Sociedad

Seis propuestas de viajes en la España despoblada

Rincones escondidos en Zaragoza, La Rioja, Navarra, Soria, Huesca y Cuenca

Madrid

La pandemia va quedando atrás, o al menos como la conocíamos hasta ahora. Este verano será el primero sin fuertes restricciones y las ganas de viajar acumuladas desde hace dos años hacen prever una buena temporada para el turismo. La Confederación Española de Hoteles y Alojamientos Turísticos (CEHAT) cifró la ocupación hotelera de Semana Santa en un 85% aunque recuerda que los alojamientos turísticos han visto incrementados sus costes operacionales en torno a un 20%.

Precisamente el COVID ha cambiado las preferencias a la hora de viajar... Las casas rurales están viviendo un momento especialmente dulce y las zonas más despobladas de nuestro país se volvieron destinos atractivos para quien deseaba evitar las aglomeraciones.

En los foros organizados por la SER sobre despoblación, siempre se habla del turismo de interior como el gran aliado para hacer frente al problema. En muchas zonas donde la pérdida de habitantes ha sido notable desde hace años, trabajan en ese sentido con una oferta cada vez más amplia e interesante para atraer a visitantes y ofertar puestos de trabajo a quien quiera permanecer allí. Hacemos un pequeño recorrido por algunas de estas regiones:

Zona del Moncayo (Zaragoza)

El Moncayo es la montaña más alta del sistema Ibérico y situada entre las provincias de Zaragoza y Soria. En su ladera se extiende un parque natural de 11.000 hectáreas con una gran diversidad de ambientes, desde zonas extremadamente secas a exuberantes hayedos y bosques. Un ecosistema donde viven animales como jabalíes, corzos, tejones o el águila real y del que parten un amplia red de senderos.

Además de disfrutar de la naturaleza, la zona esconde un gran patrimonio arquitectónico: desde el Monasterio de Veruela —la abadía cisterciense que inspiró a Bécquer y donde pronto se abrirá un parador— a la catedral de Tarazona, considerada la Capilla Sixtina del Renacimiento español.

Quien quiera alojarse en un castillo puede hacerlo en Añón de Moncayo, un pueblo de 200 habitantes. Allí, el cantante de Puturrú de Fuá, Curro Fatás, regenta ese palacio del siglo XIII convertido en un alojamiento rural con mucho encanto. Además, Luis Zueco —autor de novelas históricas como El mercader de libros o la trilogía medieval El castillo, La ciudad y El monasterio— es el propietario del castillo de Grisel, una fortaleza del siglo XII declarado Bien de Interés Cultural donde también es posible pernoctar. Está ubicado en un pueblo de menos de 70 habitantes y muchos de los visitantes llegan hasta allí deseando recorrer los escenarios de la zona que el escritor relata en sus obras.

Panorámica del famoso castillo / CASTILLO DE GRISEL

Los niños pasarán un buen rato en Burosque encantado, un mundo mágico poblado de casitas de elfos y animalitos que ha disparado el turismo en Bureta, un pueblo de la comarca zaragozana del Campo de Borja con apenas 200 habitantes censados. A unos 20 minutos en coche de allí está Trasmoz, el último pueblo maldito y excomulgado de España. Allí, el primer sábado de julio se celebra la feria de la brujería y plantas medicinales en la que sus 60 habitantes ven multiplicada su población por 100.

Dejando la zona del Moncayo pero sin abandonar la provincia de Zaragoza, merece la pena desviarse hasta Mozota para disfrutar de un festival que combate la despoblación y la deforestación. El Bosque Sonoro se celebra este año del 17 al 19 de junio y cuenta con cuatro escenarios espectaculares: pleno bosque (donde tocarán Los Planetas, Zahara o Xoel López, entre muchos otros), una cascada (Judeline, Shego y Compro Oro), la iglesia (Niño del Elche) y la plaza del pueblo (Bigott, Jimena Amarillo y Neonato).

La primera edición de 'El Bosque Sonoro' fue todo un éxito / EL BOSQUE SONORO

Comarca de los Cameros y Rioja Baja (La Rioja)

En La Rioja, 6 de cada 10 personas viven en el 10% de la comunidad. El 88% de sus habitantes residen en 21 de las 174 localidades totales. Dos datos que ilustran la baja densidad de población de una región que, a pesar de ser tan pequeña, tiene mucho que ofrecer más allá del vino y el monasterio de San Millán de la Cogolla.

