David de Jorge, en realidad hay un tipo culto, muy leído y muy viajado, que trabaja cada día al lado del chef con más estrellas Michelin de España: Martín Berasategui. Pero una de las debilidades del cocinero de Hondarribia es Casa Capote, en El Viso del Alcor (Sevilla). "¡Cómo no me va a gustar! Me encanta el gran Manolín, y esos menudos y esas berenjenas fritas que llevan vendiendo tantos años. Lo que sustenta en realidad la hostelería es toda esa masa de tascas y tabernas que hacen las cosas bien, pero que a menudo no se ven porque están debajo del iceberg", dice. "Me gusta la gente normal. Estoy hasta las pelotas de la gente estupenda".

Bar El Potaje (Ángel León)

De vez en cuando, antes de ponerse a cocinar, el chef del mar, Ángel León, desayuna en este bar de El Puerto de Santa María: "Molletes, café y zumo de naranja natural a un precio razanable", detalló en la guía Where Chefs Eat. A primera hora también triunfan los bocatas de caballa, la manteca colará o la zurrapa blanca, pero que nadie acuda pensando en un buen plato de cuchara porque el nombre del negocio se debe solo al apodo del dueño.

Sidrería Izeta (Karlos Arguiñano)

Karlos Arguiñano lleva 20 años comiendo cada semana en un restaurante que, de lunes a viernes, se llena de currelas del polígono industrial con ganas de ponerse las botas con el menú del día de 12 euros: la Sidrería Izeta, cerca de Zarautz. "Está un poco escondida, pero a los sitios buenos siempre va la gente", asegura el cocinero. "Lo hacen todo muy bien y la calidad-precio es extraordinaria. Yo creo que no les hace falta publicidad. Los sábados y los domingos dan 250 comidas". Andoni Iruretagoiena es uno de los encargados de cantar el menú: "De primero, ensalada mixta, espaguetis con gambas y jamón, patatas con guisantes, ensaladilla rusa, croquetas de casa y calamares. De segundo, filete, muslo de pollo o huevos con jamón y patata. Y de postre: tarta de queso, tarta de manzana, pudding, arroz con leche, flan, cuajada, tarta helada, yogur o fruta. De bebida sidra de casa, agua o vino, y el café incluido". ¿Quién da más?

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Bar Paloma II (David Muñoz)

Desde que el chef de Diverxo dijo en la SER que lleva muchos años yendo al Paloma II con sus padres porque, entre otras cosas, hacen un arroz con bogavante "de locos", la posibilidad de conseguir una mesa en fin de semana se ha puesto difícil, pero lo cierto es que el negocio ya contaba con una clientela fiel. Situado en la Avenida del Marqués de Corbera de Madrid, en el corazón del barrio de La Elipa, en el Paloma II hay pizarras llenas de nombre de platos raciones, un pulpo en la vitrina, máquinas tragaperras, lotería de Navidad... y, al fondo, un pequeño comedor donde se puede disfrutar de un menú del día por 12 euros. Entre lo más destacado, sin duda, las patatas revolconas con torreznos y los callos a la madrileña —suculentos y pegajosos— que David Muñoz, según fuentes del establecimiento, se come con cuchara.