En Camprovín, un pueblo de 180 habitantes, se organiza desde hace unos años Camprovinarte, un festival de arte urbano y contemporáneo que atrae a mucha gente a contemplar sus calles. Este 2022 se celebrará del 25 al 31 de julio y durante todo el año también se puede disfrutar del Ecomuseo con el que sus habitantes quiere conservar los conocimientos y los saberes vinculados a los medios rurales que, con la pérdida de población se están perdiendo. El alcalde de Camprovín, Arturo Villar, recordaba orgulloso en el foro sobre despoblación de la SER en Torrecilla en Cameros, que gracias a Camprovinarte y todo lo que está haciendo el pueblo, seis jóvenes se han ido a vivir allí.

Exterior de la corrala barroca del siglo XVIII / Teatro Canales de la Sierra

Otra iniciativa que tiene que ver con arte y despoblación se llama Espacio Arte VACA, un proyecto cultural que busca nuevas utilidades a espacios en desuso en el medio rural para convertirlos en lugares de referencia artística. Así, una antigua cuadra de Viniegra de Abajo, un municipio de poco más de 70 habitantes, se ha reconvertido en una sala de exposiciones.

En Canales de la Sierra, un pueblo donde apenas viven un centenar de personas, se ha rehabilitado el teatro más antiguo de La Rioja. Una sala barroca que ha vuelto a abrir sus puertas en la torre del Papamoscas. Se reconvirtió en cine y estuvo abandonada muchos años y, por momentos, se convirtió en el almacén municipal. En los años 90, un grupo de vecinos organizó varias representaciones para recaudar fondos y hacer un llamamiento a las autoridades para su recuperación y lo consiguieron. El teatro celebró el año pasado su 25º aniversario. Conviene echar un ojo a su programación y hacer coincidir la visita a la zona con alguna obra. El peso de la historia hará el resto.

En la zona de la Rioja Baja también llevan años apostando por el turismo para combatir la despoblación. Las localidades de Enciso y Munilla cuentan con yacimientos de huellas de dinosaurios y se esfuerzan por seguir recuperando su patrimonio paleontológico. Una de las paradas obligatorias para familias con niños que pasen por la zona es el parque de paleoaventura El Barranco Perdido donde, además de aprender sobre fósiles de animales y vegetales, podrán disfrutar de tirolinas y darse un baño en la piscina.

En Munilla, un pueblo que paso de tener 3.000 habitantes a 100 pero que ha logrado contener la pérdida de población, cada verano se concentran unas 2.000 personas. Además de las rutas en busca de dinosaurios, alberga desde hace 18 años un festival de jazz, Munijazz, que este 2022 se celebrará los días 12, 13, 14 y 15 de agosto.

A escasos 10 minutos de Enciso y Munilla está Arnedillo, una población de 500 habitantes donde la SER va a celebrar el próximo 17 de junio un nuevo encuentro para abordar el reto demográfico. Su alcalde, Pedro Montalvo, reconoce que Arnedillo vive "por y para el turismo" —y lo demuestra la cantidad de hoteles, casas rurales y hospederías del pueblo, como el Hotel Balneario donde tendrá lugar el foro— pero lamenta que vaya gente de fuera a trabajar cuando lo que le gustaría es que "esa gente se quedase a vivir" allí.

Valle de Roncal (Navarra)

El valle de Roncal, en pleno Pirineo navarro, es uno de esos enclaves que "parecen dibujados por algún pintor romántico", tal y como señala la página de turismo de la región. Sus pueblos empedrados con imponentes caseríos y geranios coloreando las calles junto a la naturaleza que les rodea les convierte en lugares perfectos para una escapada en cualquier época del año.

Algunos de esos pueblos son Isaba, Burgui o el mismo Roncal y uno no se puede ir de allí son probar sus migas de pastor y el queso de D.O. Roncal. Cada año, el 13 de julio se celebra el Tributo de las Tres Vacas en el punto llamado Piedra de San Martín. Se trata de una fiesta muy antigua en la que los vecinos de los valles de Baretous (Bearne, Francia) entregan tres vacas a los de Roncal.

Roncal / vallederoncal.es

Navarra está llena de naturaleza y de rutas para hacer senderismo. El Valle de Ultzama y el de Belagua también merecen una visita y, por supuesto, otros más conocidos como el Valle de Baztan o la Selva de Irati.

Para quien busque un alojamiento especial, la Hospedería del Monasterio de Santa Fe de Eparoz, en Urraúl Alto, puede ser una buena opción. Se trata de un conjunto de edificios residenciales de un antiguo monasterio gótico que fue declarado Bien de Interés Cultural que cuenta con una basílica medieval, un claustro del siglo XVII y un patio y un hórreo del siglo XV. Un lugar tranquilo desde el que se pueden emprender varias rutas y a tan solo 45 minutos en coche de Pamplona.

Valonsadero y Laguna Negra (Soria)

Soria abandera la lucha contra la despoblación desde hace muchos años y, en cambio, su riqueza de patrimonio y sus espacios naturales llaman a miles de visitantes cada mes. Pueblos como Almazán, Ágreda o Burgo de Osma parada obligada, pero también otras localidades medievales más pequeñas como Retortillo, Caracena, Rejas de San Esteban o Yanguas.

A escasos 20 minutos en coche de Soria, se pueden contemplar las pinturas rupestres de Valonsadero que datan entre los años 3.000 y 2.000 a.C (Calcolítico- Edad de Bronce). Para facilitar su visualización, se ha señalizado un itinerario de fácil acceso con 11 paradas que comienza en el panel de señalización general ubicado en el aparcamiento superior de Cañada Honda.

Otra excursión bonita en cualquier época del año es a la Laguna Negra y Circos Glaciares de Urbión. Al estar a 2.000 metros de altura, la temperatura allí es fresca también en pleno verano. La laguna está rodeada de montañas graníticas y pinares y, aunque llegar allí con coche, en verano o en festivos con mucha afluencia de visitantes se prohíbe el acceso de vehículos particulares por lo que hay que dejarlos en el aparcamiento del Paso de la Serrá y subir a pie los dos kilómetros que hay hasta allí. También hay un autobús a disposición de quien desee. El primer domingo de agosto tiene lugar la famosa Travesía a Nado en la que multitud de nadadores se sumergen en esas aguas gélidas.

Además, a orillas del río Duero, en Soria capital, lleva años celebrándose un festival llamado Enclave de agua de música afroamericana y el 6 de agosto en Arenillas, una población con apenas una veintena de personas empadronadas, el Boina Fest combatirá la despoblación soriana con música por octavo año consecutivo.

Monegros (Huesca)

Todos tenemos en la cabeza los paisajes de oeste americano. Llanuras infinitas donde apenas se divisa vegetación. Un panorama desértico que también tenemos en nuestro país en la zona de Los Monegros y que reúne las condiciones ideales para el avistamiento de aves.

Huesca La Magia

Los Monegros se ha hecho famoso gracias a su festival de música electrónica que este año prepara una edición muy especial. Cerca está Castelflorite, un pueblo de tan solo cien habitantes que el año pasado celebró el primer festival de mujeres artistas y rurales de Aragón.

En Villanueva de Sijena se puede visitar su Monasterio y la casa natal de Miguel Servet y quien no tenga inconveniente en desviarse un poco, puede coger el coche y llegar en media hora a la Cartuja de Nuestra Señora de las Fuentes, considerada la "capilla sixtina" del Alto Aragón.

En verano, las temperaturas en esa zona desértica superan con frecuencia los 35º. Una buena opción de alojamiento puede ser el hotel cueva Tardienta Monegros.

Segóbriga y alrededores (Cuenca)

El yacimiento arqueológico de Segóbriga cuenta también la historia de la despoblación. Pasó de ser una ciudad gloriosa —sobre todo a partir del siglo I d.C., cuando acabaron las construcciones del teatro, anfiteatro, aula basilical y la termas— hasta caer en el olvido bajo tierra tan solo dos siglos después pero, gracias precisamente a estar enterradas, todas sus obras monumentales se conservan perfectamente y hoy se pueden visitar en Saelices.

Yacimiento Arqueológico de Segóbriga

Con parte de sus sillares de piedras, entre los siglos XVI y XVIII se construyó el Monasterio de Uclés que está a unos 10 minutos de las ruinas. Considerado una de las joyas arquitectónicas de Cuenca, muchos lo comparan con el de El Escorial. La pasada Semana Santa se celebró allí por primera vez un festival de música mística y de vanguardia y ha puesto en marcha el proyecto MDU RE_NACIMIENTO, con el que, a través de la intervención en el espacio mediante tecnologías audiovisuales y escenográficas, el visitante disfruta de una experiencia inmersiva única.

Más de 40 empresas de municipios conquenses de menos de 5.000 habitantes han accedido a una subvención para seguir avanzado sus proyectos empresariales. Una de ellas es un alojamiento rural llamado Cielo Bonito, en Carboneras de Guadazaón, que cuenta con habitaciones burbuja desde las que se pueden contemplar las estrellas tumbado en la cama. Está a más de una hora en coche de Uclés pero de camino se puede hacer una paradita en Cuenca y en muchos de los puntos de interés que comparten webs como Huellas y Raíces o Cuenca5sentidos.

'La España Despoblada', en Sariñena
Elisa Muñoz

Elisa Muñoz

Periodista en Cadena SER desde 2008. Primero en programas como 'La Ventana', 'Hoy por Hoy Madrid' o...

 
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